Publicidad

Las búsquedas personales de un heredero del rock

Compartir esta noticia
Benito Cerati vuelve con Zero Kill a Montevideo. Foto: Ariel Colmegna

Benito Cerati y su banda tocan hoy en La Trastienda.

El primer show de la historia de Zero Kill fue en el Teatro de Verano, compartiendo cartel con Babasónicos y Garbage en la primera edición del festival Primavera 0. Benito Cerati tenía apenas 17 años y estaba "en otro mambo". "Era un poco más rebelde, por ahí. Ahora estoy tranquilo del todo, a veces extraño ser rebelde", asegura ahora con 23, el pelo rubio largo y revuelto y una remera de ese David Bowie que tantas veces se le suele asociar como influencia.

Esta noche, el hijo de Gustavo Cerati dará su segundo show en Montevideo con Zero Kill, banda que viene a presentar su segundo disco, Alien Head, y que está asentándose. Es a las 21:00 en La Trastienda y hay entradas en Red UTS a 500 pesos.

"Todo ha sido muy real. Creo que lo que pasó es que con el primer disco había intriga de todo el mundo, y a donde iba estaba lleno de gente. Ahora está más tranquilo, pero la gente que viene es la que realmente escucha y le gusta. Fue como un filtro", explica el músico argentino comparando lo que ocurrió con Trip Tour, el primer trabajo de este proyecto musical, y ahora con Alien Head.

Si no puede ver el video, haga click aquí.

"Pero a veces siento que hacemos música para melómanos", dice pensando en ese público que fluctúa. "Como que estamos focalizados en la música, puramente, en buscar cosas nuevas y no pensando en pegarla o en atraer a la demográfica joven. Sin embargo, cualquiera que se quiera subir está invitadísimo", agrega, sabiendo que eso abarca a adolescentes eufóricos y a cincuentones que llegaron por Soda Stereo.

Porque aunque Benito haya intentado marcar distancia de la obra y el nombre de su padre, de alguna manera quedó, como si fuera una herencia inmaterial, involucrado en ese universo que comprenden Soda Stereo y la carrera solista de Gustavo Cerati. Eso se refleja en la curiosidad que su música despertó en primera instancia y en, por ejemplo, la buena acogida que tienen en México. Y de eso no hay cómo desprenderse.

Cuando Zero Kill editó Trip Tour, que era un disco más personal y oscuro, su frontman quiso evitar cualquier alusión a su padre que, en ese momento (2013), seguía internado. Ahora, el tiempo hizo lo suyo y Alien Head, para el que Benito volvió a trabajar con el productor Tweety González —otra herencia inherente al apellido—, es reflejo de eso: hay humor irónico, luminosidad y una propuesta que se hace más accesible.

—¿Alien Head es más un disco de banda que Trip Tour?

—Sí, es un re disco de banda y para mí se nota un montón que son siempre los mismos músicos. El primer disco era muy yo, muy unitario y electrónico en cierto aspecto. Que es otra faceta mía, pero necesitaba ese trabajo en grupo.

—Tu padre, en sus proyectos solistas, hacía un trabajo fino de laboratorio en el armado y desarmado de canciones. ¿Fue tu gran aprendizaje?

—Totalmente. Si hay algo que más saqué de mi viejo es cómo compongo, la fórmula mágica. Por ahí él tenía una presión de hacer, en cierto punto, una cosa accesible si quería que le fuera bien. Viste que tuvo sus proyectos electrónicos pero el público fue mucho más reducido. Yo tengo la libertad de irme más allá, porque recién empiezo y no tengo un público definido. De entrada me mandé con un disco recontra experimental para decirle a la gente: mirá, no planeo hacer algo súper mainstream. Sí, aprendí un montón de cómo componer, pero lo llevé para otro lado: es la misma fórmula pero aplicada de otra manera.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Benito Cerati vuelve con Zero Kill a Montevideo. Foto: Ariel Colmegna

MÚSICABELÉN FOURMENT

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad