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Buenos Muchachos no para de trabajar y ahora presenta su disco más complejo

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Buenos Muchachos 2020. Foto: Martín Batallés  / Gabriela Costoya / José Nozar

ESPECTÁCULO

El baterista José Nozar habla de "Vendrás a verte morir", el disco que la banda presentará en vivo este viernes en el Teatro de Verano

Buenos Muchachos ha acostumbrado a su público a esperar, de cada show, un acontecimiento especial. El hecho de que sea una de las bandas más activas de la escena rockera del Uruguay no aligera la carga: lejos de elegir ir al frente con un par de ensayos a cuestas, el grupo se encierra, toma decisiones, se equivoca, corrige, persevera y trabaja. Sobre todo, trabaja.

Esa es la palabra que más aparece en la charla que el baterista José Nozar mantiene con El País antes del recital de esta semana. El viernes, Buenos Muchachos presentará su último disco, Vendrás a verte morir, a las 21.00 en el Teatro de Verano. Quedan entradas en Abitab.

Lanzado en diciembre pasado, el ganador del Graffiti 2021 a mejor álbum de rock alternativo tuvo que esperar un año hasta tener su gran noche, gentileza de la pandemia. En el medio, el plantel que comanda Pedro Dalton ofreció nueve recitales con entradas agotadas en La Trastienda, para celebrar los 18 años de su disco definitivo, el Amanecer Búho.

“La banda necesitaba un poco de rodaje porque quería tocar. Nosotros siempre estamos tocando”, explica Nozar a El País. “Nos hubiera gustado presentar Vendrás a verte morir en tiempo y forma, pero era realmente imposible. Pero para nosotros está supervigente el disco. Lo queremos muchísimo y es muy especial”.

A esa sensación de vigencia se le agrega que de las nueve canciones, hay tres que nunca sonaron en vivo, mientras que de las otras seis, algunas han tenido escaso rodaje. Preparar este espectáculo ha sido, en materia musical, un redescubrimiento del que quizás sea el álbum más particular de Buenos Muchachos hasta la fecha.

“Este disco tiene una complejidad mayor que otros”, señala el baterista. “Tiene algunos momentos que son de mucha libertad, que no era algo tan presente en la banda. Podía haber algo de soltarse, de navegar aguas turbulentas, pero no sé si de una libertad que, me da cosa llamarla improvisativa, pero sí de algo que se está armando en el momento. Y no es un lugar puntual que se arma sino toda una estructura, como en el final de (la canción) ‘Sueño Marabú’ o de ‘Purpurina’. Eso es algo que nunca va a ser dos veces igual”.

Desde ese esbozo de una idea cercana a la improvisación, que podría leerse también como un novedoso componente lúdico que incorporan los Buenos, Nozar reflexiona. El ejercicio al que le da vueltas hace algún tiempo le da como resultado que los álbumes pares de la banda —Aire rico, Amanecer búho, Se pule la colmena, 8— persiguen una impronta más pop. Y los impares —Nunca fui yo, Dendritas contra el bicho feo, Uno con uno y así sucesivamente, Nidal y ahora, Vendrás a verte morir— “son discos concretos, sólidos, más difíciles de penetrar, que parecían estar buscando un camino que son una clara experimentación de la banda”.

Tal es así que si se presta atención —“o quizás es un delirio mío”, advierte el baterista— hay claros puntos de contacto entre esos álbumes impares.

¿Es parte del plan? ¿Es un objetivo pensado? “Increíblemente no, pero es evidente que hay algo en nosotros”, dice. “Hay un crítico fantástico, Amiri Baraka, que decía que a veces lo más interesante de preguntarse no era si la obra te gustaba, sino el porqué de la obra. Y ese porqué tiene más que ver con una manera que con una propuesta específica. El disco se va haciendo, se va adquiriendo una mira estética y una filosófica que no está planteada de antemano. Es una narrativa que se va construyendo, y cuando termina, lo escuchamos y surgen estas cosas. Pero no es algo conversado. En realidad, siempre hay muchas conversaciones de cómo va a ser el próximo disco, pero después los discos toman su propia personalidad y eso le pasa por arriba a las conversaciones”.

buenos muchachos

Los detalles de la presentación del disco

La preparación para la presentación de Vendrás a verte morir exigió hacer una suerte de disección de las canciones, un viaje a su esencia con la intención de que, en cada tema, los siete músicos puedan aportar. Un trabajo igual de minucioso se hizo para la puesta en escena, que contará con la obra de Los Galponeros (Javier Abdala y Tabaré Cardozo, que no es el cantante) y un diseño de luces, como siempre, a cargo de Diego Viera.

Nozar adelanta que en el Ramón Collazo habrá una escenografía “simple pero bastante impactante”, y un trabajo de iluminación que servirá para dar “baños de color” a la noche. El objetivo es lograr una experiencia estética similar a la de la portada del álbum, donde un negro profundo está impregnado de destellos, de brillos.

Si es necesario un aviso más antes del show en el Teatro de Verano, Nozar no duda: “No va a ser una presentación tradicional de disco de Buenos Muchachos. Y eso ya es una pauta”.

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