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El adiós a un amigo, la gira, el nuevo disco: la vida de los Rolling Stones no se detiene

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The Rolling Stones en un show en Houston (Estados Unidos), el 27 de julio de 2019. Foto: AFP
(FILES) In this file photo Ronnie Woods, Mick Jagger, Charlie Watts, and Keith Richards perform onstage as The Rolling Stones bring their 'NO FILTER' Tour at NRG Stadium on July 27, 2019 in Houston, Texas. - The Rolling Stones on April 23, 2020 released their first new original music since 2012, a single aptly named "Living in a Ghost Town." Frontman Mick Jagger announced the surprise release on Twitter, saying, "The Stones were in the studio recording new material before the lockdown & one song -- Living In A Ghost Town -- we thought would resonate through the times we're living in." (Photo by SUZANNE CORDEIRO / AFP)
SUZANNE CORDEIRO/AFP

MÚSICA

“Tenemos muchos temas terminados, así que cuando acabe la gira evaluaremos dónde estamos con eso y continuaremos”, dijo Mike Jagger.

Tristemente, los demás Rolling Stones no han empezado a referirse a Mick Jagger como Thirsty Beaver. “Al menos hasta ahora”, dijo el cantante de 78 años el otro día desde Charlotte, Carolina del Norte, donde un par de noches antes había disfrutado de una cerveza en el histórico bar que tiene ese nombre, y luego hizo que el internet se agitara cuando publicó una foto suya, con una gorra de béisbol, rodeado de media decena de parroquianos que evidentemente no sabían que estaban bebiendo junto a una leyenda del rock.

“Fue una noche bastante tranquila”, comentó Jagger. “No creo que pasen muchas cosas los miércoles en esa zona. Pero, ya sabes, cuando voy a esos pueblos, no me gusta hospedarme nada más. Me gusta ver algo”. De hecho, no mucho antes de que su momento en el Thirsty Beaver se hiciera viral, Jagger documentó su visita al Arco Gateway de San Luis con una encantadora foto en la que parece ser un abuelo de vacaciones.

Estas postales de Estados Unidos son la muestra más reciente de la fascinación que Jagger ha tenido durante toda su vida por el país que creó el blues. Pero también se puede pensar en sus excursiones como su forma de sacar el máximo partido a un asunto agridulce: la primera gira de los Stones sin Charlie Watts, que murió en agosto a los 80 años (se dice que nunca faltó a un concierto). La gira No Filter, que inició en 2017 y se interrumpió debido a la pandemia, se reanudó el mes pasado para ofrecer los últimos 13 conciertos con Steve Jordan en el lugar de Watts.

La muerte del baterista fue impactante para sus compañeros, según Jagger, quien dijo que habían creído que se estaba recuperando después de un procedimiento médico previo. Ron Wood, de 74 años, dijo que fue el último de los miembros del grupo en ver a Watts, semanas antes de su muerte, en un hospital londinense, en la misma habitación, de hecho, donde Wood recibió tratamiento de cáncer en 2020.

“La llamamos la suite de los Stones”, dijo Wood entre risas. “Vimos las carreras de caballos en la televisión y nos limitamos a pasar el rato. Me di cuenta de que estaba bastante cansado y harto de todo el asunto. Dijo: ‘Realmente esperaba ya estar fuera de aquí’, y después hubo una o dos complicaciones y no pude volver. Nadie lo volvió a ver”.

“Todavía estoy tratando de procesarlo en mi cabeza. No creo poder ser muy erudito sobre el tema de Charlie por ahora”, añadió Keith Richards, de 77 años, sobre el fallecimiento de Watts.

En cierto sentido, la decisión de seguir adelante sin Watts se ajusta a la tradición: perdió otros miembros -el bajista Bill Wyman y el guitarrista Mick Taylor, que renunciaron; Brian Jones, despedido poco antes de ahogarse en una piscina en 1969- y rara vez permiten que algo se interponga en el camino de hacer lo que les gusta: tocar un sublime rock ‘n’ roll y embolsarse grandes sumas de dinero en el proceso.

Aun así, la ausencia de Watts se siente diferente. Más allá de sus habilidades musicales -muchos lo consideraban el mejor baterista de la historia del rock, con un “swing” discreto que elevaba la música de la banda a una suerte de elegancia desperdiciada-, Watts era el alma de la banda; durante más de medio siglo, aportó un ingenio y un buen gusto que compensaba de manera crucial la extravagancia de chico malo de la banda. Nadie esperaba que un grupo se mantuviera durante tanto tiempo como los Stones. Sin embargo, el ritmo fiable de Watts hizo que siguieran sonando vitales, una mezcla irreproducible de caos y belleza.

“Charlie era uno de los tipos más divertidos que he conocido”, dijo Richards, “y el hombre más improbable para ser famoso. Odiaba esa faceta del trabajo y solía cachondearse salvajemente de ella”. Jagger recordó con cariño la forma anticuada en que se mantenía en contacto con Watts cuando no estaban de gira. “No usaba el correo electrónico ni los mensajes de texto, ni FaceTime, así que lo llamaba por teléfono y hablábamos de fútbol”, dijo el cantante. Watts era fanático del Tottenham Hotspur y Jagger del Arsenal.

La batería de Charlie Watts en el Estadio Centenario, 2016. Foto: El País
La batería de Charlie Watts en el Estadio Centenario, 2016. Foto: El País

Tras preguntarle cómo responde a quienes dicen que la banda debió haberse retirado tras la muerte de Watts, Jagger dijo: “Exageran”.

Se muestra escéptico ante la idea de que un gran número de personas piense que los Stones no son los Stones sin Watts. “Tal vez una o dos personas lo piensan”, dijo. “Pero no creo que eso sea un movimiento”. En opinión de Jagger, “ninguna banda es la misma cuando se pierde a alguien. Pero los Stones son una banda muy resistente. Hemos pasado por muchos altibajos a lo largo de los años, y hemos tenido cambios de personal, como muchas bandas”.

“Cuando tienes una banda durante tanto tiempo, es improbable que no haya ningún cambio”, continuó Jagger. “Por supuesto, este es probablemente el más grande que hemos tenido. Pero sentimos -y Charlie sintió- que debíamos hacer esta gira. Ya la habíamos pospuesto un año, y Charlie me dijo: ‘Tienen que salir. No dejarán sin trabajo otra vez a todo el equipo que ha estado sin empleo’. Así que creo que fue la decisión correcta seguir adelante. La banda sigue sonando muy bien y todo el mundo se mostró muy receptivo en el par de conciertos grandes que hicimos hasta ahora”.

“Levantan carteles que dicen: ‘Te extrañamos, Charlie’, y yo también lo extraño”.

Steve Jordan, de 64 años, que empezó a tocar con Richards a mediados de la década de 1980 como parte del proyecto X-Pensive Winos, no se preocupa por las críticas por asumir el papel de Watts. “Conozco a Charlie desde que yo tenía 19 años”, dijo. “Además, estoy igual de destrozado, si no es que más, que cualquier fan por la pérdida. Así que nadie puede decirme nada al respecto”.

Jordan considera su trabajo como “continuar un legado”, pero no está ahí “para hacer una imitación de Watts”. Cita algunos de los pasajes icónicos de Watts “porque eso es lo que pide la música, y porque son piezas centrales. Charlie tenía muchos momentos esenciales. Pero también aporto mi forma de tocar”.

En los ensayos, la banda trabajó en 80 canciones, dijo Jordan, incluyendo algunas relativamente desconocidas (como “Moonlight Mile” de 1971 y “Memory Motel” del 76) junto con clásicos con “Honky Tonk Women”, “Paint It Black”, “Satisfaction”. Según los set lists, los Stones tocan “Living in a Ghost Town”, que terminaron de grabar el año pasado mientras estaban en cuarentena y una versión propia de “Troubles A’ Comin” de The Chi-Lites, que es uno de los nueve inéditos incluidos en la próxima reedición del aniversario 40 del álbum Tattoo You.

Una de las canciones que la banda parece haber dejado de lado es “Brown Sugar”, el éxito alegremente problemático de los Stones de principios de la década de 1970 que comienza en un “barco de esclavos de la costa dorada con destino a los campos de algodón”.

“Te diste cuenta de eso, ¿eh?”, dijo Richards cuando se le preguntó por qué no la tocaban. “No lo sé. Estoy intentando averiguar dónde está el problema. ¿No entienden que es una canción sobre los horrores de la esclavitud? Pero están tratando de enterrarla. De momento no quiero entrar en conflicto con todo esto”. Se rio con su famosa ronquera. “Pero espero que podamos resucitar esa canción en todo su esplendor en algún momento”.

Como de costumbre, Jagger se mostró más circunspecto. “Hemos tocado ‘Brown Sugar’ todas las noches desde 1970, así que a veces piensas: ‘La sacaremos y veremos qué pasa’”, dijo. “Puede que la volvamos a incluir”. Para el vocalista, “la lista de canciones para un concierto de estadio es difícil”: miles de personas a las que hay que complacer mientras tú te esfuerzas por mantenerte comprometido con la música. Anoche tocamos “Let It Bleed”, que pude tocar con una guitarra de 12 cuerdas”, dijo Jagger con orgullo.

Los Rolling Stones en Chile. Foto: AFP.
Los Rolling Stones en Chile. Foto: AFP.

La pandemia ralentizó la producción del último álbum de estudio de los Stones, su primero con originales desde A Bigger Bang en 2005. “Si no se hubiera cerrado todo, habríamos terminado ese proyecto”, dijo Richards. Y Jagger: “Tenemos muchos temas terminados, así que cuando acabe la gira evaluaremos dónde estamos con eso y continuaremos”.

Ambos se mostraron reacios a describir la nueva música. Sin embargo, confirmaron felizmente que su difunto baterista -la firme presencia a la que tendrán que acostumbrarse a no ver cuando se den la vuelta en el escenario- dejó grabadas sus partes de unas canciones.

“Déjenme decirlo así”, dijo Richards. “Aún podremos escuchar a Charlie Watts”.

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