Obituario

La obra de Robin Wood no se encontraba en las bibliotecas: estaban en librerías de usados, en puestos de feria, en cuartos de adolescentes. La noticia de su fallecimiento esta semana dejó huérfanas de aventuras a un par de generaciones.

Wood —quien murió en Encarnación, Paraguay, “víctima de una penosa enfermedad”, dijo su esposa— fue el creador, por ejemplo, de Nippur de Lagash, aquel sumerio llamado a rey y y convertido en aventurero tuerto. Es uno de los 90 personajes que creó Wood y que repartió en más de 10.000 guiones. Muchos de ello se publicaron en revistas de la editorial Columba: Fantasía, El Tony, D’Artagnan o la más femenina del lote, Intervalo. ¡Qué buenas que estaban!

Wood les aportaba algunas de sus mejores páginas con una lista de personajes que en general pasaban por lo épico (Nippur, Gilgamesh) pero también incluían otros escenarios (la mafia en Savarese, el Renacimiento en Dago) o incluso podían ser paródicas como aquel Pepe Sánchez, el favorito de muchos. Estaban bárbaras también Jackaroe, una de cowboys y Denis Martin, un agente internacional.

El gran núcleo de su obra abarca unos 30 años hasta fines de la década de 1990, siempre en Columba pero con repeticiones en España y en Italia, donde está una de sus grandes bases de fanáticos. La última parte de su carrera la desarrolló, precisamente, en Europa.

Wood había nacido en Caazapá, Paraguay, el 24 de enero de 1944 en una familia de origen australiano; su nombre, tan internacional, no era un seudónimo. Llegó a Buenos Aires a mediados de la década de 1960, estudió en Bellas Artes donde conoció al dibujante Lucho Olivera, quien lo invitó a escribir un guion de historieta y así se integró al staff de Columba. Con Olivera dibujaría algunos de sus éxitos pero también trabajaría con Enrique Breccia, Carlos Vogt, Alberto Salinas, Cacho Mandrafina, entre otros.

“El momento de crear es como un trance en el que soy muy feliz”, dijo en una entrevista con el sitio ECComics. “Nunca me canso de crear, de imaginar”.

Y nosotros agradecidos por aquellas tardes llenas de colores, aventuras y la complicidad con un hombre nacido en Lagash que nos mostró un mundo tan lleno de aventuras.