El jueves fue el desfile, ayer largaron los tablados y el lunes empieza el Teatro de Verano.

Arranca un nuevo Carnaval que deja entrever algunas intenciones de cambios futuros pero que también deja en evidencia algunas cuestiones que no están funcionando de la mejor manera y deberán modificarse a la brevedad si se pretende mantener al público cautivo. El lunes empieza el concurso y las murgas y parodistas generan expectativa en la previa.

La primera muestra fue un desfile muy deslucido, partido en dos: el primer tramo que va hasta la calle Paraguay puede resultar atractivo pero desde allí el panorama es muy distinto. La iluminación cambia, la decoración solo llega hasta la Plaza Cagancha, y por supuesto que los protagonistas ya están cansados del recorrido y deseando llegar al final o vienen atrasados en el horario de llegada y pasan corriendo y apurados por el personal de la Intendencia de Montevideo que intenta que se cumpla el horario.

Algunos conjuntos ponen voluntad y esmero en preparar propuestas específicas para la oportunidad pero lo cierto es que para la mayoría es un trámite obligatorio para participar en el concurso. Hasta ahora, el medidor era la gente que seguía concurriendo masivamente a la principal avenida y por tanto no había motivo para variar.

Lo cierto es que el desfile del jueves fue el menos concurrido en muchos años, no había cuadras llenas de gente y con sillas colmadas ni siquiera al principio y sobre las cuatro o cinco cuadras finales el panorama resultó poco motivador hasta para quienes venían desfilando.

Para cambiar, puede haber muchas cosas, Hay varias opciones: desde el incremento en los premios hasta el otorgamiento de un puntaje que se arrastre para el concurso oficial, pero lo claro es que al desfile le sobran cuadras.

Esto no parte de un capricho pero es notorio que hay dos desfiles. Existen compromisos con concesionarios que se extienden hasta el 2021, que vienen de administraciones anteriores y obligan a mantenerlo así, pero la Intendencia parece tener una postura clara desde la decoración de la avenida que va desde Plaza Independencia hasta Plaza Cagancha.

Gerardo Reyes, gerente de eventos de la intendencia prefirió no realizar cambios drásticos en esta oportunidad y tomarse este desfile para observar e interiorizarse sobre todos los aspectos del mismo para evaluar modificaciones que considera deberán hacerse sin lugar a dudas. Las autoridades asumieron en julio de 2015 con el gobierno de Daniel Martínez y no tuvieron margen para realizar variaciones, teniendo en cuenta que hay compromisos asumidos y que además muchos de los cambios deben realizarse en común acuerdo con la gremial de carnavaleros (Daecpu). Una vez finalizado el desfile, Reyes señaló a El País que es evidente la necesidad de un cambio: "ayer quedó claro, observamos y tomamos nota, hay que cambiar", dijo.

Por otra parte, el lunes empieza el concurso que tendrá una primera fase de 22 etapas en las que cada conjunto pasará dos veces por el Teatro de Verano para ser evaluado por el jurado, y posteriormente 24 conjuntos en las diferentes categorías tendrán una tercera chance para definir ganadores.

Este año, la categoría murgas parece nuevamente llevarse toda la atención en la previa y la mira está puesta en los repertorios y qué dirán de este tema o de aquel otro.

No ha sido un año fácil para los uruguayos y quienes concurren al Carnaval pretenden que los conjuntos reflejen la realidad que ellos viven en sus actuaciones.

La expectativa en este sentido está puesta en la forma en la que los letristas abordarán las diferentes temáticas sociales y si se destacaran los que presenten textos descriptivos o los que decidan profundizar en algún aspecto y mostrar una mirada distinta a la común sobre los temas que interesan a los uruguayos. Por lo pronto, y teniendo en cuenta lo presentado por los conjuntos que dieron prueba de admisión y lo que hemos podido ver en los ensayos de los que no debieron hacerlo, podemos vaticinar que será un año muy interesante en la categoría.

La otra categoría que genera expectativas es la de parodistas, de las mas convocantes y que genera mayor rivalidad entre el público. Este año particularmente, los matices en la elección de parodias hacen que el concurso se torne interesante. Las parodias que se destacan desde el inicio son Juana De Ibarbourou (Zíngaros), El camino es la Recompensa (Aristóphanes), Diarios de motocicleta (Nazarenos), Los 33 (Momosapiens), El curioso caso de Benjamin Button (Los Muchachos) y Estado de Sitio (Jacquets). En este último caso se tratará de situar todo el espectáculo en la década del 70 y contextualizar todo partiendo de Las venas abiertas de América Latina y parodiando en verso el Fuenteovejuna para el cual se situarán en un ensayo en el Teatro El Galpón, emblemático en la época.

Para Los Muchachos, la idea es contar una historia al revés y enfocarse en el amor independientemente de la edad, para lo cual eligieron como primera parodia El hijo de la novia, donde se buscará abordar la temática y además hacer desde su espectáculo una mirada social a la enfermedad de Alzheimer.

Aristóphanes plantea una interrogante desde su guión, "Lo importante es…", y partiendo desde esa premisa se introduce en una primera parodia donde se aborda la importancia del éxito por sobre todo para lo cual eligen El abogado del Diablo, y en su segundo tramo abordan la importancia de los procesos tomando como disparador el libro de Horacio Tato López, El camino es la recompensa.

Zíngaros no se quedará atrás y promete defender el primer premio obtenido con la incorporación de la actriz Vicky Rodríguez quien interpretará a una Juana de Ibarbourou basada en el libro Al encuentro de las Tres Marías de Diego Fischer.

CARNAVAL 2016