Después del éxito de Las Bodas de Fígaro en agosto de 2010 por la Filarmónica de Montevideo ahora vuelve a verse. Ahora el responsable musical fue el maestro suizo Nicolás Rauss quien condujo a la Filarmónica con precisión y equilibrio logrando una versión ligera y fresca de la "Obertura" y siendo un sostén firme en el acompañamiento de los cantantes.

La puesta en escena de Coco Rivero fue de una mirada joven y actual logrando una fluida comunicación con el público. El diseño de escenografía y vestuario de Paula Villalba fueron singulares ya que estuvieron muy acordes con la época que se eligió para esta representación. La iluminación de Pablo Caballero fue sumamente efectiva para el desarrollo de la obra.

Es de lamentar la ausencia de coreutas ya que la versión contó con ocho cantantes. En 2010 se presentó con el magnífico Ensamble Vocal De Profundis con 25 voces. A menos de un mes de la excelente interpretación de LElisir damore de Donizetti cuyo coro fue de 30 voces, llamó poderosamente la atención esta notable falencia coral.

Esto se pudo apreciar en la pobreza del resultado. La actuación escénica del barítono brasileño Igor Vieira como Fígaro fue superior a su desempeño vocal. La soprano argentina Ana Laura Menéndez en el rol de Susanna cumplió correctamente tanto en lo musical como en lo actoral. El barítono Alfonso Mujica con sonoridad y una sobria actuación interpretó al Conde de Almaviva. La soprano cubana Eglise Gutiérrez como la condesa fue convincente tanto en lo vocal como lo escénico. La mezzosoprano argentina Florencia Machado en el papel de Cherubino sin lugar a dudas fue lo mejor de lo noche. Sus magistrales interpretaciones de las arias "Non so più, cosa son, cosa faccio" y "Voi che sapete" demostraron el alto nivel artístico de esta cantante. El bajo Marcelo Otegui como Bartolo tuvo una muy buena labor interpretando con musicalidad y estilo mozartiano el aria "La vendetta". La mezzosoprano Mariella Nocetti con gran histrionismo compuso una muy graciosa Marcelina. Estupenda labor tanto en lo vocal como en lo escénico del tenor Gerardo Marandino que supo trasmitir la comicidad del rol de "Don Basilio". La soprano Marianne Cardoso tuvo una muy buena participación en el personaje de "Barbarina". El barítono Álvaro Godiño compuso un desopilante "Antonio" luciendo como siempre su hermosa y caudalosa voz. El tenor Andrés Barbery tuvo un correcto desempeño como Don Curzio.

Una velada agradable: la música de Mozart volvió a brillar en una puesta no tradicional muy divertida.

CRÍTICA