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Una trayectoria hacia el abismo

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La actriz interpreta a una enferma de Alzheimer en "Siempre Alice", a estrenarse el jueves.

Es una de las fuertes competidoras al Oscar a mejor actriz protagónica, y (si existe algo de justicia en este mundo) la más probable ganadora. Julianne Moore encabeza el elenco de Siempre Alice, drama que se estrena el próximo jueves en Montevideo, y en la que interpreta a una paciente con la enfermedad de Alzheimer. 

Hay pocas dudas de que Moore es una de las tres o cuatro mejores actrices vivas en lengua inglesa (a su altura deben estar la más bien retirada Gena Rowlands, Helen Mirren, acaso Meryl Streep, y prácticamente nadie más), y la Academia se ha olvidado de ella demasiadas veces. Ya sería hora de que se acuerden, especialmente un año en el que compite con dos colegas que ya ganaron el premio y no necesitan otro (Marion Cotillard y Reese Witherspoon), una tercera a la que todavía le falta (Rosamund Pike) y una cuarta que es muy buena pero es todavía joven y tiene más tiempo por delante (Felicity Jones).

En Siempre Alice, Moore es una profesora universitaria a la que le diagnostican un Alzheimer precoz. Se encuentra en la parte más brillante de su carrera, ha criado a sus tres hijos, va a tener un nieto, y de pronto averigua, devastadoramente que está a punto de sumergirse en la oscuridad. La película ha sido escrita y dirigida por Richard Glatzer y Wash Westmoreland a partir de una elogiada novela de Lisa Genova, y actúan también en ella Alec Baldwin, Kristen Stewart, Kate Bosworth y otros.

Vale la pena llamar la atención acerca del "casting" de Kristen Stewart como la hija menor de Julianne Moore en la película. Decididamente, la protagonista de Crepúsulo está decidida a dejar atrás la saga Crepúsculo y sus insufribles vampiros, y emprender una carrera seria como intérprete. Tiene más talento que lo que la mediocre serie inspirada en Stephenie Meyer puede hacer pensar, y hace poco lo demostró en La otra cara del éxito (2014) de Olivier Assayas, junto a Juliette Binoche. Su compañera de elenco Moore en esta película piensa lo mismo: "Kristen Stewart es una actriz tan maravillosa, tan emocional, tan llena de sentimiento… ¡La quiero a muerte!".

Reacciones.

La crítica y los jurados de los diversos premios a la actividad cinematográfica han sido unánimes en el elogio. En Variety, Peter Debruge ha manifestado: "Julianne Moore nos guía a través del arco trágico de lo que uno debe sentir al ir desapareciendo ante sus propios ojos, llevando a cabo una de sus más poderosas interpretaciones." Debora Young en The Hollywood Reporter ha dicho por su parte: "Esta destacable película sobre el Alzheimer se ve reforzada por la emocionalmente comedida pero muy potente interpretación central de Moore."

En el Los Angeles Time, Kenneth Turan pudo afirmar: "Perder la cabeza es algo terrible de ver, pero las espléndidas interpretaciones en Siempre Alice hacen que valga la pena el dolor". Lou Lumenich, del New Yorkk Post, va directo al grano: "No verás una mejor interpretación de una actriz este año que la de Julianne Moore. No te la pierdas".

Premios y candidaturas avalan esos juicios. Moore obtuvo ya el premio a mejor actriz en los Globo de Oro, el Sindicato de Actores de los Estados Unidos, los Gotham y los galardones del National Board of Review, y es candidata al Oscar, el británico Bafta y el Independent Spirit Award. Es difícil no apostar por ella.

Relegada.

Por alguna razón que nadie ha sabido explicar satisfactoriamente, el Oscar le ha sido esquivo a Julianne Moore (no es el único caso: le ha ocurrido también a Gena Rowlands, y Peter OToole murió sin ganarlo), aunque ha sido candidata frecuente y ha obtenido varios premios menos enjundiosos (o menos populares: no creamos tampoco que Tío Oscar es lo máximo).

Nacida el 3 de diciembre de 1960 en Fayetteville, Carolina del Norte, como Julia Ann Smith, Julianne comenzó a hacerse notar en la pantalla con un papel secundario en la película La mano que mece la cuna (1992), protagonizada por Rebecca De Mornay y dirigida por Curtis Hanson. Hizo otros secundarios en El cuerpo del delito (1993), con Madonna y Willem Dafoe, y en El fugitivo (1994), con Harrison Ford y Tommy Lee Jones. Saltó a protagónicos en films tan diversos como Safe (1995) de Todd Haynes, la comedia Nueve meses (1995), el policial Asesinos (1995), con Banderas y Stallone, y la segunda parte de Parque Jurásico (1997) de Spielberg.

Ahí empezaron los trabajos maduros y arriesgados, a cargo de directores más creativos que supieron detectar su talento: Paul Thomas Anderson en Boogie Nights (1998) y Magnolia (1999), los Coen en El gran Lebowski (1998), Robert Altman en La fortuna de Cookie (1999), Neil Jordan (El ocaso de un amor, 2000), el reiterado Todd Haynes (Lejos del cielo, 2002), Stephen Daldry (Las horas, 2002), Alfonso Cuarón (Niños del hombre, 2006) y varios más. Fue una formidable Sarah Palin en el telefilm Game Change (2012), y también ha hecho cosas segundonas y olvidables. Como es debido, olvidémoslo.

Es mejor recordar sus glorias, que incluyen los premios señalados más arriba y varios más: a mejor actriz en Venecia por Lejos del cielo; Emmy, Globo de Oro y premio del Sindicato de Actores por Game Change; premio en Cannes por Polvo de estrellas (2014) de David Cronenberg. Su candidatura al Oscar por Siempre Alice es la quinta que recibe de la Academia: ya fue nominada como actriz secundaria por Boogie Nights, y como protagonista por El ocaso de un amor, Las horas y Lejos del cielo. Los muchachos de la Academia se están demorando, pero entre tanto Julianne se las ha arreglado para acumular otras varias s estatuillas en alguna estantería de su casa. Casi seguramente va a tener que hacerse un lugar para colocar el Oscar que van a otorgarle el próximo 24 de febrero.

SABER MÁS

TRES ROSTROS DE UNA ACTRIZ MUY VERSÁTIL

Lejos del cielo -2002-

Una relectura postmoderna a cargo de Todd Haynes de los magníficos melodramas de Douglas Sirk de los años cincuenta, producidos por la empresa Universal. Un ama de casa (Moore), no muy distinta de la Jane Wyman de la formidable Lo que el cielo nos da, emprende una relación de amistad con su jardinero negro en pueblo chico, años cincuenta, y genera las maledicencias del caso. La entrelínea homosexual implícita (aportada por Rock Hudson) en los films de Sirk es aquí explícita.

Game change -2012-

Crónica televisiva (producida por la cade- na HBO) de la campaña electoral que en- frentó a los en definitiva derrotados re- publicanos John McCain y Sarah Palin con la ascendente figura de Barack Obama. La premiada labor de Moore como Palin es una auténtica proeza: era fácil caricaturi- zarla (como lo ha hecho Tina Fey en “Sa- turday Night Live”) pero la actriz, aunque discrepa con las posturas políticas de su personaje, proporciona de él un retrato matizado y complejo, ajeno a la caricatura y el panfleto.

Juegos del hambre  -2015-

Una de las habilidades de Moore ha sido la de intercalar en su carrera los proyectos impregnados de un aliento artístico con la intervención en “blockbusters” de amplia apelación taquillera. Ella misma ha dicho que fue obligada por sus hijos a actuar en esta saga futurista, en la que ha incorporado al personaje de la presidente Alma Coin. La elección cumple por lo menos con dos objetivos: la percepción de una buena remuneración, y hacer que la vea más gente. Hay que saber equilibrar arte y comercio en el cine.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
La actriz interpreta a una enferma de Alzheimer en "Siempre Alice", a estrenarse el jueves.

Julianne Moore

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