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Son la fiesta infantil en una ceremonia tan adulta como la de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, o sea, los Oscar. Y son unos recién llegados: la categoría a la mejor película de animación fue inventada en este siglo cuando quedó claro que la producción del rubro era lo suficiente fuerte y necesaria como para que se merezca un reconocimiento así de importante

El primer Oscar de animación fue para Shrek y desde entonces el que más veces la ha ganado y es algo así como el “carro del Chaná” (una comparación que solo entenderán los más veteranos) es el estudio Pixar que se llevó 10 estatuillas. Allí están, entre otras, las dos últimas Toy Story, la primera de Los increíbles, Buscando a Nemo, WALL E, Intensa-mente y Coco. Lo sigue recién con tres premios Walt Disney Co, que es la dueña de Pixar: Frozen, Grandes héroes y Zootopia.

Cinco animadores, por su parte, fueron ganadores dos veces el premio: Brad Bird, Pete Docter, Jonas Rivera, Andrew Stanton y Lee Unkrich.

Algunas de ellos o sus películas han competido en las categorías “adultas” confirmando el crecimiento del rubro y que su alcance va más allá de una cuestión generacional. Muchas de ellas son, de hecho, películas clásicas.

Este año, sin salas abiertas, todas las que compiten como mejor animación, se pueden ver en los servicios de streaming. Las opciones son variadas y hay dos Pixar (disponibles en Disney+), dos que están en de Netflix y una de Apple TV.

Los Oscar este año se entregan el 25 de abril, dos meses después de la fecha habitual debido a...bueno todo sabemos por qué.

Aquí, con tiempo, va un repaso a cada una de las cinco nominadas. Ver animación con los niños de la casa, además, siempre es un plan en el que todos salimos ganando.

Pete Docter (que es de los que tienen dos Oscar de la categoría: Up e Intensa-mente) dirige Soul, una historia que tiene algo del último de esos antecedentes. Es una película que transcurre después de la muerte (¡como Coco!) de un músico de jazz que, justo en el día de lo que iba a ser su consagración termina en una suerte de limbo, donde intenta volver a la Tierra con la ayuda de una almita algo pícara. Es la primera película de Pixar en tener un protagonista afroestadounidense y maneja esa clase de elementos que la hacen atractiva a varias generaciones. Es la favorita y está nominada a mejor guion y mejor sonido. 

 Es el cierre de la trilogía sobre el folklore irlandés de Tomm Moore y de la que en Uruguay solo se exhibió, y fugazmente, La canción del mar; las tres (la otra es The Secret of Kells) estuvieron nominadas al Oscar. Con una animación que se ve bastante tradicional, cuenta la historia de una aprendiz de cazadora que va tras la última manada de lobos de la comarca y cambia su camino cuando conoce a una misteriosa muchacha que, dicen, se transforma en lobo por las noches. También está nominada a los Bafta y estuvo nominado a los Globos de Oro.  

Producido por Netflix y por los estudios Pearl (que es Dreamworks más socios chinos), es un musical sobre una niña que quiere ir a la luna donde, dice ante adultos incrédulos, hay una diosa esperando a un gran amor. Es, también bastante tradicional y una nueva historia de inspiración oriental de la compañía que estrenó la saga de Kung Fu Panda). El tono, además, es bien infantil y tierno con reminiscencias a las viejas películas de Disney y con un montón de canciones. 

Es una producción de los estudios británicos Aardman (los de Wallace y Gromit) que vuelven al personaje de Shaun, el simpático corderito, quien acá debe ir a la gran ciudad, una situación clásica de las secuelas para niños. Se cruza con Lu-La, un marcianito perdido en la Tierra al que pretende ayudar, aunque el granjero John tiene otras ideas al respecto. Es una película muda, lo que es aprovechado para una serie de gags filmados como es la marca de la casa con el engorroso recurso del stop motion. Así, les llevó tres años completarla. 

La otra de Pixar y una película que pasó bastante desapercibida (se estrenó en cines el 6 de marzo del año pasado, lo que da una idea) para lo interesante que es. Son dos hermanos elfos que viven en un suburbio típico (si no fuera porque está habitado por criaturas legendarias y mitológicas) que buscan a su padre y también ver si queda algo de magia por ahí en este mundo tan descreído. Dirige Dan Scanlon que escribió Monsters University y escribió y produjo Soul, otro de los competidores.