Publicidad

La reina roja vuelve por Alicia

Compartir esta noticia
Helena Bohnam Carter. Foto: Flickr

La actriz vuelve al mundo de Lewis Carroll en Alicia a través del espejo.

Como es de esperar, Helena Bonham Carter viste de negro, con pantalones oversize y botas acordonadas, como si en algún punto se esforzara por ratificar la fama que se ganó como la actriz peor vestida del mundo. Quizás no sea para tanto, pero nadie parece estar más lejos que ella del mundo marcado por las reglas de la cultura fashion.

En Alicia a través del espejo, que se estrena mañana, ya no está como director Tim Burton, esposo de Bonham Carter durante 13 años (se separaron en 2014) y padre de sus dos hijos. Ahora Burton es uno de los productores y como director aparece James Bobin (Los Muppets), pero el elenco entero del film original está de vuelta: Johnny Depp (el Sombrerero), Anne Hathaway (la Reina Blanca), Mia Wasikowska (Alicia) y las voces del fallecido Alan Rickman, Stephey Fry, Timothy Spall y Michael Sheen. Lo mismo ocurre con la autora del guión (Linda Woolverton) y buena parte del equipo.

—Usted siempre fue una especie de bicho raro en este mundo de Hollywood, marcado por reglas tan precisas.

—Nunca fue un problema para mí conservar el individualismo y tomar distancia de lo que indica Hollywood. No tengo la menor intención de ser una oveja más en el rebaño. Nunca quise que me vieran así. Odio las alfombras rojas. Absoluta y definitivamente. Y no es que me sienta una excepción, es que quiero ser yo misma en este mundo. No quiero sentirme como una persona secuestrada por la industria de las películas y por la industria de la moda. Por supuesto que hay excepciones, momentos muy especiales en los que puede justificarse lucir algún modelo fuera de lo común. Pero en las circunstancias normales eso no me parece bien. En fin, que cada uno se divierta como quiera.

—Usted se reconoce como una persona graciosa, pero también sabemos, al menos desde su trabajo en el cine, que se siente muy atraída por el lado oscuro. ¿De dónde sale ese interés?

—Tal vez tenga cierta capacidad para moverme en ese lado oscuro de las cosas. Y estoy convencida de que el humor es la manera más útil y honesta para entrar en ese mundo. Será por eso que disfruto mucho interpretar personajes con humor negro.

—Es muy curioso el anillo que lleva. Tiene mucho que ver con la película.

—¿Le gusta? Es muy bonito. Me encanta que se vea tan bien este anillo con las orejitas de conejo. Hace juego además con mi teléfono celular. Es que me gustan mucho los conejos. Me hacen reír. Me provocó mucha curiosidad eso de los "cinco minutos tarde" que habla Lewis Carroll en su obra. Cuando empecé a investigar y a preparar mi papel en Alicia en el país de las maravillas, me enteré de que Carroll estudiaba matemática en Oxford en el mismo momento en que se estaba organizando toda la red ferroviaria en Inglaterra para que los trenes funcionaran a la misma hora. Antes de eso, cada lugar tenía un reloj diferente. Había que terminar con eso, pero en Christ Church, la catedral de Oxford, dijeron que no. Estaban empeñados en mantener allí el viejo huso horario y no cambiarlo. Por eso, los trenes que pasaron por ahí desde entonces y hasta ahora lo hacen cinco minutos más tarde... que el resto del mundo. Esa curiosidad quedó en la novela y siempre me hizo mucha gracia.

—Si hay algo que llama la atención de su papel en la película es el vestuario.

—Sin dudas. Y todo lo bueno que aparece allí se debe al talento de Colleen Atwood, una persona maravillosa, de un talento inmenso. Yo creo que preparó el vestuario de la película original y de esta secuela pensando en mis gustos. Además, hizo para mí la ropa interior más hermosa de todo el mundo (risas). ¿Vieron lo que es el vestuario? Capas, capas y más capas. Texturas y más texturas, una sobre otra. Cada día, vestirme me llevaba unos 45 minutos. Y le aseguro que moverse con esa ropa en un set de filmación de 360 grados, trabajando todo el tiempo sobre una pantalla verde, no fue nada fácil.

—La película habla todo el tiempo de relaciones humanas. Entre hermanas, entre familiares, entre amigos. ¿Cómo se lleva con los demás?

—No tengo una respuesta definitiva a esa pregunta. Todavía la estoy buscando. En el caso de la relación madre-hijo, siento que tengo una conexión perfecta con los míos. Y con mis amigas mujeres puedo decir que hasta ahora la conexión que tengo con ellas es excelente. Completamente sustentable, a pesar de que no puedo compartir mucho tiempo con ellas. Puede ser que de tanto en tanto nos peleemos un poquito entre nosotras. Tenemos esa capacidad, por cierto. Pero también nos sobra talento para sobrevivir a ellas. La amistad entre mujeres puede ser la mejor del mundo.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Helena Bohnam Carter. Foto: Flickr

HELENA BONHAM-CARTERMARCELO STILETANO, LA NACIÓN/GDA

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

cine

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad