Publicidad

Un Oscar que se promete más igualitario y justo

Compartir esta noticia
Revelación: Mahershala Ali es la estrella de la elogiada Moonlight. Foto: Difusión
20151023_Moonlight_D08_C1_K1_0121.tif
David Bornfriend

Los nominados del año se conocerán el 24 de enero.

Asegura Variety, la Biblia del cine, que el año pasado ha servido, entre otras cosas, para demostrar la defunción del sistema de estrellas. Johnny Depp es el actor menos rentable de Hollywood (comparando salarios con las taquillas de sus películas), Tom Cruise ya no tiene el tirón de antaño, Brad Pitt y Angelina Jolie han visto sus nombres más veces publicados en relación a su divorcio que por sus éxitos artísticos... Y de los jóvenes qué decir; Jennifer Lawrence y Chris Pratt tienen resto porque trabajaban en franquicias taquilleras, no por sí mismos, y el ejemplo es el bajo rendimiento de Passengers. Hoy, por mucho que algunos vean tambalearse el negocio de las secuelas, los spin-offs y las franquicias sobre juguetes y superhéroes, Hollywood se agarra a esa tabla de salvación para atraer a su principal público: el adolescente y el veinteañero.

Pero el mundo del cine, cierra balance con los Oscar que se entregarán el 26 de febrero, con una ceremonia que conducirá Jimmy Kimmel.

La Academia está atravesando un proceso de rejuvenecimiento y apertura interracial. Y la espléndida La La Land ha acabado siendo las más blanca de las apuestas. También podrían entrar Hell or High Water y Manchester junto al mar, de Kenneth Lonergan, un cineasta de inmenso talento poco conocido entre el gran público. Porque las otras grandes contendientes —con calidad contrastada— hablan más de mundos afroamericanos e hindúes: Moonlight, de Barry Jenkins; El nacimiento de una nación, de Nate Parker, que él mismo escribió y protagoniza; Lion, de Garth Davis, y Loving, de Jeff Nichols (cineasta llamado a convertirse en un clásico). Otra cosa muy distinta será su repercusión en la taquilla: en Estados Unidos y Canadá, hasta el puesto número 22 de las películas con mayor recaudación en 2016 no hay un título de autor, y es Sully, de Clint Eastwood.

En 2017 no cambiarán las cosas, aunque queden esperanzas en Dunkerque, el drama bélico con el que Christopher Nolan recrea la famosa retirada aliada de 1940 del puerto francés, y en Song to Song, un repaso a la escena musical de Austin (Texas), dirigida por Terrence Malick. Ambas películas son carne de festival, como Happy End, de Michael Haneke, un drama familiar que acontece en el Calais de los campamentos de refugiados, o Zama, de la argentina Lucrecia Martel.

Peor va la lucha por equiparar el porcentaje de directores y directoras —y en general de mujeres en cualquiera de los apartados técnicos que producen una película— en Hollywood. Ese impulso en realidad está naciendo desde Europa y desde festivales como Cannes.

En los Oscar Toni Erdmann, la tragicomedia alemana de la cineasta Maren Ade, es la favorita al premio a mejor filme de habla no inglesa (tras arrasar en los premios del cine europeo y ganar el trofeo a mejor película del año según la crítica internacional), y podría colarse en otros apartados, como la brasileña Aquarius, sustentada en la prodigiosa interpretación de Sonia Braga.

¿Lograrán Braga e Isabelle Huppert con Elle competir al Oscar a mejor actriz? La respuesta, el 24 de enero, cuando se conozcan los nominados al premio mayor del cine.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Revelación: Mahershala Ali es la estrella de la elogiada Moonlight. Foto: Difusión

CINEGREGORIO BELINCHÓN | EL PAÍS DE MADRID

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

cineOscar 2017

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad