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Mutantes a la orden para salvar este mundo

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Los mutantes jóvenes tienen líos de aceptación, los veteranos conflictos existenciales. Foto: Difusión

Crítica de la película "X-Men: Apocalipsis", que se estrenó ayer en Uruguay.

Al lado de los X Men, Los Vengadores son un ejemplo de funcionalidad y armonía. Y eso que Los Vengadores vienen de una guerra civil. El grupo de mutantes conocido por la denominación X (algo de un genoma, no importa) tiene más problemas que superpoderes.

Los más jóvenes, por ejemplo, compiten para ver quién es más "popular" o menos "nerd", en una clara referencia a miles de películas ambientadas en los liceos de Estados Unidos, con historias sobre ser aceptados o marcar un camino propio. Los más veteranos, en tanto, tienen serios conflictos sentimentales, con triángulos amorosos no resueltos y también hay conflictos de liderazgo, aunque Charles Xavier siempre termina ungido como líder. No tanto porque domine mentalmente a sus adversarios, antes por el contrario: Xavier emerge como líder no porque se imponga sino porque, de alguna manera, termina siendo admirado por los sacrificios que hace. Para él, el poder sólo se usa excepcionalmente.

Y vaya si hay una excepción en esta película, donde un antiguo mutante —malo como la plaga bíblica que azotó Egipto— despierta tras siglos de letargo. Nunca quedan demasiado claros los alcances de sus poderes, pero el mero nombre del personaje (Apocalipsis) alcanza para saber que este villano no se detendrá destruyendo solo a una ciudad o un país. Lo que está en juego es el planeta entero.

Apocalipsis es interpretado por Oscar Isaac, un actor que venía en una racha ganadora. Acá se corta esa seguidilla. Principalmente porque no lo dejan actuar: maquilladísimo, con una voz alterada por efectos digitales y un traje pesado que le dificulta el movimiento, Isaac es una cosa que se mueve laboriosamente en la pantalla, no un actor.

Michael Fassbender, el eternamente acomplejado Magneto y la contracara perfecta de Xavier, no es esta vez el villano principal, pero es como si lo fuera, porque él sí tiene amplio espacio para demostrar su talento actoral, que no es poco pero tiene sus límites. Al menos en esta película, no es tan bueno para los grandes y dramáticos gestos como sí lo es para las miradas y las sutilezas emocionales.

Apocalipsis va juntando aliados, igual que el poderoso Xavier, para el enfrentamiento final. En ese camino hacia el duelo último está lo mejor de la película, porque ahí es donde se despliegan varios de los poderes de los personajes, que son rutilantes y coloridos.

Es cierto que la telepatía es de lo más difícil de representar, pero exceptuando a Xavier y Jean Grey (los dos telépatas de la película), los demás tienen poderes visualmente muy llamativos: rayos que salen de los ojos, rayos que salen de las manos, actos de desaparición envueltos en humos azules, centellas que surcan la pantalla y metales que se retuercen y viven con unos gestos de Magneto.

Además, acorde a un universo narrativo marcado por las angustias y urgencias de la adolescencia, los X Men y sus adversarios siempre tienen los vestuarios más vistosos y brillantes (menos Isaac, claro) de todos los superhéroes que en los últimos años han dominado el cine blockbuster.

Todas esas golosinas para los ojos no son suficientes, sin embargo, para que nos olvidemos de cierta pesadez narrativa, algo a lo que los dueños de la marca parecen estar obligados para no dejar a nadie afuera. Hay que volver a explicar mucha cosa si no se han visto las siete películas anteriores, explicaciones que le quitan tiempo a la acción o al desarrollo de nuevos personajes.

Bajo las órdenes de Bryan Singer, la franquicia es como una de esas naves gigantes que, imparables, atraviesan los mares (o los cielos) e imponen su considerable poder. Pero lo hacen en un despliegue de fuerza que viene acompañado de colores y fuegos artificiales, como para que no nos demos cuenta que los superhéroes y los supervillanos nos han invadido y se han apoderado de todas las pantallas del mundo, grandes y chicas.

X-Men: Apocalipsis [***]

Estados Unidos, 2016. Título original: X-Men Apocalypse. Director: Bryan Singer. Guión: Simon Kinberg. Fotografía: Newton Thomas Sigel. Música: John Ottman. Con: James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Oscar Isaac, Nicholas Hoult, Olivia Munn, Evan Peters, Rose Byrne, Tye Sheridan, Sophie Turner, Lucas Till. Duración: 131 minutos. Estreno: 19 de mayo.

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Los mutantes jóvenes tienen líos de aceptación, los veteranos conflictos existenciales. Foto: Difusión

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