Este próximo lunes a las 21.30 horas en la Playa Ramírez, se exhibirá la película documental Multitudes, dirigida por Emiliano Mazza De Luca y Mónica Talamás Sarli, que pone foco en ocho manifestaciones masivas que son tradición en Uruguay. Viene de recoger buenas críticas en los festivales internacionales de Viña del Mar, Egipto, San Francisco, Estambul y Guadalajara.

Mazza define al proyecto como experimental porque participaron en él otros directores, seleccionados de acuerdo a su cercanía a las actividades que se propusieron retratar. "Se nos ocurrió pensar qué sucede cuando los uruguayos estamos todos juntos, cómo cambia nuestro estado de ánimo y cómo nos comportamos dependiendo de la ceremonia a la que asistimos. La idea era abordar ocho eventos multitudinarios que tienen arraigo, porque si viene Paul McCartney es un evento grande pero circunstancial. En cambio, elegimos situaciones que se repiten en el tiempo".

Y los hay de orden deportivo, político, religioso y festivo. Multitudes muestra desde adentro, por ejemplo, el culto a Iemanyá que se vuelca a las playas cada febrero, La marcha del silencio, el Gran Premio Ramírez, el desfile de Las Llamadas de los barrios Sur y Palermo y las tribunas de Peñarol y Nacional durante los clásicos.

"Es un documental de observación, que registra el desarrollo de cada rito, sin ningún tipo de entrevistas, voz en off o narrador. Nada extra. Es una experiencia de cine directo, un tipo de cine antiguo en la historia del documental, que no se hace en Uruguay de una forma tan purista desde hace mucho tiempo. Esto es la cámara metida ahí adentro en varios formatos, desde 16 milímetros hasta celulares HD, según la estética de cada situación", agrega Mazza, definiendo a la muchedumbre como un personaje coral, colectivo, que "un día se levanta, hace algo y está de determinada manera y después va cambiando, se pelea, se entristece, se pone alegre o sacado". En ese sentido, asegura que se trata de "una fotografía del Uruguay de estos tiempos".

Mazza, que trabaja en publicidad desde hace 17 años, está en otros dos proyectos: A Bordo, un documental sobre una tripulación paraguaya que navega entre Montevideo y Asunción y Nueva Venecia, un largometraje que retrata el modo de vida de una pequeña población de pescadores asentada en el norte de Colombia, entre Barranquilla y Santa Marta, al borde una enorme laguna. Un pueblo que para conseguir agua dulce debe viajar en canoa durante todo un día y fue víctima de una matanza paramilitar hace quince años.

En febrero, el realizador viajará otra vez a Colombia para convivir con ellos y empaparse de su cultura.

Un documental sobre el comportamiento en masa