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Lucía Garibaldi, la uruguaya premiada en Sundance, charló con El País: “Espero que todo se traduzca en trabajo”

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Lucía Garibaldi. Foto: Germán Garibaldi

Entrevista

La directora habla de cómo fue su experiencia en el festival, las sorpresas y sus planes a futuro

Aterrizó el lunes de mañana en Montevideo y aunque descansó, dice que las primeras horas de vuelta en casa no han sido precisamente normales. Las entrevistas no paran porque claro, todos quieren hablar con una muchacha que hizo historia: el domingo, Lucía Garibaldi recibió el premio a mejor director en el Festival de Cine de Sundance por su ópera prima, Los tiburones, la primera película uruguaya en estrenarse en el evento.

En medio de esas horas anormales, ajetreadas y de mucha charla, Garibaldi conversó con El País.

—¿Cómo han sido las horas posteriores a ganar este premio, que supongo habrá sido bastante sorpresivo para vos?

—Sí, fue totalmente inesperado, incluso pensamos que podía ser que nos avisaran si ganábamos, eso es algo que se da. Aparte como subían al escenario personas con el discurso armado, ahí imaginamos: “listo, les deben haber avisado, entonces no ganamos nada”.

—¿Nunca se te ocurrió hacer un discurso por las dudas?

—No, por eso cuando subí no sé ni lo que dije (se ríe). No, no me esperaba nada. Aparte hay dos premios principales que son mejor película, y después dirección. Y después hay unos premios opcionales que da el jurado, que pueden ser al guion, a la fotografía, a la actuación, y pensamos que en caso de ganar algo, íbamos a ganar algo de eso. Incluso habíamos visto películas que competían con nosotros, y algunas en la primera escena se gastaban el presupuesto entero de la nuestra. Estábamos bastante seguros de que no iba a pasar nada.

"Estábamos bastante seguros de que no iba a pasar nada"

Lucía GaribaldiSobre "Los tiburones" en Sundance

—En los videos de la ceremonia parece haber un montón de gente gritando por su premio. ¿Quiénes eran?

—Seguro somos nosotros, que éramos cuatro pero gritamos como unos exagerados. Fue horrible de vergüenza, me acuerdo que gritamos mucho. Y probablemente colegas brasileños, amigos que nos hicimos ahí. Igual hay una atmósfera muy positiva, no hay una cosa muy de competencia en Sundance. Es todo bastante relajado, la gente está feliz, estar ahí ya es un logro, y después el premio no significa tanto, me parece. Está buenísimo, pero ya estar seleccionados es muchísimo.

—El premio sí se vuelve algo relevante a los ojos de los demás. Porque además de ser un galardón inédito para el cine uruguayo, es muy importante que el premio se lo lleve una directora mujer, en plena temporada de premios en que se exige presencia femenina.

—Sí, evidentemente, como pasa en todos los ámbitos del arte y de la vida. Cuando gana una mujer, a mí me llena de orgullo siempre. Igual había una presencia femenina fuerte en Sundance: es un festival muy alternativo, moderno, abierto y con ganas de cambiar las cosas.

—¿Qué te sorprendió más del festival?

—El escenario. Yo no conocía la nieve, y es espectacular. El escenario me volvió loca, aparte está todo el mundo esquiando, te subís al ómnibus y están todos vestidos para esquiar y parecen extraterrestres, astronautas, no sé qué parecen. Respecto a la película en sí me sorprendió la empatía que tuvieron con el personaje y con el sentido del humor. Yo no sabía que los norteamericanos podían conectar así con un sentido del humor tan particular y, creo, uruguayo, mío. Pero conectaron, se reían, y eso no sé si pasa siempre; en Brasil no pasó. Eso fue una grata sorpresa.

—Las reseñas de Los tiburones coincidían en destacar la fotografía, un tono divertido y eso de que la película te genera algo que no sabés bien qué es.

—Sí, eso es lo que a mí me gusta, es relindo. Es un personaje muy ambiguo, la película juega a la ambigüedad y a que uno saque las propias conclusiones, y le genera eso al espectador. Yo con lograr eso ya estoy feliz, porque te la llevás un ratito. El último día se me acercó una jovencita y me dijo: “Me quedé pensando en tu película unos días”, y eso es lindo. Y es una película muy femenina, las atraviesa más a las mujeres que a los hombres, o es mi percepción hasta ahora. Supongo que es porque la hice yo y porque es sobre una mujer. De hecho, empecé a entender la película que hice a partir de las críticas de los otros. Es divino eso.

—¿Cómo la entendés hoy?

—Bueno, antes estaba muy metida y no lograba abstraerme, no sabía si lo que había hecho estaba bien o mal, si funcionaba o no, si transmitía. Ahora entiendo qué funcionó, qué no funcionó tanto, entiendo… (Piensa) Entiendo que no es una película que va por lo anecdótico, sino más por lo climático y de construcción del personaje. Ahora están como psicoanalizando al personaje, y empiezo a entender cómo la ven.

A futuro

¿Qué hay en los planes de Garibaldi y qué se viene para “Los tiburones”?

“Presión no siento. Me siento extraña con el tema de la exposición, evidentemente no estaba acostumbrada y ahora hay como un foco en mí con el que capaz no me siento muy cómoda”, dice Lucía Garibaldi pensando en cómo todo esto -el premio y su repercusión- afecta y afectará su vida profesional. “Pero entiendo que es parte de todo, y estoy disfrutando mucho muchos momentos. Mostrar la película, acompañarla, estar ahí respondiendo las preguntas. Todo eso me resultó hermoso. Y espero que todo se traduzca en trabajo, en posibilidades para hacer mi próxima película. Eso es lo que me importa. Y no pienso en la presión ni nada porque no soy muy consciente, todavía no entiendo bien lo que pasó”, señaló.

Por delante, Garibaldi tiene dos proyectos. Uno es Mirame, Roberto, mirame, en una fase todavía muy inicial. El otro, más desarrollado, es La última reina, película por la que estuvo en Madrid, participando del Curso de Desarrollo de Proyectos Cinematográficos Iberoamericanos. “Estuve ahí escribiendo dos meses, con un tutor espectacular, Michel Gaztambide. La película creció y ahora estamos tratando de producirla; quisiera que no se demorara mucho”, dice y agrega: “Sí que espero que todo esto sirva para filmar y no demorar tanto. Filmar y hacer las películas es lo que quiero, me parece que es lo que está bueno para el mundo y para mí”.

En cuanto a Los tiburones, espera poder participar en algún festival en los próximos meses. Lo oficial es que su ópera prima se estrenará a fines de abril, en el marco del Festival de Cinemateca. “Nos invitaron y nos pareció relindo, porque todos crecimos metidos adentro de la Cinemateca. Es como cerrar un ciclo que tiene sentido”, dice Garibaldi, que espera para mayo poder estrenar el film en salas comerciales.

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