Con "Búsqueda implacable" (2008) Liam Neeson descubrió un filón de héroe de acción tardío, aunque él asegura que siempre fue "un actor muy físico".

A los 62 años, Neeson sigue explotando ese filón en films como Run All Night, dirigida por Jaume Collet Serra y que a Uruguay llegue probablemente en abril.

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Quienes aún lo tengan en la retina como el líder revolucionario irlandés Michael Collins o el Oskar Schindler de la película de Spielberg puede costarles asimilar esta transformación, pero Neeson asegura que la pasión por la acción física le viene de lejos.

"De joven me dediqué al boxeo —actividad que le dejó una nariz rota para el recuerdo— y siempre he sido un actor muy físico", afirma. "La acción es muy divertida, la paso bien y me da la oportunidad de trabajar con mi especialista, Marc Vanselow. Ya hemos hecho 17 películas juntos, y con Jaume, llevamos tres ya. Me gusta repetir con la misma gente, construyes relaciones de verdadera confianza".

Collet-Serra lo dirigió por primera vez en Desconocido (2011) y repitió el año pasado con Non Stop, ambas de acción, la primera con más dosis de misterio —Neeson interpreta a un hombre que despierta de un coma y no recuerda quién es—, y la segunda más trepidante, con una bomba a punto de estallar en un avión.

En Run All Night, recién estrenada en Estados Unidos y que llegará a Latinoamérica el mes que viene, Neeson interpreta a Jimmy Conlon, un veterano asesino a sueldo que ha trabajado toda su vida para un mafioso local (Ed Harris), con quien mantiene una relación de lealtad absoluta.

Las cosas se tuercen cuando su hijo Mike (Joel Kinnaman) se ve implicado en el asesinato del hijo del mafioso y Jimmy, que desde hace años se mantenía alejado de él, dispone solamente de una noche para salvarlo de la muerte segura.

"Mi personaje abandona a su hijo para no influir en él, no quiere contagiarlo moralmente por su profesión, que básicamente consiste en matar gente por encargo", explica Neeson.

"Pero a lo largo de la película se da cuenta de lo que se ha perdido y busca un tipo de redención", añade el actor, que define esta película como una especie de western urbano.

La acción dejó de ser patrimonio de actores o actrices jóvenes. Hasta no hace mucho, las secuencias más arriesgadas estaban reservadas para cuerpos con musculatura endurecida por gimnasio y dietas.

Sin embargo, las posibilidades que ofrecen los actuales efectos especiales —además de las últimas novedades en medicina, ejercicios y alimentación—le estiraron los plazos a los actores especializados en películas de acción.

Si en 1999 Keanu Reeves aún lucía su privilegiado físico en la primera Matrix, en 2013 todavía era capaz de realizar una pelea de artes marciales en Man of tai chi.

Y la franquicia Los indestructibles es la prueba más contundente sobre el magnetismo que aún pueden ejercer las veteranas estrellas de acción. Ahí, en esas (hasta ahora) tres entregas, gente como Bruce Willis, Sylvester Stallone, Wesley Snipes, Mel Gibson y hasta Harrison Ford vuelven a correr, patear, pegar y disparar grandes armas, aunque algunos estén cerca de los 70 años de edad.

Hasta un actor con mucho prestigio y que nunca se caracterizó por películas de acción entró al ruedo: Sean Penn. Éste calificaba despectivamente esta tendencia como "geri-action", pero ahora se puso en más o menos la misma piel para Gunman: el objetivo, que se estrenará en Uruguay este jueves.

Pero Neeson, pionero, le da un plus de carisma y gravedad, con su mirada potente, su voz cavernosa y su altura, ya sea haciendo de Papá Noel borracho, como en una de las primeras secuencias del film, o sentado con Ed Harris jugándose su última carta.

"Liam Neeson es mi especialidad", bromea el director que debutó en Hollywood en 2005 con la película de terror La casa de cera —con Paris Hilton en el reparto— y poco a poco se ha hecho su hueco en la industria estadounidense.

"Me he especializado en películas de acción con base dramática, no muy caras y que funcionen en taquilla", dice ya más en serio.

"Es un tipo de proyecto que los estudios hacen cada vez menos y que se levantan más con coproducciones internacionales, pero me siento muy cómodo en ellos", precisa. "Neeson es un actor maravilloso", dice Collet-Serra, "le gusta mucho trabajar la acción y obviamente clava cualquier tipo de escena dramática", escenas que en esta película tienen más peso que en las precedentes.

Con Neeson y Harris enfrentados, prosigue el director, muchas veces el trabajo se resolvía en la primera toma. "Mis indicaciones eran muy simples y directas, de ritmo de la escena más que nada. El trabajo es previo con el guión y cuando me siento a dirigir, muchas veces me limito a apuntar la cámara y que esté en foco".

El irlandés, un pionero en esto de la acción de veteranosEFE / MAGDALENA TSANIS