Con aproximadamente 17.000 entradas vendidas previamente para la película, 50 sombras de Grey se convirtió en uno de los más rotundos éxitos cinematográficos de los últimos años.

El año pasado, la sorpresiva muerte del actor Paul Walker generó una inusual expectativa ante la séptima entrega de las aventuras motorizadas de la franquicia Rápido y furioso. Eso llevó a que unas 8.000 entradas de cine se vendieran anticipadamente.

Las aventuras sexuales y románticas de los personajes creados por la escritora británica E.L. James, dejaron en evidencia que el sexo vende bastante más que autos tuneados y rápidos. Al menos en este caso.

Anteayer, cuando la película tuvo su estreno mundial en el Festival de Berlín, las críticas fueron impiadosas. De acuerdo a lo informado por varios diarios, la película generó risas en vez de excitación: "Muchos de los presentes se echaron a reír en las escenas con los diálogos más melodramáticos, la mayoría de ellos tomados del mismo libro", relató la agencia sobre la proyección de 50 sombras de Grey", según el diario El Comercio.

Ayer la película desembarcó en Uruguay, luego que el libro vendiera unos 60.000 ejemplares en el país, otra cifra inusualmente grande para el mercado local.

James, en tanto, debe mirar con satisfacción la enorme repercusión de sus trilogía. Como escribe la periodista española de El País de España Claudia Arango Holguín: "Con cien millones de copias vendidas en todo el mundo (seis de ellos en castellano: cuatro millones en España y dos en Latinoamérica) y traducida a más una cincuentena de idiomas, la trilogía de E.L. James abrió una senda de récords que también aspira a recorrer la película".

Es poco probable que la película llegue a batir récords, pero a esta altura es (casi) lo de menos. El éxito ya está asegurado.

Fiebre por ver a los personajes del libro en la pantalla