Clásico

"Shane, El desconocido" está en el servicio de NsNow y es una película que sigue tan vigente como antes

Aunque puede empalidecer frente a westerns más maduros de su época que analizan el papel del héroe, Shane (estrenada en Uruguay como El desconocido) es una joya. Está claro que ese desconocido que interpreta Alan Ladd parece ser más simple lo que estaba haciendo Ford con John Wayne o Anthony Mann con James Stewart pero está a la altura de algunos de esos clásicos.

En definitiva, también está reflexionando sobre la necesidad de un héroe casi mesiánico que venga a salvarnos pero lo hace desde el lugar de la inocencia perdida. Es así que nuestra mirada es la del pequeño (Brandon De Wilde) de la familia de pioneros que, acosada por un terrateniente vecino recibe la ayuda de un señor rubio con la cara y la altura de Alan Ladd.

El director George Stevens, un veterano que estaba trabajando desde el cine mudo (y que venía de ganar un Oscar por Ambiciones que matan; luego ganaría otro por Gigante), cuenta la historia de la manera más tradicional y sabe cómo manejar la emoción. .

La idea de un paraíso vulnerado por el mal y que debe ser recuperado, está presente desde la primera imagen, con esa especie de utopía del oeste americano. Ladd, como algunos de los héroes del western, representa la civilización y el orden. Eso lo diferencia del marginal Ethan Hunt que Wayne compone para Más corazón que odio o el vengativo James Stewart de, precisamente, Hambre de venganza.

Y no hay mejor escena final que esa en la que el niño gritando “Shane” reclamándolo, está reflejando la súplica de nosotros, cuando somos conscientes que vivimos en un mundo sin héroes.