Es curioso. Uno supondría que tras cumplir sesenta años, un actor comienza a elegir papeles más "tranquilos", que lo obliguen en todo caso a un mayor compromiso dramático, pero en los que el despliegue físico tienda a detenerse. Eso es exactamente lo contrario de lo que ha hecho Liam Neeson.

Ya había hecho antes algunos héroes de acción, y en la "nueva" trilogía de Star Wars, iniciada en 1999, retomó al personaje de Obi Wan Kenobi que antes le tocara a Alec Guinness. También fue un "mentor oscuro" en la trilogía batmaniana de Nolan.

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Sin embargo fue en 2008, con la primera entrega de la (por ahora) trilogía Búsqueda implacable, que Neeson entró de lleno en el cine de acción y violencia. Antes pudo ser Rob Roy u Oscar Schindler. Desde entonces, y no sólo en la trilogía mencionada, sino también en películas como Non Stop: sin escalas (2014), Caminando entre tumbas (2014) y otras, la reiterada imagen de Neeson ha sido la de un hombre que corre por calles y pasillos, hace peligrosos equilibrios en azoteas y tejados, y empuña casi siempre una Glock 9 mm sostenida en posición Weaver (la mano izquierda que cubre la derecha para afirmar el disparo).

La Glock es reemplazada por un 38 especial en Una noche para sobrevivir, película dirigida por el español Jaume Collet-Serra (cineasta con el que ya trabajara en Desconocido y Non stop: sin escalas) en la que interpreta a un asesino a sueldo de la mafia irlandesa de Brooklyn a quien las circunstancias enfrentan de pronto con su jefe (Ed Harris), y a lo largo de la noche del título deberá embarcarse, en una lucha literalmente de vida o muerte, para salvar a su familia en peligro.

Tiro más, personaje menos, es el esquema de la saga Búsqueda implacable o de Non stop: sin escalas, con algún cambio de escenario (esta vez se trata del Nueva York nocturno, no de París, Turquía o un avión en pleno vuelo) y medio centímetro más de espesor en el retrato de los personajes secundarios, cuya interacción con el protagonista posee alguna tridimensionalidad y que se beneficia de las bondades de un elenco interesante: Harris como el jefe mafioso, Vincent DOnofrio como el detective de homicidios a cargo del caso, Nick Nolte en lo que es casi un "cameo" como pariente que tiene algunas cosas desagradables para decir a costa del protagonista. La película merece algún comentario adicional que quizás salga mañana pero desde ya puede adelantarse que funciona competentemente como cine de acción, un dato que no debe sorprender en un film protagonizado por Neeson. El hombre es inteligente y no se rebaja a algo menos que un film de fórmula realizado con eficacia. No es Nicolas Cage, que le dice que sí a cualquier cosa.

Neeson ha confesado que le gustan "los personajes solitarios que a veces toman la justicia por su mano", y que siente una particular atracción por el "thriller" desde su adolescencia, cuando sus ídolos en la pantalla eran Robert Mitchum y Steve McQueen. También ha manifestado su agrado por trabajar nuevamente con Collet-Serra, de quien ha dicho que "pese a su juventud, demuestra ser un gran profesional y con mucha experiencia", y ha elogiado "la búsqueda de locaciones nocturnas neoyorkinas" para el film, a las que considera particularmente adecuadas para el logro de la atmósfera de misterio, peligro e incertidumbre que requería el asunto.

Es seguro que no se equivoca en su valoración del director: Collet-Serra es otro de esos europeos trasplantados a Hollywood que ha sabido insertarse en la industria norteamericana, dando cuenta de un profesionalismo que empezó con las truculencias de La casa de cera (2005) y La huérfana (2009), y creció en ambiciones y presupuesto en Desconocido, Non Stop: sin escalas y esta película. Recientemente se anunció que el español dirigiría una versión fílmica del legendario manga japonés futurista Akira, pero al parecer el proyecto está por el momento estancado.

De todos modos, Neeson es muy consciente de su edad, y cree que a los 65 años debería retirarse del género de acción. "Tal vez me queden dos años más, si la salud me lo permite", asegura. A menos que ocurra algo muy inesperado en su vida, está decidido a no volver a hacer cine de acción después de 2017.

Sea lo que sea que ocurra en su futuro, sus pasos inmediatos apuntan efectivamente a un alejamiento de los "héroes de acción". Ya ha terminado el rodaje de Ted 2, comedia de Seth McFarlane en la que vuelven a aparecer Mark Wahlberg y el insoportable oso de peluche del título, lo cual no es necesariamente un giro a celebrar en la carrera de Neeson.

Puede ser más respetable A Monster Calls, drama dirigido por otro español, J. A. Bayona (el de El orfanato y Lo imposible), acerca de un niño que debe lidiar con la enfermedad terminal de su madre y convoca la ayuda del Monstruo Árbol, personaje incorporado justamente por Neeson. El elenco secundario luce interesante: Felicity Jones, Sigourney Weaver y Geraldine Chaplin.

Lo más llamativo está empero un poco más adelante, y su estreno se prevé para 2016. Se trata de la tantas veces postergada Silence de Martin Scorsese, un drama sobre sacerdotes católicos amenazados por la persecución religiosa bajo el shogunato Tokugawa, en el Japón del siglo XVII, según novela de Shusaku Endo. Se trata de un proyecto viejo y querido de Scorsese, que por una u otra razón siempre le ha quedado pendiente, aunque todo indica que esta vez se saldrá con la suya. Neeson interpreta al protagonista padre Ferreira, y Andrew Garfield (el más reciente Arañita) es su colega el padre Rodrigues. Los acompañan Adam Driver, Tadanobu Asano, Issei Ogata y otros.

Neeson es aquí un veterano agente del servicio aéreo que está pasando una mala racha, marcada por el envejecimiento y el alcohol. Durante lo que debería ser un vuelo de rutina comienza a recibir extraños mensajes que advierten de un peligro inminente, hay razones para sospechar de un complot terrorista, y en algún momento él mismo se convierte en sospechoso. Otro film de Neeson dirigido por Collet-Serra.

Ex policía convertido en detective privado sin licencia (Neeson), es contratado por un "narco" para descubrir a los asesinos de su esposa. Pronto sabrá que ha habido otros crímenes, e iniciará una carrera contra el tiempo para evitar nuevos asesinatos. Escrita y dirigida por Scott Frank sobre novela de Lawrence Block, un film sólido y tradicional, acaso un poco más oscuro y sórdido que el policial típico protagoni- zado por Neeson.

La serie comenzó en 2008, con el secuestro de la hija del protagonista por parte de una organización de traficantes albaneses de personas. Desde entonces para acá las desgracias se han abatido sobre la familia del personaje de Neeson, y han obligado al personaje a tirotearse una y otra vez con gente muy diversa en Europa y Asia. No sorprendería a nadie que hubiera todavía una cuarta entrega de la serie, si queda alguien vivo.

Mañana llega a las carteleras la historia policial “Una noche para sobrevivir”