Publicidad

Una fiesta que siempre cumple

Compartir esta noticia

En primera plana fue la mejor película pero Leonardo DiCaprio por fin tuvo su estatuilla

Aunque no ganó en las categorías esas que motivan pencas y debates, Mad Max: Furia en el camino goleó en la 88 ceremonia de entrega de los premios Oscar, una fiesta marcada -desde la conducción de Chris Rock a un par de viñetas- por la polémica ausencia de actores negros entre los nominados.

La mejor película fue En primera plana de Tom McCarthy que cuenta la historia del equipo del diario Boston Globe que investigó la red de encubrimiento que armó la iglesia católica de Boston para disimular los casos de abusos de menores por parte de sacerdotes; también ganó como mejor guión original. Otra película con un polémico asunto tomado de la historia reciente, La gran apuesta sobre la crisis financiera de la década pasada, ganó mejor guión adaptado.

Pero, en realidad, los Oscar de este año serán recordados como aquellos en los que, finalmente, se le dio un Oscar a Leonardo DiCaprio. El actor iba por su sexta nominación y lo esquivo que le era el premio se había convertido en una broma popular: ya nadie se va a reir de él. Su protagónico como el trampero que vuelve de la muerte en plan venganza sangrienta en Revenant: El renacido es por lejos su papel más demandante y de no darle el premio hubiera sido una gran injusticia.

Revenant: el renacido se hizo con otros dos Oscar: a mejor director (Alejandro González Iñárritu por segunda vez consecutiva, un mérito que solo tenían hasta ahora John Ford y Joseph L. Mankiewicz) y mejor fotografía (Emmanuel Lubezki, por tercera vez consecutiva).

“Hay una frase en el filme que dice que la gente no te escucha cuando ve el color de tu piel”, dijo González Iñárritu. “Así que qué gran oportunidad para nuestra generación para liberarnos de todos los prejuicios y de esta forma pensar y estar seguros de una vez por todas y para siempre de que el color de la piel es tan irrelevante como lo largo que tenemos el pelo”.

El presentador Chris Rock, de participación tirando a deslucida, dedicó gran parte de su presencia en el escenario (en una ceremonia que rondó la tres horas), a tratar ese tema aunque con esporádica gracia.

“Estoy en los Óscar de la Academia, también conocidos como los White people choice Awards. ¿Se dan cuenta de que si nominaran a los presentadores, yo no habría conseguido este trabajo?”, dijo Rock, un comediante que centra mucho de su obra en los vínculos raciales en Estados Unidos.

Rock destacó que ésta ha sido siempre la historia de Hollywood y que en la década de 1960 la gente no protestaba por ello. “Cuando tu abuela colgaba de un árbol, era difícil preocuparse si un corto documental extranjero había sido nominado”. A lo largo de la ceremonia se repitieron gags sobre el polémico tópico en una insistencia un tanto cansadora.

Los premios para Mad Max: Fury Road, dirigida por George Miller, fueron mejor vestuario, diseño de producción, maquillaje, montaje, edición de sonido y mezcla de sonido.

A pesar de que son premios técnicos es un gran mérito para una película de acción que rehizo una franquicia que parecía agotada a mitad de la década de 1980 y que se revitalizó como un espectáculo cinematográfico de esos que nacen para ser clásicos.

Brie Larson, por su papel de madre que vive secuestrada en un cobertizo con su hijo en La habitación, fue la mejor actriz y bien ganado lo tiene.

Sin embargo, las categorías de mejores secundarios no resultaron las más justa del mundo. El británico Mark Rylance está muy bien como el espía soviético en Puente de espías de Steven Spielberg pero parecía más indicado que se reconociera a Sylvester Stallone por su conmovedor regreso como Rocky Balboa en Creed

Y como mejor actriz secundaria parece un poco prematuro que se lo haya llevado Alicia Vikander por La chica danesa; uno hubiera preferido un reconocimiento a Jennifer Jason Leigh por Los ocho más odiados. La película de Tarantino, eso sí, le dio un demorado primer Oscar al compositor italiano Ennio Morricone.

Aunque la colombiana, El abrazo de la serpiente, no se llevó el Oscar a la mejor película extranjera (fue para la húngara El hijo de Saúl), América Latina sí tuvo su premio: la chilena Historia de un oso de Gabriel Osorio Vargas y Pato Escala Pierart fue el mejor corto animado. Es la primera vez que Chile consigue un Oscar.

El saldo final fue bueno y más de lo mismo pero así es todos los años. A la ceremonia le sobraron un par de momentos, pero los premios, que de eso se trata, fueron a donde se esperaba que fueran. Y todo el mundo contento.

PREMIOS OSCAR 2016FERNÁN CISNERO

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad