Publicidad

En "Un tal Eduardo", un poeta es contado por sus apóstoles

Compartir esta noticia
Un tal Eduardo

CRÍTICA

El nuevo documental de Aldo Garay retrata a Eduardo Franco, líder de Los Iracundos

Un tal Eduardo
Vea el tráiler de "Un tal Eduardo"

El protagonista de este documental sobre el líder de Los Iracundos, no es Eduardo Franco, a pesar de que la película se llame Un tal Eduardo. A Aldo Garay le interesa más el impacto que tuvo Franco en la vida de ocho historias personales.

Garay prefiere hacer hablar a sus protagonistas. Son, como se avisa desde el comienzo, algunas de las tantas historias marcadas por el legado de Eduardo Franco.

Entre ellos están Dana y Gissella, respectivamente, la viuda y la hija de Franco; Victor Hugo Azañero, un peruano que peregrina desde su país a Paysandú una vez al año; Velarde Gil, un escultor que hace estatuas de tamaño natural y tirando a fantasmales; su peluquero; un amigo al que Franco le recita versos; un fanático que tiene un programa semanal con su música. Entre ellos va armando un puzzle (a lo Ciudadano Kane) de un personaje popular y enigmático.

La película se inicia con la ceremonia con la que, en el Cementerio Central sanducero, se recuerda todos los 1° de febrero el aniversario de la muerte de Franco que ocurrió en 1983 por un cáncer linfático; tenía 43 años. Desde allí, se instala la idea de Franco como un personaje religioso: hablan un diácono y un sacerdote y su imagen saludada como un icono católico, Garay revela un aspecto místico tras la figura de Franco. En ese sentido, la historia está contada por algunos de sus apóstoles que dan testimonio de su

La película tiene pasos de comedia, momentos muy emotivos y algunas confesiones de esas que Garay siempre consigue de sus entrevistados. Es muy interesante, por ejemplo, el uso del encuadre para revelar asuntos que sus protagonistas no dicen.

Es un documental de cine. Y ese es uno de los principales atractivos de Un tal Eduardo porque Garay no solo tiene buen oído sino que principalmente, una mirada comprensiva, sí, pero no inocente. Y muy cinematográfica.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

cine

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad