Fin de semana
Dos películas distintas, "Frantz" y "Ready Player One", pero muy interesantes
A un gran director hay que juzgarlo por sus buenas películas
Conviene no sacar conclusiones sobre Francois Ozon por alguna de sus películas. Por ejemplo, por su último estreno, El amante doble, un confuso menjungue entre Hitchcock, Cronenberg y 50 sombras de Grey. Mejor es conocerlo por sus mejores momentos. Uno de ellos puede ser En la casa o este Frantz sobre romance improbable entre francés y alemana en tiempos rencorosos que siguieron a la Primera Guerra Mundial. El Frantz del título es un soldado alemán muerto en la guerra a cuya casa (donde viven sus padres y su novia/viuda) cae de visita un exsoldado francés que dice haber sido su amigo. Hay mentiras en la vuelta en esta película en blanco y negro con toques de color.
Una aventura en realidad virtual en un futuro no tan lejano
Este año, Steven Spielberg mostró, con diferencia de semanas, las dos caras de su cine. Primero estrenó, The Post, una película histórica sobre un caso de encubrimiento gubernamental en la década de 1960 que entendió urgente para tiempos de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Y al rato estrenó esta Ready Player One, una adaptación de una novela juvenil llena de imaginación, aventura y efectos especiales. La película transcurre en un futuro no muy lejano en el que todos estamos conectados a la realidad virtual. Un magnate lanza una competencia para convertirse en el rey de ese mundo paralelo y a ese aventura se entrega un muchacho bueno y de pueblo.