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David y Goliat en medio del desierto de Mojave

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Psicópata suelto en el desierto.

El tiburón de las finanzas (Michael Douglas) miente ostensiblemente cuando afirma que tiene un permiso especial para cazar una especie exótica, y el obviamente sobornado comisario local finge creerle.

A partir de ese momento, Douglas y un joven guía (Jeremy Irvine) se internan en el desierto de Mojave en pos de la ansiada presa.

A cierta altura algo sale terrriblemente mal (no conviene dar muchos detalles en una nota como ésta), y los papeles cambian drásticamente . Douglas sigue siendo el cazador, pero el objetivo cambia. Por razones que, se insiste, no conviene adelantar, el potentado decide que le conviene desembarazarse de su guía, y éste se convierte en el blanco.

La historia es clásica, claro: el juego de gato y ratón que Ernest Schoedsack y Merian Cooper hicieron jugar ya a Leslie Banks y Joel McCrea en El malvado Zaroff (1932), la desesperada lucha por la existencia que el cazador Cornel Wilde encaraba en La prueba del león (1964), más cerca el ejercicio vertiginoso en que se embarcaba el protagonista de Apocalypto (2006) de Mel Gibson para salvar a su familia de las malas intenciones de una tribu maya. El juego más peligroso. La caza del hombre.

El problema es que el film tiene su idea básica (el cazador y la presa, en medio del calor del desierto) y poco más. Le falta al guión, que proviene de una novela del fallecido Robb White filmada hace 40 años para la televisión, una consistencia en su encadenamiento de sus peligros, un diseño de personajes más firme, un esmero (si se quiere) por lograr cierta suspensión de al incredulidad.

Cuando el personaje de Douglas es verbalmente definido como uno de los mejores cazadores del planeta, cuya plantilla de trofeos incluye elefantes y rinocerontes, pero actúa como un colosal incompetente para terminar con una víctima a la que razonablemente debió borrar del mapa en diez minutos, y especialmente cuando en sus tramos finales el libreto apela a giros tan viejos en el género que ya tendrían que estar prohibidos, el interés se va y no vuelve. Hay un esmero en el trabajo del fotógrafo Russell Carpenter (que persigue cierto realismo en lugar de la pura belleza del encuadre) y algún esfuerzo en la interpretación de Jeremy Irvine. Douglas hace de psicópata en piloto automático.

SABER MÁS

DUELO AL SOL [w]

Estados Unidos 2014. Título original: Beyond the Reach. Guión: Stephen Susco, sobre novela de Robb White. Fotografía: Russell Carpenter. Música: Charles M. Barsamian. Producción: Furthur Films/Mountainair Films. Elenco: Michael Douglas, Jeremy Irvine, Patricia Bethune, Hannah Mangan Lawrence, Ronny Cox, Martin Palmer, David Garver.

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Psicópata suelto en el desierto.

CRÍTICA DE CINE

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