CRÍTICA
Angelina Jolie y Elle Fanning regresan como las protagonistas en la continuación de "Maléfica" que suma a Michelle Pfeiffer al variado elenco
No era una tarea sencilla continuar una historia que se resolvía en una sola entrega y mostraba el lado no tan malvado de la gran villana de Disney. Maléfica: dueña del mal consigue superar a su primer película gracias a una buena historia, un genial diseño de producción y sus dos protagonistas de peso como lo son Angelina Jolie y Michelle Pfeiffer.
El noruego Joachim Rønning (encargado junto a Espen Sandberg de la última entrega de Piratas del caribe), toma las riendas que dejó Robert Stromberg y le da una vuelta de tuerca a la temible Maléfica, mostrando los orígenes de su raza, así como otros detalles que no vale adelantar.
Igualmente es una historia infantil donde los malos son un tanto predecibles y la resolución final es algo simple y edulcorada.
Cinco años después de la primera entrega, Maléfica (Jolie) sigue siendo señalada como la mala de la película, y no una víctima del Rey Estéfan. Pese a eso, ahora tiene una relación maternal con Aurora (Elle Fanning) quien está por casarse con el Príncipe Felipe. Los padres del chico son agua y aceite. El Rey John es el típico monarca de Disney y busca la paz con el Páramo, ese lugar en el que habitan hadas y criaturas mágicas; bastante distintos son los planes de Ingrith, quien se viste como la gran Cersei Lannister de Game of Thrones, es alérgica a las flores y parece que a todo lo que no sea humano.
Estados Unidos, 2019.
Título original: Maleficent: Mistress of Evil.
Diseño de producción: Patrick Tatopoulos.
Duración: 118 minutos.
Y cuando la pareja de príncipes decide anunciar su matrimonio, comienzan los roces entre humanos y hadas. Hay una intriga, alguna maldición echada y varias mentiras que comienzan a aflorar, mientras Maléfica realiza un viaje de autoconocimiento sobre ella y sus iguales.
Un cuidado diseño de producción (el mundo de las hadas oscuras es maravilloso), buenos efectos visuales y este personaje central que ha demostrado ser más héroe que villano, son los puntos más fuertes de esta aventura para toda la familia.