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La misma crisis vista de otra forma

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Todos quieren beneficiarse de la crisis inmobiliaria. Foto: Archivo El País

La crisis financiera de Estados Unidos, causada por la burbuja inmobiliaria de 2007, ha inspirado ya varias películas, como Trabajo Confidencial (Inside Job) Wall Street 2: El dinero nunca duerme, entre otras. Al ver la descripción de La Gran Apuesta es fácil preguntarse, ¿otra más sobre la crisis? Sí, pero enfocada de una forma inédita.

El film dirigido por Adam McKay, basado en el libro del mismo nombre de Michael Lewis, se centra en aquellos que anticiparon que la burbuja financiera iba a explotaría tarde o temprano y se beneficiaron gracias a ello.

En el 2005 Michael Burry (Christian Bale), un asesor financiero excéntrico pero brillante, notó que los pagos de las hipotecas de las personas con los ingresos más bajos se estaban incupliendo y previó que si un relativo pequeño número dejaba de pagar, todo el sistema entraría en default. Entonces decidió "apostar" en contra de las hipotecas, comprando unos bonos que obligaban a los bancos a retribuirle si esas hipotecas se dejaban de pagar.

Esa movida causó olas en Wall Street y así el equipo de inversores de Mark Baum (Steve Carell) y dos muchachos con un poco de plata y buenas ideas, Charlie Geller (John Magaro) y Jamie Shipley (Finn Wittrock), ayudados de un corredor de bolsa reconvertido en naturista Ben Rickert (Brad Pitt), hicieron lo mismo que Burry. A eso se lo llamó "Default Swaps". Jared Vennett (Ryan Gosling) es el encargado de venderles los "swaps".

La explicación en dos párrafos de la trama parece sumamente reduccionista para lo compleja que es la película, que de forma sencilla logra explicar hasta los términos económicos más difíciles (CDOs sintéticos e Hipotecas Subprime).

Ese es el gran mérito de McKay como director. A una velocidad récord —todos parecen haber tomado mucho café— explica una trama intrincada, con intervenciones divertidas como la de Margot Robbie desnuda en una bañera, tapada por burbujas, explicando uno de los términos.

Al leer la filmografía del director eso tiene sentido. McKay dirigió El Reportero (una comedia con Will Ferrell) y videos cortos de Funny or Die, un sitio web de comedia. Es cierto que no son obras maestras, pero sí dan la pista de que este director tiene claro cómo hacer humor y cómo hacerlo rápido.

Tal vez en lo que falla es en lograr que los personajes generen empatía, porque al fin y al cabo lo que quieren es enriquecerse a costa de un sistema defectuoso, a excepción de Mark Baum, que se enfrenta a un dilema moral. Ninguno es un héroe, pero a pesar de eso hinchamos por ellos.

A pesar de eso, La Gran Apuesta, es una película muy inteligente, dinámica, divertidísima e innovadora. Su estilo híbrido entre Funny Or Die, House of Cards y The Office, sumada a excelentes actuaciones la hacen una gran candidata a arrasar en los Premios Oscar.

La gran apuesta [*****]

Estados Unidos 2015. Título original: The Big Short. Director: Adam McKay. Guión: Adam McKay y Charles Randolph. Fotografía: Barry Ackroyd. Basado en: The Big Short de Michael Lewis. Con: Christian Bale, Ryan Gosling, Brad Pitt y Steve Carell.

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Todos quieren beneficiarse de la crisis inmobiliaria. Foto: Archivo El País

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