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Cinemateca exhibe "Mamá era punk", un documental sobre la generación de los 80

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Mama era punk

Recuerdo

Va hoy a las 21.15 y es un homenaje a Andy Adler el compositor de la banda sonora que falleció en julio de este año

Mama era punk
Andy Adler, atrás con boina y lentes, en el rodaje de Mamá era Punk

Si los recuerdos, se sabe, son siempre difusos y poco confiables, algunos de la segunda mitad de la década de 1980 montevideana son particularmente difusos y poco confiables. La exhibición, hoy en Cinemateca Uruguaya de Mamá era punk, un documental de 1988 que deja registro de aquellos años mozos, podrá servir como un ayudamemoria de algunas cosas que hicimos, otras que pensábamos y hasta cómo nos veíamos -spoiler: tan niños- algunos integrantes de cierta cultura joven en la salida de la dictadura.

La función en Cinemateca a las 21.15 servirá como homenaje a Andy Adler, el guitarrista uruguayo que creó la banda sonora de la película y falleció el 10 de julio. Adler tocó en los primeros Estómagos, La Tabaré, Chicos Eléctricos y tuvo una carrera solista interesantísma que nunca consiguió despegar. En Mamá era punk lo acompañan Los Inadaptados de Siempre, la banda en la que militaban los por entonces Cadáveres Ilustres Orlando Fernández y Rafael del Campo.

Adler, un estadounidense uruguayo que es fundamental para entender esa etapa y la siguiente del rock nacional, espeta en Mamá era punk un “Adiós, garra charrúa” en un plano general de una tribuna del Estadio Centenario. Esa frase y ese zoom sintetizan mucho del descreimiento de aquella generación, un sentimiento no muy original pero que entonces nos resultaba inédito.

El fantasma del exilio como una opción económica y también cultural es uno de los temas recurrentes en el documental que consigue contar mucho en poco más de media hora. La película fue exhibida en horario central por Canal 10.

El propio documental contradice la idea general que dejan algunos testimonios. Aunque hay una suerte de tristeza bien uruguaya en algunos de los protagonistas, que haya existido la película y muchas cosas que muestra parece contradecir esa apatía. En Mamá era punk hablan músicos, poetas, artistas plásticos, graffiteros (¡Pepi dibujando su “Polizonte”!), escritores, diletantes y (proto)periodistas que revelan un estado más fermental que abúlico.

Algunas de las intervenciones, además, ocurren en talleres de artes plásticas (el de Clever Lara, por ejemplo, tremenda usina cultural) o en eventos como Arte en la lona, el Woodstock que le tocó a los veinteañeros rockeros uruguayos. Fue un festival multicutural en el Palermo Boxing Club presentado aquí en un montaje que transmite mucho de su esencia anárquica, creativa, vistosa, entusiasmante.

Hay otros documentos de época como la actuación del grupo Clandestino en el jardín del Museo Nacional de Artes Visuales, que terminó con el procesamiento de su cantante por vilipendiar al Estado uruguayo y sus representantes. O Estómagos cantando “Frío oscuro”. O un grupo de editores de “revistas subte” que revelan algunas contradicciones internas del “movimiento”.

Guillermo Casanova —quien luego dirigiría éxitos locales como El viaje hacia el mar— combinaría esos documentos con entrevistas, análisis sociológicos (a cargo de Rafael Bayce), algo de ficción, un número de danza, estética de videoclip y una imaginación tan ochentera que no se puede creer.

¡Y, claro, esos peinados!

dato

La función de hoy

Hoy a las 21.15 se exhibe en Cinemateca Uruguaya Mamá era punk, con una presentación a cargo del director del documental Guillermo Casanova; el productor periodístico Gerardo Michelín y el compinche de Andy Adler en Chicos Eléctricos, Gabriel Barbieri. La función es un homenaje a Adler, el guitarrista (Estómagos, La Tabaré, Chicos eléctricos) que falleció el 10 de julio y se encargó de la banda sonora de Mamá era punk. Las entradas salen 280 pesos y es gratis para socios de Cinemateca.

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