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El cine aprende a hablar en chino

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"El tigre y el dragón" fue la primera de una tendencia de cine chino en Hollywood. Foto: Difusión

El rol de China en el cine no para y encima la película china Lejos de ella es la mejor del año.

Son dos fenómenos absolutamente distintos, pero en conjunto pintan un panorama —generalista pero suficiente— que refleja el estado del cine mundial en 2016.

Los dos están vinculados, al cine chino, en particular, y al cine asiático en general. No es nuevo pero, principalmente para el negocio del cine, es una realidad creciente.

Lo más notorio está en el cine que vemos en todo el mundo: la industria del blockbuster de superhéroes, de distopías adolescentes, de acción y de franquicias está cada vez más impregnada por el dinero y el gusto del público chino. Eso se ve en guiones, estrellas occidentales y orientales y que ya están dirigiendo y produciendo algunas de esas de acción con autos apurados.

Y también está la supremacía asiática (principalmente de Corea del Sur, Japón y China) en el plano artístico: de ese lado del ancho mundo se están haciendo obras maestras. El cine asiático es el más inquieto y eso está claro en las cosas que hace gente como los coreanos Bong Jon-ho y Park Chan-wook, los japonés Hitoshi Matsumoto y Naomi Kawase o los chinos Hou Hsiao-hsien y Edward Yang. Algunos de ellos tienen más de 20 años de carrera.

Con ánimo de amar del chino Wong Kar-Wai fue ubicada en una encuesta mundial de especialistas segunda entre las mejores películas del siglo XXI (la primera fue El camino de los sueños de David Lynch). Y en las listas de mejores películas de 2016 realizadas por la crítica internacional, entre otras unanimidades están The Handmaiden de Park Chan-wook, Right Now y Wrong Then del también coreano Hong Sang-Soo.

Además, la mejor película estrenada en Uruguay es Lejos de ella (foto), la última de Jiang Zankhe, un director chino que desde el año 2000 viene retratando el derrotero social, económico e individual de la nueva China.

Se puede rastrear todo ese proceso en una serie de películas (casi todas exhibidas fugazmente en Uruguay) que comenzó en el 2000 con Plataforma y, con escalas siempre interesantes, llega a este Lejos de ella (que en Uruguay distribuyó Enec) que explícitamente transcurre en tres Chinas: la del 2000, la de 2015 y la de 2025 a partir de la historia de una mujer, su vínculo con dos hombres y, finalmente con un hijo, que encima se llama Dólar. Se inicia y se cierra con coreografías de "Go West" de Pet Shop Boys en un tono que pasa de optimista a melancólico que es como quizás se sientan algunos chinos ante tanto sacudón ideológico.

Jiang que ha sabido filmar a la clase obrera china, acá muestra la desorientación personal como daño colateral de un sistema que dio un giro abrupto. Las suyas no son películas explícitamente políticas ni particularmente populares.

Una industria tomada.

El tigre y el dragón, de 2003, debe ser vista hoy como uno de las primeras sinergias sino-hollywoodenses: ganó cuatro Oscar y le dio al mundo un atisbo de lo bien que estaban haciendo el cine de artes marciales y de cómo podía aprovechar ese recurso. Hoy, todas las películas de acción de Hollywood incluyen coreografías salidas de esa usina. Así, aquella fantasía de espadachines voladores en la película se volvió influyente.

La industria del cine de Hollywood encontró en China el mercado de clase media con ganas de entretenerse en el cine que ha perdido en su propio país. Se espera que en 2018 el chino sea el mercado cinematográfico más importante del mundo, rompiendo el invicto eterno de Estados Unidos.

Hay un cine que ya está ganando: muchas películas (Warcraft, Titanes del Pacífico, la última Terminator) han sido un fracaso comercial y crítico en el resto del mundo menos en China, y toda la saga Marvel hace el 10% de su recaudación mundial en ese mercado. Eso obligará a todos a ver secuelas en escenarios y con personajes chinos.

El público chino tiene una afición por esa clase de película-espectáculo de las que solo pueden ver 34 debido a la cuota impuesta por el gobierno. Con eso les alcanza y sobra. Están buscando construir sus propios estudios cinematográficos en una tendencia ya conocida de hacer lo que otros hacían, quizás mejor, y seguro más barato.

Si una película de un director joven como Ang Lee protagonizada por estrellas chinas, El tigre y el león, fue el inicio de una tendencia, está claro que una película china con una estrella estadounidense y dirigida por el maestro de la generación anterior, debería ser la consagración del intercambio.

Es así que para el año que viene se espera el estreno mundial de La gran muralla de Zhang Yimou con Matt Damon al frente de un batallón de la china imperial.

Damon, una de las estrellas más grandes de China, haciendo de guerrero en una historia que transcurre en tiempos feudales. Vaya manera de resumir una tendencia que está cambiando la forma en que se arma la industria del cine. Y eso lo notaremos todos.

El hombre que quiere dominar la industria.

El gran protagonista de esta revolución industrial del cine es Wang Jianlin, el hombre más rico de China, propietario de Dalian Wanda, conglomerado con intereses varios. Uno de ellos es el cine, no solo produciendo (a través del sello Legendary, el de la última Jurassic Park, por ejemplo) sino de la exhibición (está a punto de convertirse en la mayor cadena de Estados Unidos y ya es el más grande de Europa). Acaba de comprar Dick Clark Productions, la dueña de los derechos de los Globo de Oro, entre otras cosas. Y tiene ideas claras.

"Esas secuelas que hace Hollywood pueden haber funcionado antes, pero las audiencias chinas son más sofisticadas ahora", dijo Wang. "Si quieren participar en el mercado chino, hagan mejores películas".

OTRAS TRES PELÍCULAS DEL AÑO.

La llegada - Dennis Villeneuve

Después de diagnosticar el estado de su sociedad en películas como Polytechnique, Incendios, La sospecha, Enemy y Sicario, el canadiense Dennis Villeneuve aporta la solución con La llegada. Allí cuenta con inspiración de Kubrick, la llegada de unos extraterrestres y la tarea de una lingüista (Amy Adams) que intenta entenderlos. De fotografía destacada, la película confirma la relevancia de Villeneuve quien el año que viene estrena Blade Runner 2049.

El abrazo de la serpiente - Ciro Guerra

En un buen año para el cine latino, el film estelar fue la tercera película del colombiano Ciro Guerra, cineasta decidido a registrar cada rincón de las regiones de Colombia. Aquí revisa las raíces históricas -y por lo tanto culturales, políticas y económicas- basado en los libros de viajes de dos científicos extranjeros que visitan la Amazonia en busca de un fruto sagrado. Son guiados por un misterioso chamán, primero en 1909 y luego en 1940.

El divorcio de Viviane Amsalem - Shlomi y Ronit Elkabetz

Tercera parte de la trilogía dirigida por los hermanos Elkabetz acerca del lugar de la mujer en Israel, protagonizada a lo largo del tiempo por el matrimonio Amsalem. Brillante despedida de la fallecida Ronit Elkabetz, que también interpreta al personaje principal (junto al gran Simon Abkarian). El relato en forma de bucle exaspera y revuelve en lo absurdo de un sistema judicial religioso y machista, incluyendo dosis de humor.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
"El tigre y el dragón" fue la primera de una tendencia de cine chino en Hollywood. Foto: Difusión

PELÍCULASFERNÁN CISNERO

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