Una docena de locaciones montevideanas tendrá la película Migas de pan, de la directora uruguaya Manane Rodríguez, que en estos días se está rondando en Punta de Rieles y otras zonas de la ciudad.

La película tiene por protagonista a la prestigiosa actriz argentina Cecilia Roth, que por estos días está en Montevideo, incorporada a un trabajo cinematográfico que ella define como por próximo a su biografía y su trayectoria.

Es que la película, que se estrenaría el año próximo en España, Argentina y Uruguay, aborda un tema tan duro como vigente: la violencia sexual sufrida por presas políticas en la dictadura y los dilemas que hay que enfrentar cuando, años después, el silencio se rompe y denunciar pasa a ser una posibilidad colectiva.

Esta película transcurre en dos tiempos (el pasado de los hechos y el presente de la revisión) y en dos geografías, Galicia y y el Río de la Plata. En ese sentido, como la propia biografía de Roth, Migas de pan tiene un pie en cada lado del Atlántico. "Esta película no me vincula a mi propia experiencia vital, pero sí a la experiencia de una generación de la cual me siento muy cerca y soy parte de ella. En ese sentido hay algo como tatuado en la piel que está presente de una manera muy fuerte, y en lo cual me reconozco", contó a El País la estrella argentina, quien reconoce que el cine ha colaborado a reflexionar sobre las dictaduras latinoamericanas.

"Me parece que ha ayudado a reflexionar, aunque a veces me parece soberbio pensar que solo es el cine. Yo creo que la gente está antes que el cine, que si como en este caso se hace una película en la que se cuenta esto, es porque ya hay una conciencia en la gente que facilita y permite que esto sea contado como un hecho artístico. A mí me interesa la creación, y la subjetividad creativa ante un hecho que, puede ser real o no, pero está contando una situación que sí existió. Pero esto también parte de que es posible contarlo ahora".

Roth reconoce que algunos de sus éxitos cinematográficos tiene las dictaduras como tema, pero establece una precisión al respecto: "No es que busco un cine que hable del tema. Sí acepto un proyecto que me ofrecen, cuando siento que puedo participar y aportar con mi trabajo, y además me parece importante, que me gusta, pero no solamente desde el punto de vista político, sino puntualmente creativo, artístico. Muchas veces puedo estar de acuerdo ideológicamente con un proyecto, pero pienso que no es el proyecto que quiero hacer, por otras razones, por no estar cercana a cómo se está contando, o por la manera en que se acerca a un tema tan importante como éste. No lo hago solamente por estar cercana ideológicamente".

Con esta película, la artista rueda por primera vez en Uruguay, aventura que relata con explícito entusiasmo: "Es una experiencia nueva, totalmente. Me gustó mucho la idea de rodar en Montevideo y en Galicia, me parece que son lugares hermosos estéticamente para filmar, con luces muy particulares. Me gusta que este personaje no viva en Madrid, que viva en Galicia, y me gustó mucho la línea en la cual Manane cuenta la historia. Porque la lleva a lo personal, más allá de toda la situación política muy clara del libro. Está contando la historia de una persona, no solamente de una circunstancia política".

Y agrega, "De Uruguay estamos al lado, y yo vengo a este país desde muy chica: hay como una cosa de soberbia que tenemos los argentinos, de pensar que Uruguay es como si fuera nuestro. Lógico que no es así, tengo muy claro que en muchísimas cosas son mucho mejor que nosotros".

La trayectoria de Roth tiene un segundo país insoslayable (España) y un director también fundamental, Pedro Almodóvar, quien la condujo a éxitos de tanto renombre como ¿Qué he hecho yo para merecer esto? o Todo sobre mi madre.

"No considero que haya sido una carrera, no me gusta la palabra "carrera": es la vida misma, una va aprendiendo de cada una de las cosas que hace profesionalmente, y en la vida misma, de una manera paralela, son cosas parecidas. Cada cosa cae en el momento que tiene que caer. Y esta película con Manane cae en un momento en que tengo mucha conciencia de un recorrido de vida. Así son de mágicas las cosas: las películas parecen aparecer en el momento justo", reflexiona sobre la distancia de va desde cuatro décadas atrás a hoy.

"Una no se da cuenta mucho de eso: yo para decir 40 años tengo que hacer cálculos. La verdad que sí, es mucho tiempo, es mucho amor y compromiso con cada una de las cosas que fui haciendo. He disfrutado muchísimo, por suerte, en la mayoría de las cosas que he hecho, en un porcentaje altísimo".

La artista a su vez asegura que hoy España no está nada distante. "Para mí es lo mismo que antes, acabo de llegar de Madrid hace unas semanas. Hoy allá son momentos muy difíciles allá para los actores. Pero mi carrera en España no la puedo separar de la Argentina, de todo mi oficio. Es como si fuera una misma lengua: la lengua es el cine, esa casa familiar a la que uno vuelve en cualquier país en el que esté".

—Usted conoce mucho españa, ¡cómo la recuerda y cómo la ve ahora?

—Es verdad que tuve la enorme suerte de llegar a España en un momento muy prometedor. Con sus idas y vueltas, con sus sorpresas y sus limitaciones, la transición española tuvo una enorme importancia y una enorme seriedad. Por supuesto que los tiempos han cambiado, y habría que cambiar muchísimas cosas... pero no quiero meterme a hablar de política española. Pero España sigue siendo y estando en mi vida diaria: no está ahí lejos. Yo me siento argentina y española.

—¿Encuentra algún vínculo entre sus películas con Almodovar y Migas de pan?

—Almodóvar cuenta y recuenta en sus películas, no sé si una misma historia, pero sí vuelve sobre esas mujeres guerreras. Y de alguna manera, el libro de Manane también hace eso. Son personajes de una resistencia absoluta, que hablan mucho del poder del resistir. Y de transformar la realidad, para ellas y para su entorno. Y eso es muy hermoso. Todo sobre mi madre, por ejemplo, la leí sola primero, y luego una lectura con todas las actrices, y me pareció un guión muy fuerte, sigue siéndolo. Recuerdo que me causó mucha emoción, y conmoción, cuando leí ese libro.

Roth se presentó en marzo de 2014 en el Solís, junto a Darío Grandinetti, en Una relación pornográfica. Sin embargo, asegura que por ahora no hará teatro, dado que este año y el próximo los tiene agendados para el cine y la televisión.

—¿Cómo ve el cine argentino?

—Está dando unos pasos muy importantes y muy sólidos. Siempre ha sido interesante, con épocas con mayor producción, porque el cine es una imagen de la sociedad.

—Sueña con algún papel, en cine pero en teatro también.

—No tengo eso de ambicionar un rol. Sí algo que me peque, que me conmueva, no tengo el tipo de fantasía de hacer un personaje soñado. Depende del tipo de proyecto".

Con Migas de pan, la violencia sexual sufrida por presas políticas durante la dictadura uruguaya, será contada en una película de ficción en Uruguay. Se trata de una coproducción entre Uruguay y España realizada entre las productoras RCI Producciones, de Montevideo, y Xamalú Filmes, de A Coruña, Galicia. El filme será internacionalmente distribuido por Media Luna New Films, y cuenta con el apoyo del Observatorio de Luz Ibarburu, constituido por diversas organizaciones defensoras de los Derechos humanos, de Cotidiano Mujer, entre otras. Su directora, Manane Rodríguez, remarcó el carácter fuertemente femenino del emprendimiento, que otorga a la voz de género un lugar destacado, desde un conjunto protagonizado por creadoras de varias generaciones.

nMigas de pan, que se viene rodando en Montevideo desde el 9 de agosto, cuenta la historia de una fotógrafa uruguaya, Liliana Pereira, exiliada en Galicia, que quiere recomponer su pasado y que, al enterarse de que ha sido abuela, decide regresar a Uruguay. La película hace dialogar el pasado y el presente, por medio de un relato del pasado que transcurre entre 1975 y 1982, transitando por su secuestro, situaciones de tortura y también su reclusión en Punta Rieles.

El filme aborda además la pérdida de la custodia de su hijo, hecho que ocupa un lugar importante en la historia. En el presente, la protagonista se enfrenta al dilema de elegir entre la concordia con su hijo y la denuncia colectiva que prepara un grupo de antiguas compañeras de presidio.

La película está protagonizada por Cecilia Roth y Justina Bustos, y cuenta con la participación de Stefanía Crocce y de Andrea Davidovics y con la colaboración especial de Margarita Musto. Ellas tres, junto con Nuria Flo, María Vidal, Inés Lage forman parte de un elenco en el que participan más de 30 actores y actrices uruguayos.

Más allá de los actores, Daniel Fernández Vaga está a cargo de la dirección de arte, y Fabián Oliver como sonidista, mientras que Eva Schroeder oficia de vestuarista y Sandra Ríos como maquilladora. El proyecto ha obtenido la declaración de Interés Ministerial de varios Ministerios, así como de la Secretaría de Derechos Humanos de la Presidencia de la República.

La actriz está en Montevideo rodando “Migas de pan”, de Manane RodríguezCARLOS REYES