Publicidad

Ana Katz: "Las películas son como hijos grandes: aunque estén lejos, están cerca"

Compartir esta noticia
Ana Katz

Entrevista

Dos películas de la argentina están en los servicios de streaming, "La amiga del parque", que dirige, y el éxito español "Kiki" en la que actúa.

Estuvo en Montevideo para acompañar una retrospectiva de su obra en Cinemateca Uruguaya. Uno de los grandes nombres del cine argentino, Ana Katz tiene una carrera de cinco películas como directora y varias como actriz: en streaming se pueden ver su La amiga del parque (en Fox+ en NSNow de Nuevo Siglo) filmada en Montevideo y Kiki (Netflix), una comedia del español Paco León que fue un éxito de taquilla.

—El otro día volví a ver El juego de la silla, tu primera película de 2000 y lo primero que pensé, perdón, fue ¡qué jóvenes que estábamos todos!

—¡Yo tenía 24! El juego de la silla tuvo varias versiones teatrales incluso acá en Uruguay con una puesta preciosa. Así que está lejos en el tiempo pero siempre vuelve. Y el año pasado la exhibieron en el Bafici. Las películas son como hijos grandes: podés no verlos pero siempre están cerca.

—¿Cómo fue aquel rodaje?

—Comparte cosas con algo que sigo viviendo. En El juego de la silla, la cámara era prestada, éramos todos recién egresados de la Universidad del Cine; tenía un guión que había trabajado durante un año y medio de escritura y ensayo. Y fue de esos primeros empujones a filmar de una manera algo distinta. Una experiencia muy vital.

—Y ahora acabás de terminar de filmar tu sexta película. ¿Cómo se compara el rodaje?

—Tiene ciertas similutudes en cuanto a realización como si hubiese necesitado volver a esa manera de filmar de los primeros años. Muchas veces, la forma colectiva y la reflexión durante el hacer, parece que inyectaran una energía muy especial al rodaje.

—Cinemateca Uruguaya organizó una perspectiva de tu filmografía. ¿Cómo te enfrentas a tu obra?

—Ver mis películas me da una alegría calma. Soy tan lenta en el proceso de los proyectos (nunca llevan menos de cinco años) que, si soy sincera siento que esas películas me representan mucho. Lo que más me importa es que de lo que me ocupó entonces haya sido una verdad para mi porque en otros momentos te acompañan otras preguntas, otros miedos.

—A pesar de que sos argentina y quizás porque tu cine está muy vinculado a Uruguay, lo pienso como más rioplatense que porteño. ¿Hay algo de eso?

—Me reconozco muy argentina pero es cierto que no encuentro mi identidad que diga sí o sí, soy de acá.

Los Marziano con Arturo Puig y Francella es bien porteña.

—Ahí hay un aporte desde el casting que te vuelve todo muy nítidamente porteño y porque trabaja con un tipo de neurosis muy porteña. Pero a veces me siento más uruguaya, a veces más brasilera.

—¿Brasilera?

—Es que hay una cierta cosa que da la sensación de hondo y ligero en lo brasilero. Y eso lo aproveché en mi última película, Sueños de Florianópolis.

—En La amiga del parque, sos la coprotagonista y también estás en El juego de la silla. ¿Cómo elegís un papel para vos?

—No me es cómodo pensar en gente cuando escribo porque me condiciona mucho y se me pega la idiosincrasia más detallada de esa cara y eso pasa conmigo misma. Pero la posibilidad de actuar siempre es darme una diversión extra.

—En tus películas siempre hablás de la familia. ¿Cómo te ha cambiado la mirada sobre ella ahora que tenés dos hijos?

—Mucho. Tener hijos es la experiencia más asombrosa y emocionante que me tocó. Me di cuenta que uno es importante pero es como una especie de testigo, compañía y sostén en una crianza de alguien. Y aprendí que el lugar de uno es muy móvil. Eso es muy hermoso y te hace entender una sensación de apego y también de lo contrario. ¿Viste esa metáfora de “no son hijos tuyos, son hijos de la vida”? Creo que hay algo muy cierto ahí. Y eso es un desafío enorme para uno.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad