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El adiós a una gran heroína del cine

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El encuentro con Snow será épico.

La saga basada en los libros de Suzanne Collins llega a su fin con Los Juegos del Hambre – Sinsajo El Final

Cuando una saga llega a su fin, la sensación que queda siempre es agridulce. Por un lado, se da el tan esperado final y, por otro, esa última película es el adiós a un mundo y unos personajes que marcaron una etapa de la vida.

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Luego de ver la película habrá que hacer ese duelo y despedirse de Katniss Everdeen — interpretada por la cada vez mejor Jennifer Lawrence— una de las heroínas más fuertes del cine, y de Panem, un mundo oscuro y distópico que a pesar de las formas tiene mucho que ver con la realidad.

A lo largo de las tres primeras películas la tensión fue creciendo y, como dice el trailer de Los Juegos del Hambre: Sinsajo El Final, es la "conclusión épica del fenómeno global". El personaje principal, Katniss, empezó siendo una chica que quiso salvar a su hermana de una muerte segura y terminó siendo la cara de una revolución.

En la primera película Prim (Willow Shields) es sorteada para participar de Los Juegos Del Hambre, una mezcla de circo romano y reality show en la que varios "tributos" pelean por sus vidas y donde solo uno sobrevive. Desesperada, su hermana, Katniss, se ofrece a ir en su lugar.

Esa experiencia casi fortuita la termina convirtiendo en un ícono de los rebeldes, la fuente de esperanza de los distritos oprimidos por el Capitolio. En aquella primera película, ella desafía las normas y las convenciones al punto que logra que se cambien las reglas de los juegos para que no solo pueda sobrevivir ella sino Peeta Melark (Josh Hutcherson), su amigo e interés romántico. Ahora, en Los Juegos del Hambre: Sinsajo El Final Katniss ya está en el Distrito 13, donde se agrupan los rebeldes, y va camino al Capitolio, para intentar derrocar al tiránico Presidente Snow (Donald Sutherland) y así terminar con la dictadura de Panem.

Aparte está la subtrama amorosa, que es la que le encanta a las más jóvenes. Katniss se debate entre el amor de toda su vida Gale Hawthorne (Liam Hemsworth) y Peeta, al que conoce durante la primera edición de los Juegos. En ellos Katniss y Peeta se vendían como una pareja para las cámaras, porque esa era la forma que encontraron en ese circo televisado de caerle bien a la gente, que también es la forma de sobrevivir. Pero, si bien en el caso de él queda clarísimo que la quiere de verdad, en el de ella está la duda si es una pose o realmente lo ama.

Llevar el argumento de las primeras tres películas a dos o tres párrafos es un reduccionismo tremendo, porque si algo hay que reconocerle a Los Juegos del Hambre es la profundidad y la complejidad de la historia, lo que la lleva más allá de un mero fenómeno juvenil. La saga de libros escrita por Suzanne Collins y adaptada exitosamente por Francis Lawrence —la primera fue dirigida por Gary Ross y es la más floja de todas— no se convirtió en un fenómeno porque sí, la historia que cuenta trasciende las edades.

Al igual que Harry Potter, tanto las películas como los libros son excelentes, al punto que muchos consideran que con las adaptaciones al cine basta y no es necesario leer la historia original. Pero, además, más allá del aspecto fantástico, ambas sagas hablan de temas profundos y actuales. Algo que otros trataron de emular, pero fracasaron en mayor o menor medida (Divergente, Maze Runner y, la peor de todas, Cazadores de sombras). Por ejemplo, en la primera parte de Sinsajo, Katniss, convertida en la cara de los rebeldes, es forzada a grabar una serie de spots para fomentar un levantamiento. Los "propos" —como le dicen en la película— usan las mismas técnicas propagandísticas que se vieron en la Segunda Guerra Mundial.

El final llegó.

El enfrentamiento de Katniss y el Presidente Snow es el momento más esperado de la saga. Él y su aparato gubernamental tomaron a una jovencita, la forzaron a matar, amenazaron con eliminar a sus seres queridos, destruyeron su pueblo y le lavaron el cerebro a su ¿amado? Ella es un producto del Capitolio y la mejor arma para destruirlos. El encuentro con Snow —que está obsesionado con matarla— será épico.

Es una de las mejores heroínas del cine, porque no espera que nadie haga nada por ella, es fuerte y rebelde. Por eso, la despedida será dolorosa. Teniendo en cuenta las millonarias ganancias de la saga, tal vez más estudios se animen a las chicas fuertes como protagonistas y no la extrañaremos tanto.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
El encuentro con Snow será épico.

Los juegos del hambre

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