Publicidad

Berlioz aún es el genio del drama musical

Compartir esta noticia

La ópera de concierto La Condenación de Fausto de Héctor Berlioz, tal como la denominó el autor en su primer manuscrito, se estrenó el 6 de diciembre de 1846 en la Opéra Comique de Paris.

Fue dedicada por Berlioz a su entrañable amigo y propulsor de su obra, el compositor húngaro Franz Liszt. El estreno de esta ópera en Montevideo ocurrió 57 años más tarde, el 15 de agosto de 1903 en nuestro Teatro Solís. Después de escuchar esta obra nadie puede dudar del brillante talento como orquestador de Berlioz, así como su decisiva influencia en el desarrollo del sinfonismo romántico. Si a esto le sumamos su original vena melódica, podremos concluir que Berlioz es, conjuntamente con Wagner, uno de los mayores exponentes del drama musical.

La versión que presentó el director coreano Shinik Hahm fue sumamente minuciosa en lo que se refiere a los detalles de la partitura, y condujo a la Ossodre con tiempos apropiados obteniendo una sonoridad rica pero sin ser excesiva. Cuidó la coordinación rítmica y dinámica así como el fraseo logrando dar una interpretación muy convincente. Resaltamos en particular la hermosa interpretación de la famosa "Marche Hungroise" que Berlioz instrumentara de la antigua música húngara conocida como "Marcha Rákóczi".

Lo mismo puede decirse respecto al Coro del Sodre, sabiamente preparado por su director Esteban Louise el cual se desempeño con la corrección y belleza de sonido que ya lo caracterizan. De sus múltiples intervenciones destacamos en particular la "Apothéose de Marguerite".

El personaje del "Fausto" recayó en el versátil tenor argentino Gustavo López Manzitti quien no solamente ha participado en los grandes títulos de ópera, sino que ha incursionado en ámbitos tan diversos como "Les Luthiers", el programa de humor porteño Rompeportones hasta estrenar en Buenos Aires la ópera de cámara Maldoror expresamente escrita para él por el cantautor uruguayo Leo Maslíah. Supo desempeñarse con solvencia y expresividad con su voz tan peculiar entre tonos abaritonados y agudos propiamente de tenor, luciéndose especialmente en el dúo con Marguerite.

La soprano japonesa Eiko Senda en el rol de Marguerite afrontó con valentía un papel que originalmente corresponde a una mezzosoprano, demostrando una captación fiel de la fineza de la música francesa especialmente en la "Romance".

La revelación de la noche fue, sin lugar a dudas, el bajo-barítono argentino Hernán Iturralde quien interpretó brillantemente el papel de Mefistófeles. Este cantante posee un hermosísimo timbre de voz y una excelente de dicción, además de un espontáneo desenvolvimiento escénico.

El bajo uruguayo Marcelo Otegui como el muchacho Brander, a pesar de su breve actuación tuvo un desempeño correcto.

La condenación de Fausto

De Héctor Berlioz. Orquesta Sinfónica y Coro Nacional del Sodre. Director: Shinik Hahm. Director del Coro del Sodre: Esteban Louise. Solistas: Gustavo López Manzitti (tenor), Eiko Senda (soprano), Hernán Iturralde (bajo-barítono) y Marcelo Otegui (bajo). Auditorio Nacional del Sodre, 12 de septiembre.

CRÍTICAS

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad