La comunicadora uruguaya hizo la voz en off de la gran gala del cine iberoamericano que tuvo sede en Punta del Este. Gomensoro vivió la celebración desde adentro y cuenta los pormenores, anécdotas y perlitas que rodearon a la fiesta en el Centro de Convenciones de Punta del Este. No impostó la voz para su participación.Al contrario, le pidieron que fuera natural. “Querían un tono de voz a mitad de camino entre el neutro y el típico uruguayo”.

Un año atrás, la comunicadora uruguaya María Gomensoro supo que Punta del Este sería sede de los Premios Platino 2016, el máximo galardón del cine iberoamericano. Amante de las películas y en particular de las españolas, Gomensoro se puso a las órdenes. Meses después le llegó un mensaje de los organizadores de la gala: la querían como locutora de la ceremonia.

"No podía creer. Yo no tengo voz de FM. Pero ellos quería un acento rioplatense; que no sea neutro ni tampoco muy uruguayo", asegura la conductora.

Así, la voz de María se escuchó en la transmisión de TNT para 60 millones de abonados en el mundo. Era quien dada el off en cada uno de los tapes con las nominaciones.

"No imposté para nada la voz. Me pidieron que fuera natural y por suerte quedaron contentos con el trabajo", añade.

Si bien la locución había sido grabada, María Gomensoro debía estar presente en la ceremonia. Ante cualquier eventualidad, debía tomar el micrófono y hacer las locuciones en vivo. Participó de la alfombre roja y estuvo toda la velada en el backstage de la gala, celebrada en el flamante Centro de Convenciones de Punta del Este.

"Me impactó la buena energía de todos. La noche anterior hubo un ensayo con los tres conductores: Santiago Segura, Natalia Oreiro y Adal Ramones y me sorprendieron todos, pero en especial Natalia. Me sentí orgullosa de la representación uruguaya. Ella se ponía la ceremonia al hombro. Eran las 11 de la noche y seguían ensayando y repitiendo las escenas con la misma energía. Verlos trabajar así, sin divismos, me pareció increíble", relata Gomensoro.

Desde el back, María Gomensoro fue una testigo privilegiada de la ceremonia. Por ejemplo, atestigua que Natalia Oreiro estaba de chancletas en su camarín y en el backstage y solo apelaba a los tacos cuando le tocaba entrar en acción. En el comienzo, la uruguaya permaneció largo rato sentada en un piano esperando su participación inicial al interpretar la canción Garota de Ipanema.

María Gomensoro, como parte de la producción, se instaló en Punta del Este desde el viernes. También estaba invitada a la alfombra roja, la que describe como un "experiencia única".

La elección del look también tiene un costado anecdótico. La organización de los Platino dispuso para las estrellas de una especie de showroom de diseñadores uruguayos para que las distintas celebridades tengan una opción de vestuario. Más allá de lo que cada una tenía previsto lucir, muchas estrellas consideraron esta opción, como Calu Rivero, que eligió un diseño de Margo Baridón o la actriz Natascha Berg con un vestido de Pablo Suárez.

Tal fue el caso también de María Gomensoro. Eligió un look de Rosa Oliveto en blanco, del que se enamoró apenas lo conoció. "Es una diseñadora uruguaya de 32 años a la que no conocía pero me pareció una genia", comenta.

Finalizada la entrega de premios, hubo una gran fiesta. María participó también de la celebración. Hizo muchos vínculos, aunque por su timidez prácticamente no se sacó foto con ninguna de las estrellas invitadas. "Sí, los saludé a todos y les di la bienvenida. Me sentí un poco embajadora por momentos", asegura.

Junto a su marido, se fueron pasadas las cinco de la mañana, plenos de satisfacción.

"Me lo tomé como un trabajo y la posibilidad de demostrarle al mundo que somos profesionales y podemos responder a los desafíos de un evento de estos a la altura de cualquier otro país".

BACK DE LA GALA