ENTREVISTA

Nicolás Lauber

La periodista española Verónica Zumalacárregui, quien estuvo de visita en Uruguay para probar algunos de nuestros platos más conocidos en Me voy a comer el mundo, ahora invita a conocer sus platos y productos preferidos en su nueva serie Los antojos de Vero Zuma que cada miércoles estrena un episodio en El Gourmet.

Además de millas, si algo acumuló Verónica con sus cientos de viajes por el mundo probando platos, fueron los secretos de cada región. Pero para esta ocasión, la periodista española opta por revelarle al público los secretos de la cocina de su país. La incansable viajera invita a recorrer sus favoritos gastronómicos, sus productos preferidos y los platos que más le gustan en una travesía junto a personajes y paisajes de España que todo residente y turista debe conocer y probar.

El primer antojo de Vero Zuma fue el jamón ibérico, por lo que viajó a Salamanca, visitó una fábrica donde se curan las patas de jamón e indagó en la historia de cómo y cuándo empezó a exportarse de España. Todo hasta llegar a encontrarse con Florencio Sanchidrián, el mejor cortador de jamón del mundo, que supo convertir su profesión en todo un arte.

El segundo antojo de Vero la llevó a la isla canaria de El Hierro. La periodista comenzó el recorrido en el restaurante especializado en pescado Casa Juan, donde probó lapas con mojo. Para su estadía eligió el Hotel Puntagrande, que en el año 1989 entró en el libro Guinness de los Récords como el hotel más pequeño del mundo. También hizo buceo en los fondos marinos de origen volcánico, y merendó entre las sabinas retorcidas por el viento, que tanta identidad dan a la isla de El Hierro.

“El programa surge en un afán por compartir con vosotros mi ocio culinario. Soy una apasionada de la gastronomía y en mi tiempo libre me informo sobre muchos platillos. Y después de haber aprendido tanto, me encantaría que conozcan lo mejor de la gastronomía española y de una forma muy personal porque al final es lo que me nace, es mi país y mi identidad cultural, la gastronomía en España es increíble y me encanta poder compartirla con ustedes”, dijo Vero Zuma en una charla con la revista Sábado Show sobre el origen de este nuevo ciclo de viajes y cocina.

—El primer programa es sobre el Jamón Ibérico. ¿Qué tiene de especial que a todo el mundo le apasiona?

—Los críticos especializados te dirán que es porque el jamón ibérico tiene mucho umami que este quinto sabor del que todo el mundo habla. Y hablando de tú a tú, es por lo buenísimo que está. Porque es una delicia. Es verdad que es un alimento, hay otros jamones, está el pastrami y hay jamones italianos como el jamón de Parma, pero el Jamón Ibérico tiene una delicadeza cuando está bien cortado, esa mezcla de texturas entre la grasita que tiene un sabor dulzón que contrasta con lo salado de la carne, y luego tiene esa cosa tan genial, que siempre forma parte de una ración que invita a compartir y permite que todos estemos disfrutando de esto de una forma muy familiar. Creo que tiene mucha identidad, y es un alimento muy consumido en el extranjero.

—¿Cómo se eligieron estos antojos de la primera temporada?

—El jamón y la paella son parte porque son dos íconos de la gastronomía española. Era para descubrir un poco los orígenes. En el caso de la Paella, cuál es la paella original y ni yo, siendo española lo conocía antes de hacer el programa. Hay gente que asocia la paella con un plato de pescado, y en el programa descubriréis que tiene pescado, o no, también porque el color amarillo, es descubrir esos mitos que entrañan los platos tan icónicos como la paella y el jamón. Por otro lado, abrimos la puerta a otra parte de la gastronomía española que no es tan conocida y por eso nos vamos a lugares tan peculiares como la Isla de El Hierro que está en el archipiélago canario que tiene una gastronomía diferente a la que tenemos en la península, porque tiene un clima tropical más parecido al de Colombia, por ejemplo. Otro capítulos es sobre Menorca que es una isla balear que está completamente en el otro polo de España y por su condición de isla y los vientos que soplan tiene una gastronomía especial y deliciosa. Entonces la elección de esos lugares y comidas, es el reflejo de la diversidad que existe dentro de la cocina española.

—¿Cómo se sintió viajar en pandemia?

—Por mi trabajo no he dejado de viajar. Sí ha cambiado mi vida, porque antes estaba una semana en Chile y la siguiente en Hong Kong. Ahora los viajes son por España, no tengo jet lag, no tengo insomnio y no estoy tan cansada, pero no ha supuesto una barrera a la hora de grabar porque al final de Me voy a comer el mundo teníamos restricciones como ir a mercados o calles abarrotadas con mucha gente y donde no se podía mantener el distanciamiento, pero Los Antojos de Vero Zuma, al ser tan personal porque somos pocos en el equipo, no ha sido tan difícil mas allá de los tests y protocolos que se requieren para viajar, como un PCR antes y después de cada rodaje y cautela cuando estamos viajando en avión y demás. Más allá de eso no ha sido tan complicado. Mi vida sí que ha cambiado pero como me adapto tan rápido a todo, ha llegado esta circunstancia, la estoy disfrutando y si dentro de dos meses me toca irme por todo el mundo cada dos semanas, yo encantada.

—Si pudieras definir a España en un solo plato, ¿cuál sería?

—España en un solo plato es muy difícil por lo diverso de la gastronomía, pero claramente el plato más icónico es la paella. Todo el mundo dice España, playa, sol y paella. Es verdad que es un plato muy conocido fuera de España, es muy consumido en toda España. Yo que me la he pasado viajando, la paella la comemos en Madrid, en Navarra, en Galicia y en Andalucía, porque es un plato que está en todas las cartas.

—Las historias de vida también son parte del programa. ¿Qué historia te conmovió más?

—De anécdotas por el mundo siempre recuerdo una anécdota que me conmovió mucho que fue cuando estaba en el desierto de Jordania en un campamento beduino y de repente un beduino ciego se puso a tocar un instrumento parecido a una guitarra. Tocó de una forma tan sentida, que me puse a llorar de la emoción. Creo que tenía muchas emociones contenidas de las experiencias que había tenido en ese viaje, donde también había conocido Petra que es una de las siete maravillas del Mundo. Ese momento fue el que me hizo el clic y comencé a llorar de la emoción.