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Las vacaciones en Punta del matrimonio Kesman

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Alberto Kesman y María José Ferreira

Alberto Kesman y su flamante esposa, María José Ferreira, disfrutan de sus primeras vacaciones como marido y mujer en el Este. El Mariscal cuenta cómo es su día con “el amor de su vida” y revela cómo fue madurando la relación que tiene muchos años.

Alberto Kesman y su esposa María José Ferreira disfrutan de sus primeras vacaciones de casados en Punta del Este. Allí el periodista se encuentra con sus hijos Martín y Yanina, y también con varios amigos que suele reunir en su casa para asados y té con hielo veraniegos. "Si uno quiere tomar, que se quede en la casa", aconseja. Ese es su plan ideal; y evita asomarse al bullicio puntaesteño. Apenas hace una excepción el sábado 9 de enero, cuando se sumerge en las colapsadas calles de La Barra para asistir al sunset de la marca Ducati, organizado por su hija y María Doti.

Entre los vistosos modelos de motos en exposición, el afamado relator se relaja en un atardecer distinto junto a sus hijos y flamante esposa. Abordado por Sábado Show, el matrimonio se muestra dispuesto a compartir los detalles sobre su rutina de descanso. "Estamos tranquilos. Hacemos playa y vida de familia", resume María José con timidez dando cuenta de su bajo perfil.

Kesman la complementa con su conocida verborragia y agrega que aprovecha para "recibir gente amiga en casa, hacer algún asado, playa, tomar sol y leer". "Nos gusta quedarnos en casa con el fuego prendido y tomar un buen té con hielo que en casa no te controla nadie", bromea y en referencia a la bebida apunta que "está bien que exista control, si uno quiere tomar que se quede en la casa".

Alberto y María José coinciden en que el matrimonio no ha cambiado "en nada" a la pareja. "La única variante es que estamos viviendo juntos permanentemente y eso hace que estemos todavía más unidos", aclara él, y añade: "nos conocemos hace muchos años, nos llevamos muy bien y tenemos muchas cosas en común, sobre todo en la forma de pensar y de ser". Ella ratifica: "Es tal cual así".

El distendido contexto del evento estival acompaña para que el periodista saque a relucir su faceta en modo de ocio, alejado de los micrófonos y estudios de televisión y radio. De esta forma se anima a contar cómo fue que se atrevió a pedirle matrimonio a María José, la esteticista de bajo perfil que lo enamoró diez años atrás. Ante la atenta mirada de ella, que sonríe y asiente sus dichos, Kesman ofrece esta vez un relato más romántico que los que se acostumbran a escuchar con su carrasposa y grave voz:

"El asunto es así: cuando empezamos a salir, ella me dijo me encantaría quedarme en tu casa algún día. Le respondí que se quedara cuando quisiera. Después me dijo sabés que me gustaría que me invites a comer más seguido. Entonces la empecé a invitar a cenar más seguido. Después me dijo ¿no te parece que de repente me puedo ir a vivir contigo?. Le respondí que se viniera a vivir conmigo. Le pregunté: ¿casamiento no?, y ella respondió que no, que viviendo conmigo estaba bien. Pero un día pensé que ella es soltera, es el amor de mi vida y qué otra alegría le podía dar que decirle nos vamos a casar. Y nos casamos".

Alberto y María José contrajeron matrimonio el 18 de abril de 2015 tras más de diez años de noviazgo. Lo celebraron en el salón del Hotel Sheraton en una fiesta íntima a la que asistieron familiares, amigos y compañeros de La Tele. "Nos quedó como un recuerdo maravilloso", memora Kesman sobre esa noche tan especial. Y concluye: "En la vida todos los hombres necesitamos de un gran apoyo de la familia. Pero además de la familia, en el hombre tiene que haber una mujer, y en la mujer tiene que haber un hombre. Van pasando los años… Yo disfruté mucho de mi vida de joven y de mi vida de maduro, y llega un momento en el que hay que parar para seguir andando. En ese momento uno elige lo que le parece mejor, y yo creo que elegí lo mejor".

CASO LIBERMAN

Martín Liberman ratificó la semana pasada los dichos que había lanzado sobre Luis Suárez en el mundial del 2014. En aquel entonces había definido el mordisco del futbolista a su rival como “un acto de canibalismo”. Meses más tarde, se viralizó un video en el que Suárez saluda a Liberman y luego (pareciera que) se agarra los genitales en alusión a la supuesta “mufa” que los detractores le atribuyen al periodista argentino. La opinión de Alberto Kesman sobre la polémica: “Para mí esa definición de canibalismo fue un error, no me gustó. Uno puede criticar con respeto, pero lo que hizo Liberman fue extralimitarse en una opinión que está muy lejos de ser lo que ocurrió. En el fútbol pasan muchas cosas y muchas peores que morder a un rival. Hay muchas que Liberman también vio pasar, y evidentemente hoy paga las consecuencias. Él tiene derecho a decir lo que piensa, pero el que recibe la patada por debajo también tiene derecho a defenderse. Lo que hizo Suárez después fue defenderse, así que en este caso estoy con Suárez”.

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