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Ticky Yoga, la instructora de las celebrities: "Durante las clases se borran las etiquetas"

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Ticky Yoga.

ENTREVISTA

La profesora de yoga que eligen las famosas del Río de la Plata cuenta cómo cambió su vida a partir de incursionar en esta disciplina y cómo es tener de alumnas a las figuras de la pantalla.

Ticky Yoga.
"El yoga me salvó", afirma la instructora con más de 23 mil seguidores en Instagram.

La instructora de yoga Mariana Vega (o para todos Ticky Yoga) se inició en el camino espiritual cuando sitió que su rutina en una agencia de publicidad la desbordó. Consiguió un viaje a India, dejó su trabajo y encontró la forma de hacer del mundo espiritual su estilo de vida y también un modelo de negocios. Hoy es una influencer de referencia en el yoga y la docente que eligen figuras como Vanina Escudero, Maru Botana, Claudia Fernández, Meri Deal y Sole Ramírez para dar los primeros pasos en esta disciplina.

-¿Cómo ingresaste al mundo del yoga?

-Empecé a trabajar desde muy chica en los medios, hasta que me di cuenta de que tenía 21 años y estaba inmersa en un mundo corporativo y publicitario que me generaba mucho estrés y ansiedad. Yo era ejecutiva de cuentas de una agencia y me tocaban cuentas que iban en contra de mis principios. Yo soy vegetariana y me llegaba una cuenta de un frigorífico, por ejemplo. Sufría porque no quería ser parte de ese sistema. La gente me decía “por qué no meditás o hacés yoga”. Lo primero que hice fue un curso de tres días de yoga y meditación del Arte de Vivir de Ravi Shankar.

-¿Cómo impactó en tu vida?

-Probé el curso y me cambió la vida por completo. Empecé a meditar todos los días y aplicar unas técnicas de respiración muy poderosas. Estas aumentan el grado de conciencia y hacen que uno tenga mayor claridad. Después de ese curso yo dije “esto es lo que quiero para mi vida”. Así empezó mi camino.

-¿En qué momento entendiste que podías vivir de esta disciplina?

-Mi formación universitaria fue clave. Yo estudiaba comunicación y eso me ayudó a poder convertir esto en un negocio, conjugando el mundo espiritual con el terrenal. Empecé dando clases sola, después armé un estudio donde hay otros profesores, sumé viajes en los que llevo gente a hacer retiros en India o en Costa Rica y también generé clases online. Armé una serie de posibilidades para que sea sustentable. Si uno le pone su corazón a lo que hace y lo da todo no hay manera de que no salga. Todo es aprendido pero depende de la dedicación, entrega y amor que uno le ponga. Yo estoy supercomprometida. El yoga para mí me salvó la vida.

-En los cursos de El arte de vivir hay varios famosos, ¿es un ámbito que se presta para el lobby más allá de lo espiritual?

-Yo no lo vivencié así. Cada uno está haciendo un proceso personal para conectar con uno mismo, no es que va a conocer gente. Estando en la India compartí espacio con Patricia Sosa y el famoso periodista Ismael Cala, con quien tomé té chai por ejemplo. Pero todos pasan a ser uno más y te olvidás de quién es cada uno. 

Maru Botana y Ticky Yoga practicando sup yoga.
La profesora junto a Maru Botana practicando sup yoga. "Es un deporte que me enamoró durante la pandemia. Combina la práctica del yoga con el agua", explica. 

-Te caracterizás por darle clases a varias celebrities, ¿cómo llegaron a vos?

-Yo le doy clase a mucha gente. Capaz que en un mes le doy clase a 200 personas, y entre ellas pueden haber algunas celebrities como también hay contadoras, abogadas, peluqueras y amas de casa. Me eligen como lo hacen personas de cualquier otra profesión. Ellos resaltan, pero para mí son como cualquier otro. Yo agradezco mucho la confianza. Creo que todo el amor que una le pone se siente y eso ayuda a que la gente esté cómoda, independientemente de si son celebrities o no.

-¿Alguna figura te hizo algún pedido especial?

-Nunca. Todos nos entregamos a lo que está pasando y se borran las etiquetas.

-¿Te hiciste amiga de alguna de las famosas que asisten a tus cursos?

-Meri Deal, por ejemplo, empezó a venir hace muchos años y hoy es mi amiga y una persona muy importante en mi vida. El yoga tiene esto de que conecta a la gente, y en mi caso me termino haciendo amiga de todas mis alumnas. Sole Ramírez también vino a un retiro y nos hicimos muy amigas.

Ticky Yoga y Vanina Escudero.
Ticky junto a Vanina Escudero. "El yoga tiene esto de que conecta a la gente, y en mi caso me termino haciendo amiga de todas mis alumnas", señala.

-También participan de tus cursos algunas figuras argentinas, como Maru Botana o Vanina Escudero.

-Sí. Vinieron a algún encuentro de sup yoga, que es una práctica sobre una tabla de stand up paddle en el agua. Estos encuentros generaron una tribu de mujeres con un compañerismo que está buenísimo. Salimos a remar al agua a la mitad de la nada y eso da lugar a un lazo de confianza muy interesante. Las mujeres también vienen a buscar una red de contención que trasciende a su guía, y está bueno conectar con otras mujeres en la misma búsqueda.

-¿Hay prejuicios con respecto al yoga?

-Sí, está eso de “estás en Carrasco, en Punta del Este y con las celebrities”. Eso genera prejuicios, pero después cuando vienen, me conocen y toman mi clase ven que todo lo otro es irrelevante y hay algo más profundo.

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