La tercera película de Bridget Jones, cine catástrofe y una comedia

08/10/2016, 05:00

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Renée Zellweger vuelve a interpertrar a su conocido personaje enEl bebé de Bridget Jones. Marc Wahlberg protagoniza un caso real de histórico accidente en una plataforma petrolera. Y Zach Galifianakis hace lo propio en otro caso real: un millonario robo a un camión blindado.

El bebé de Bridget Jones

El Diario de Bridget Jones fue primero una exitosa novela de Helen Fielding que no tardó en llegar a la pantalla grande con Renée Zellweger como la soltera treintañera desesperada por encontrar pareja y a la cual le aparecen dos galanes: Mark Darcy (Colin Firth) y Daniel Cleaver (Hugh Grant). Luego hubo un segundo libro y un segundo film, con la protagonista nuevamente debatiéndose entre sus galanes y protagonizando situaciones tan ridículas como divertidas. En esta tercera película, Bridget, que vuelve a estar soltera tras su separación de Mark, está cumpliendo 43 años y ya no solo enfrenta la presión social por estar sola, sino también por ser madre. No dejando que eso la afecte, en seis días tiene dos encuentros sexuales: uno ocasional, con alguien que conoce en un festival musical (Patrick Dempsey, McDreamy en Grey’s Anatomy), y otro con el eterno Mr. Darcy, con el que coincide en un bautismo. ¿Resultado? Queda embarazada, pero no sabe de cuál de los dos. La película rescata el espíritu de las dos entregas anteriores y vuelve a traernos a la Bridget torpe, por momentos patética, pero siempre querible y entrañable con la que toda mujer de su generación, alguna vez, se ha sentido identificada. El humor y la historia apuntan a esa generación –tanto de hombres como de mujeres- que disfrutó de los films de 2001 y 2004, por lo que hay muchos guiños para ellos, lo cual no quiere decir que no pueda ser disfrutada por otros públicos (eso explicaría la aparición del músico británico Ed Sheeran). Regresa el elenco base (sin Grant), encabezado por la ahora flaca Zellweger, y se suma Emma Thompson (genial siempre). Que la historia tenga un final no quiere decir que no puedan venir más… y serán bienvenidas porque se pasa muy bien.

Horizonte profundo

Recrea el mayor accidente petrolero en la historia de los Estados Unidos (2010), ocurrido en una plataforma ubicada en el Golfo de México, según el punto de vista de su Encargado de Mantenimiento. Los primeros minutos son para plantear la mecánica del lugar y sus personajes, al menos los más importantes (el protagonista y su familia, el gerente de la plataforma, los empresarios que la explotan), pero no se tarda mucho en ir a lo que realmente interesa y que está muy bien contado. Destaca un acertado uso de los efectos especiales para mantener al espectador en tensión desde que se desata el desastre y mantenerlo así hasta el final, sufriendo con sus protagonistas. Cine catástrofe del bueno y muy real.

Mark Wahlberg es el Encargado de Mantenimiento de una plataforma petrolera.

Locos de mente

La historia es real y refiere a uno de los robos bancarios más importantes en la historia de los Estados Unidos. La particularidad es que está contada al estilo del humor y los humoristas de Saturday Night Live, o sea, comedia del absurdo a pleno. Zach Galifianakis lleva la batuta como el ingenuo trabajador de una empresa de camiones blindados que entrega el robo a una banda, que lo convence a través de una compañera de trabajo por la que se siente atraído. Todo lo que ocurre es poco creíble y cuesta convencerse de que haya sucedido realmente. Claro está que aparece caricaturizado, aprovechando la comicidad de quienes llevan adelante el relato (entre ellos la reciente ganadora del Emmy a Actriz de Comedia, Kate McKinnon). Tiene sus momentos, pero no llega a cumplir las expectativas.