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El temido

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Ben Bradlee

DOCUMENTAL SOBRE BEN BRADLEE EN HBO

En 1976, tuvo el rostro de Jason Robards; en 2018, el de Tom Hanks. Ben Bradlee fue conocido como el “editor más peligroso” de los EE.UU. y no es para menos, bajo su dirección The Washington Post reveló “Los Papeles del Pentágono” y poco después hizo renunciar al presidente Richard Nixon.

En poco más de una semana se estará celebrando una nueva entrega de los premios Oscar en la que una de las candidatas a Mejor Película es The Post: Los oscuros secretos del Pentágono. Dirigida por el gran Steven Spielberg, cuenta los días en los que, allá por los años 70, The Washington Post, un modesto diario local, debió decidir si publicaba una serie de documentos del gobierno que dejaban en claro que la Guerra de Vietnam era totalmente inviable para los Estados Unidos. Un adelanto fue publicado por The New York Times, ganándose la prohibición de la corte de seguir adelante con el tema. ¿Debía The Washington Post tomar la posta y publicar?

La decisión estuvo en manos principalmente de dos personas: Katharine Graham, la dueña del periódico que era de su padre y cuya dirección heredó al suicidarse su marido, y Ben Bradlee, el editor en jefe. Esas mismas dos personas, que se decidieron por la libertad de prensa y, por tanto, publicaron, fueron también responsables de que poco después renunciara el entonces Presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, al destapar el escándalo conocido como Watergate.

Ambas historias han sido contadas en el cine. En 1976, Todos los hombres del Presidente, de Alan J. Pakula, relató el escándalo Watergate basándose en el libro de los periodistas que llevaron adelante la investigación, Bob Woodward y Carl Bernstein, interpretados pos Robert Redford y Dustin Hoffman respectivamente. La película se alzó con cuatro Oscar: Guión Adaptado, Dirección de Arte, Sonido y Actor de Reparto. Este último premio recayó en manos de Jason Robards, quien encarnó a Ben Bradlee, el editor en jefe de The Washington Post.

Cuarenta y dos años después, Bradlee vuelve a ser representado en la pantalla grande, pero esta vez para contar la historia previa a Watergate, la de "Los Papeles del Pentágono". En este caso es a Tom Hanks al que le toca interpretar al temible editor, en un trabajo que, si bien no mereció candidatura al Premio de la Academia, cumple con solvencia y convencimiento. Sí está nominada Meryl Streep, por su rol de Katharine Graham, además de la película, The Post: Los oscuros secretos del Pentágono.

En el marco de todo este resurgimiento de parte de la historia de The Washington Post, HBO estrenó a fines del año pasado en los Estados Unidos, The Newspaperman: The life and times of Ben Bradlee, que en América Latina se dará a conocer el próximo lunes, a las 22 horas.

Traducida como El Periodista: La vida de Ben Bradlee y dirigida por John Maggio, se basa en el libro escrito por el propio Bradlee en el que el editor se adentra en los altibajos de su vida personal y profesional. Se conoce desde su juventud, en la que debió superar la poliomielitis, su experiencia como corresponsal en la Segunda Guerra Mundial y su amistad con John Fitgerald Kennedy, hasta sus primeros pasos en Newsweek y su gran labor en The Washington Post, transformando un pequeño diario local en competidor de medios como The New York Times. Para ello recurre tanto a películas caseras, fotografías e imágenes de archivo inéditas, como a entrevistas nunca antes vistas, con familiares, amigos, personalidades del periodismo y autoridades de Washington. Entre quienes dan su testimonio se encuentran: Bob Woodward, Carl Bernstein, Quinn Bradlee, Courtland Milloy, David Maraniss, David Remnick, Don Graham, George Vaillant, Henry Kissinger, Ben Bradlee Jr., Jim Hoagland, Jim Lehrer, John Dean, Norman Lear, Richard Cohen, Robert Kaiser, Robert Redford, Sally Bedell Smith, Sally Quinn, Tina Brown y Tom Brokaw.

Paso a paso.

Fallecido en 2014, a los 87 años, Benjamin Crowninshield Bradlee nació en Boston, Massachussets. Fue el segundo de tres hermanos de una familia aristocrática, definido por el diario El País de Madrid como un "patricio yanqui de la costa oeste, lo más europeo de Estados Unidos". A los 14 años tuvo que superar una poliomielitis y años después ingresó a estudiar a Harvard, graduándose en Griego e Inglés. Por ese entonces le tocó pelear contra los japoneses en la Segunda Guerra Mundial como oficial de Inteligencia Naval y de Comunicaciones en el Océano Pacífico, a bordo del destructor USS Philip DD-498.

En 1946 entró a trabajar como reportero en New Hampshire Sundays News, dos años después se pasó a The Washington Post y en 1957 se fue a Newsweek, revista por la que fue corresponsal en Francia durante unos años. De regreso en Washington, ascendió a corresponsal político y recibió un golpe de suerte al transformarse en vecino del senador John F. Kennedy, en el exclusivo barrio de Georgetown. Las esposas de ambos se hicieron amigas paseando a los bebés por el barrio y esa amistad se trasladó a sus maridos. En ese entonces Bradlee tenía 39 años y Kennedy 43, además de muchas características comunes, como su origen patricio o su formación protestante. Eso transformó a Bradlee en el periodista de JFK, escribiendo exclusivas que publicó en Newsweek. Luego sería el corresponsal de la Casa Blanca.

Regresó a The Washington Post, donde se desempeñó como director entre 1968 y 1991, retirándose como director ejecutivo. En los años 70 convirtió a este diario local de mediana importancia en uno de potencial nacional, que logró disputarle la supremacía nada menos que a The New York Times. En ese proceso fueron fundamentales los dos hechos ya reseñados, la publicación de "Los Papeles del Pentágono" y el escándalo de Watergate, que desembocó nada menos que en la renuncia del presidente Richard Nixon.

Bajo su dirección, The Washington Post consiguió dieciocho premios Pulitzer, pero con la salvedad que tuvo que devolver el obtenido en 1981 porque fue producto de un engaño. Ese año publicó un reportaje sobre un niño negro de 8 años adicto a la heroína, que fue totalmente inventado por la periodista Janet Cooke. Una piedra en el zapato para un periodista de carrera brillante, galardonado con la Medalla Presidencial de la Libertad en 2013, la máxima condecoración que puede otorgársele a un civil.

Famoso por sus camisas de cuello blanco y anchas rayas de colores que compraba en Turnbull and Asser, en Londres, Bradlee se caracterizó por detectar el talento emergente. Lo que hacía era leer la prensa local de Washington y de todos los lugares de los Estados Unidos que merecían atención, elegía a los jóvenes periodistas que resaltaban, los citaba en la cafetería del hotel que había en el edificio de The Washington Post y, si les seguían pareciendo interesantes "tanto por lo que escriben como por lo que son" según él mismo dijo-, se los recomendaba a los directores del diario.

¿Cuál era el requisito principal para que se fijara en ellos? Sin duda que aplicaran el primer principio del periodismo: buscar la verdad que alguien quiere ocultar, comprobarla y finalmente publicarla.

Seguir ese postulado hizo de Bradlee uno de los editores más influyentes y celebrados de los Estados Unidos, emblema de un periodismo que ya casi no existe, pero que el documental El Periodista: La vida de Ben Bradlee no permite que olvidemos. Bienvenido sea.

Ben Bradlee.

El editor jefe que convirtió a The Washington Post en un diario de importancia nacional que llegó a provocar la renuncia de un Presidente.

Jason Robards.

Fallecido en el 2000, fue el actor que interpretó a Bradlee en Todos los hombres del Presidente, película por la cual ganó el Oscar a Mejor Actor de Reparto.

Tom Hanks.

Lo encarna en la reciente The Post: Los oscuros secretos del Pentágono, que está nominada al Oscar a Mejor Film, y a Actriz para Meryl Streep, por su papel de Katharine Graham.

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