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Simone Fojgiel habla de su carrera y dice: "Me hace feliz poder compartir mi conocimiento”

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Simone Fojgiel. Foto: Difusión

ENTREVISTA

La locutora uruguaya, radicada en Estados Unidos habla de su exitosa carrera y de los nuevos proyectos que cuentan con su destacada voz

Simone Fojgiel. Foto: Difusión
Simone Fojgiel. Foto: Difusión

Tiene una de las voces más lindas del mundo. Simone Fojgiel ha cosechado elogios en todo el mundo, aunque lo que más le gusta es compartir lo que ha aprendido en estos años de carrera que le han dado los premios más importantes. En 2017 fue reconocida con tres Voice Arts Awards, considerados el Oscar de la locución. También ha grabado para marcas como L’Oréal, Revlon, Bayer, Saks Fifth Avenue, Cartier, TAG Heuer, Google, General Motors, Cirque Du Soleil, Udemy, y cientos más. Sobre su carrera y proyectos habló con Sábado Show.

—Te fuiste de Uruguay en 2006, ¿cómo fue el proceso para convertirte en una de las locutoras más destacadas del habla hispana?

—Fue un proceso muy largo. En ese entonces seguía haciendo Rumbo a las estrellas en Océano FM, un programa que tuvo mucha repercusión en su momento y que la gente hasta el día de hoy recuerda y me escribe. En ese momento sentía que el mundo estaba cambiando vertiginosamente, la radio estaba tomando un rumbo más hacia la radio hablada con otro perfil de conductores. No quería convertirme en un producto sepia y sabía que el mundo era mucho más grande y que no importaba tanto de dónde procedía, sino del talento que podía dar. Paralelamente estaba en pareja con mi exmarido que vivía en Estados Unidos y viajábamos mucho para vernos. Al año y medio que estaba trabajando para el exterior, decidimos casarnos y no volví a Uruguay. Fue todo un aprendizaje porque el mundo virtual era muy distinto a lo que es ahora. Para que tengas una idea, PayPal recién estaba naciendo, y cobrar por mis trabajos en el extranjero no era tan sencillo. Y considero que este es un mundo para los osados, para la gente que se atreve a vencer sus miedos. Siempre fui una persona muy curiosa, que le gusta plantearse desafíos nuevos porque la vida se trata de eso.

Simone Fojgiel. Foto: Difusión
Simone Fojgiel. Foto: Difusión

—Desde entonces no paraste de crecer, y se puede decir que mal no te ha ido.

—No. Desde el momento que puedo vivir de esto todos los días, que puedo pagar mi alquiler, ahorrar, ir a congresos y vivir tranquila, me considero una persona privilegiada porque puedo vivir de lo que me apasiona. Igual, lo que más me hace feliz es poder compartir mi conocimiento con otras personas. Llegué a un momento de mi carrera donde me tuve que reconvertir porque la industria estaba cambiando significativamente y no me había actualizado en un montón de cosas. Tuve que aprender de branding, SEO marketing, abrir mi cabeza a cosas nuevas y gracias a eso desarrollé el primer congreso para locutores latinoamericanos en Estados Unidos. Lo hice porque sentía que dando y conectando personas se podían lograr cosas maravillosas que nos iban a hacer mejor a todos. Porque en ese entonces los locutores latinoamericanos éramos de clase B. Había que desmitificar eso porque somos tan buenos y hasta mejores que muchos que se venden como los mejores. Y nosotros somos como McGyver, capaces de hacer con poco, cosas maravillosas.

Simone Fojgiel. Foto: Difusión
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—¿Se nace con voz de locutor o se adquiere?

—Antes se pensaba que se nacía con voz de locutor. Obviamente hay gente con voces privilegiadas. En la comunidad afroamericana encontrás voces poderosas con unos niveles de graves envidiables. Eso lo encontrás no solo en la locución, también en la música. Una Aretha Franklin caucásica no tendría esa impronta que ella tuvo. Creo que la comunidad afro en general tiene unos súper poderes tremendos, en el deporte, la música, para mí son muy superiores y los admiro muchísimo. Como enamorada de la música que soy, creo que es así. Volviendo al tema, hoy en día, un buen locutor se hace. No es solamente por tener una voz de determinadas características, hoy en el locutor se buscan otras cosas.

—¿Qué se busca?

—Se busca una gran versatilidad en su capacidad de interpretación. No todo pasa por tener una voz suntuosa, grave, robusta o sexy, pasa más que nada por llegarle al destinatario sin gritarle, sabiendo acentuar correctamente las palabras y los conceptos que son los que priman en un relato. Eso se aplica para una publicidad, un audiolibro o lo que fuera. Hay que saber enganchar al oyente y pasa en todos lados, en la radio o en material grabado, pasa por lo que sabés hacer al aire, ir envolviendo con tu historia al receptor. Y eso está determinado por tu administración, primero saber de lo que estás hablando porque sino no podés compenetrarte con el relato para tener un efecto en el otro. Además tener una administración de los rasgos sonoros, saber para qué sirve una anticadencia, porque son buenos los contrastes en una narración, cómo apelar a la suspensión, tener un tono llano para generar esperanza. Por lo tanto, un buen locutor se hace.

Simone Fojgiel. Foto: Difusión
Simone Fojgiel. Foto: Difusión

—¿Tenés un proyecto con Amazon?, ¿cómo surge y qué vas a hacer?

—El proyecto surge a través de un banco de voz. Me dijeron que había que grabar 2.000 frases, nunca dijeron que era para Amazon, pero que las necesitaban urgente. Pretendían 500 frases por día y no eran monosilábicas, eran frases de tres renglones cada una. Lo que pretende este proyecto que no sé si va a salir por Alexa, Echo o Amazon Prime. Hay un cambio tecnológico muy grande y la voz humana están tomando un protagonismo en la tecnología de servicios, de aprendizaje, los GPS, la realidad virtual, aumentada, los videos corporativos también, porque la tecnología se ha abaratado, la gente está en su casa, las personas interactúan mucho más con las máquinas. Entonces este servicio lo que apunta es asistir al usuario de Amazon en su proceso de compra, desde que lo compra hasta que lo recibe, o no lo hace. Entonces me pidieron que además de grabar las frases, había que hacerlo lo más natural posible, con acento neutro.

—¿Qué tenías que decir?

—Las frases iban desde “cuanto lamento que no hayas recibido tu pedido”, pasando por derivar los pedidos a otros departamentos, pero no sé por dónde va a salir esto. Sí sospecho que no va a ser solo en Estados Unidos. El proyecto fue hermoso y estuve cinco días para grabarlo. Al final fueron 2.200 frases y estuve encerrada todos los días grabándolas.

—Es un proyecto enorme, ¿ha sido el más complicado de hacer?

—He tenido otros proyectos quijotescos. Un proyecto para el GPS de Motorola tuve que grabar todas las frases y etiquetarlas en tiempo récord.

—¿A qué otro proyecto le has puesto voz?

—Grabé audiolibros, lo que es un trabajo bastante arduo. Cursos de elearning, entrenamiento, sistemas de respuesta de voz interactivos (cientos). También hice un trabajo continuo durante más de un año para la Asociación de Veteranos de Estados Unidos. Mirá si será importante la voz que estuve acompañando, a través de una máquina, a los veteranos de guerra que pueden estar sufriendo distintas condiciones médicas y dolencias. Era la intermediaria, como si fuera su enfermera personal, entre él y el equipo médico que lo monitorea. He tenido que grabar frases donde se asume que el paciente va a fallecer y antes que pierda la conciencia le tenés que aconsejar los pasos que tiene que dar desde el punto de vista legal.

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