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Sara Perrone cierra su mejor año

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Sara Perrone

El 2014 fue el año del regreso de Sara Perrone a la TV con su incorporación a Consentidas. Ahora que despunta un nuevo año de desafíos, la rubia valora su presente como uno de los mejores que le ha tocado vivir. 

—¿Qué balance haces de 2014?

—Fue el primer año en Canal 10 y estoy muy contenta en todo sentido. Feliz de volver a trabajar en los medios después de un 2013 difícil, sin pantalla. Me sentí súper bienvenida en Consentidas. Tengo dos compañeras al aire, Emilia y María, que son espectaculares, generosas, buenas gente. Nunca tuve un problema con ellas. Son súperprofesionales y sobre todo, quieren a su programa; lo llevan adelante hace muchos años y lo defienden. También hay un equipo de producción detrás que realmente son bárbaros. El programa sale bien porque toda la propuesta está bien.

—En Consentidas se te ve en un perfil diferente, más dentro de un guión, sin tus clásicas salidas...

—Sí, es un programa mucho más producido y estructurado El gran cambio que hubo para mí fue el formato. Pasar de un magazine en vivo, diario y de dos o tres horas, a un programa grabado, guionado y con muchos más elementos previstos de lo que yo estaba acostumbrada. Antes hacía más horas en vivo por día de lo que ahora hacemos por semana. Ese fue el gran cambio.

—¿Y cómo fue para ti procesar ese cambio?

—Bien. Creo que de todos modos logré no sentirme encorsetada. Pude navegar tranquila en ese nuevo formato sin dejar de ser yo. Fue la gran ganancia y el aprendizaje que tuve en 2014. Logré entrar en un formato totalmente diferente, sentirme cómoda y ser yo misma. Ese era el desafío que se planteaba cuando comencé.

—¿Costó?

—No sé. Pero era el cambio más grande al que tenía que adaptarme. Creo que nos quedamos todos muy contentos con el resultado. Era para mí un desafío integrarme a un lugar que dejaba alguien que había estado desde el comienzo. Carolina García estaba desde que se inició como programa de radio. Y no se fue por mí, lo que era también una gran ventaja. Yo no tenía nada que ver con su partida. Pero de todos modos había un espacio que había que llenar. El gran desafío era ese: lograr cumplir con el trabajo sin perder la esencia de Sara Perrone, la comunicadora que habían llamado y creo que tenían muy claro desde el comienzo que Carolina y yo no nos parecíamos, aunque no llevamos muy bien. Por lo tanto, no me llamaron para que imitara de algún modo a Carolina, sino para que fuera yo misma. Creo que me adapté muy bien.

—Y en tu vida cotidiana, ¿qué cambio? Para empezar, trabajás menos horas...

—A mí siempre me gustó mucho trabajar, así que desde ese punto de vista no me pareció un gran cambio. Es cierto que en 2014 me dio el tiempo para hacer otras cosas. Por ejemplo, volví a estudiar inglés, dedicarme más a mí y a mi familia.

—Hace dos años que fuiste cesada de Canal 4, ¿qué dirías ahora en perspectiva de aquel momento?

—Bueno, lo primero que tengo que decir es que sigo apreciando esa libertad de tiempos que me da este trabajo menos exigente en horarios.

—¿Has vuelto a Canal 4 en estos años?

—Sí, el otro día fui por primera vez desde fines de 2012 cuando nos cesaron. Nunca me invitaron de ningún programa. Fui a participar de la Teletón que se estaba haciendo en los estudios del 4. Me encantó. Me reencontré con mucha gente, un cariño enorme de todos. Lo encontré espléndido el canal por sus reformas y lleno de buenos recuerdos.

—¿Te vino nostalgia?

—No, porque volví desde un presente muy bueno. Entonces fue un momento muy lindo pero sin la melancolía por volver. Capaz que si no estuviese todo tan bien en mi vida actual laboral, lo sentía de otra manera. Recuerdo que cuando decidieron terminar con nuestro ciclo de Buen día Uruguay y sacarnos a nosotros, varias personas me dijeron: "Te acaban de hacer un favor". Y la verdad es que en aquel momento yo no lo viví así. Lo sentí como algo doloroso: me había dedicado muchos años a dar todo de mí a un canal y esa relación se terminaba y sorpresivamente. Hoy, dos años después, no sé si agradezco que eso haya pasado. Pero estoy contenta de que haya sucedido, porque se me abrieron un montón de puertas. Aprendí a decir que fue un momento de crisis, pero estuvo bueno que pasara.

Si no puede ver las fotos haga click aquí.

—¿Qué se viene ahora para ti?

—Ahora vacaciones. Me voy a Punta del Este y a la vuelta a trabajar con todo.

—¿Vuelve Consentidas en 2015?

—Sí, sigue el año que viene. Tendrá algunos cambios y ajustes como todos los años para actualizarse. Cambia un poco para seguir siendo lo mismo. Esperemos que no cambien a las conductoras (risas), pero en principio seguimos siendo las mismas.

—En el ciclo 2014, hubo más de 120 invitados. ¿Cómo se manejan con la diversidad?

—Eso es lo que más te enriquece como comunicador. Al trabajar en los medios, uno tiene la posibilidad de conocer tantas personas y nutrirte de gente tan variada. Es lo que más me seduce de la comunicación. En este ciclo de Consentidas hubo personas de todo tipo y con historias muy diferentes. Hubo invitados que no conocía o tenía pocas referencias y nos conocimos por su participación en el programa.

—También hubo momentos incómodos. Por ejemplo, no se emitió al aire una nota muy ríspida con Jacobo Winograb que tuvo un intercambio con Emilia Díaz...

—Sí, yo estaba en esa nota. Fue un momento muy desagradable. Ese día hicimos juntas a Jacobo y las dos salimos indignadas. Y después le hicimos una entrevista a Marina Calabró, que hacía poco había muerto su padre. Y terminamos las tres llorando. Fue una jornada movilizadora.

—Los juegos también están muy presentes en el programa. ¿Cómo te sientes tú en ese rol?

—Muy bien, creo que este año perdí definitivamente el miedo al ridículo, aunque a decir verdad nunca lo tuve muy bien desarrollado. Jugamos de todo y por suerte, todo en buen clima.

—¿Pero todos los invitados lo toman a bien?

—En general ya lo saben de antemano y sí. De todos modos la producción tiene la delicadeza de explicarles y ver qué perfil tienen los invitados para ver a qué jugamos. La producción cuida muchísimo esos aspectos y la gente cuando viene, tiene claro que viene a divertirse. Y también va a poder hablar y decir lo que tenga para decir y se le va a respetar en todo momento. Fernando Schmidt, que es nuestro guionista, está siempre con los invitados.

—¿Nunca hubo un mal momento?

—Hace unos meses, tuvimos un problema con Ignacio Copani que no se quiso disfrazar de Batman. Fue de las situaciones más increíbles que vivimos. Lo quisimos disfrazar tres veces, yo insistía, le ponía la máscara y él se la sacaba. Finalmente, nos dijo: "Yo soy un tipo con posición política; no me puedo disfrazar. Discúlpenme, pero no". Al final lo sustituimos en el juego por nuestro productor Juan Pablo Brianza.

—¿Pero quedó enojado?

—En realidad ni tanto porque después volvió para el último juego. Solo no quiso disfrazarse.

—¿Y en el espacio de las entrevistas cómo hacen para que los invitados se abran?

—Creo que hay un buen ambiente. Es una característica del programa. Los invitados se sienten con confianza para abrirse. Mucha gente pide para ir al programa y creo que ese es un logro que han tenido el equipo en estos años. Aunque hayan cambiado el formato varias veces, mantuvieron la esencia y se nota. Yo había estado como invitada varias veces y cuando iba, siempre me sentí muy bien y cómoda. De hecho, jorobo siempre diciendo que yo soy la única conductora que ha ganado varias veces el carrito.

—¿Vas a hacer radio en 2015?

—Sí. Estoy feliz. Me habían hecho alguna oferta antes, pero nunca me había cerrado. Esta es una propuesta que tiene todo para ser una gran oportunidad. Vamos a empezar en marzo en Lacatorce10. Creo que es un desafío gigantesco para el año que viene. Nunca hice radio. No me he destacado por la voz, o por la buena voz. También es una forma de volver al magazine, porque creemos que va por ahí. Lo estamos armando y me encanta poder hacerlo.

—¿Quién te va a acompañar?

—Por ahora no tenemos muchas definiciones. Está todo para hacer. En lo conceptual, la idea es hacerlo desde la perspectiva del ciudadano común, no desde una postura política o de ningún otro tipo.

—¿Has visto a tus compañeros de siempre Leonardo Lorenzo y Adriana Da Silva?

—Sí, estamos siempre en contacto. Nos vamos a reunir en estos días. Seguimos siendo muy amigos y algún día, seguramente vamos a volver a hacer algo juntos en TV.

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