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El runrún de la fiesta

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Ballroom del Radisson en plena transmisión de los Premios Iris. Foto: Gerardo Pérez.

Terminó una nueva edición de los Premios Iris y el agente quedó pipón. De información y de las delicias que se sirvieron y regaron la gala.Si bien no estaba invitado, conservaba una pulserita de seguridad rosada de una estadía en las termas en el invierno de 2007 y con ella birló los controles. A ver si los organizadores cambian este poco glamoroso sistema para el año próximo. De colado, el agente recorrió sigiloso cada una de las mesas, prestando oído a todos los corrillos de una gala con emoción y enojos varios. Hete aquí su agudo reporte.

* El único comentario unánime de la noche fue la celebración generalizada de que la gala volvió al formato de cena, bien servida y con copiosos elixires para el espíritu.

* Las primeros reparos acerca de la polémica posterior sobre rol de la mujer en los Premios Iris ya se masticaban temprano en la velada. Incluso algunas comunicadoras como Catalina Ferrand y Sara Perrone lo manifestaron en vivo cuando les tocó la presentación de un premio, con toda razón y derecho. La paradoja era que cuestionaban el mismo formato que les permitía criticarlo.

* El agente es memorioso y mientras todo esto sucedía, recordó que en la edición anterior de los Premios Iris, en el Auditorio del Sodre, el esquema de conducción había sido idéntico. Un calco. Sin embargo, la polémica subsiguiente radicó mayormente en lo escaso del banquete y no se escuchó ni una voz de defensa de género. Estoy 100% de acuerdo en que hay debates que solo pueden darse con el estómago lleno.

* Varios días antes de la ceremonia ya estaba instalada la polémica sobre las invitaciones. Cundió la molestia de muchos en cuanto habían sido invitados a ediciones anteriores y esta vez no aparecía la tarjeta. Cuando el agente protestó por este asunto le dijeron que el Ballroom del Radisson es el mejor lugar para la gala, pero tiene dos veces menos capacidad que el Latu y tres comparado con el Sodre. Me taparon la boca.

* En la mesa del noticiero Telenoche no concurrió ninguno de los invitados. Ni uno. Parece que en la tarde alguien llevó la noticia errada de que no obtendrían el Iris y muchos resolvieron no concurrir. Dos malas decisiones: no presentarse y no hacerlo por la suposición de que no se llevarían el galardón.

* Fernando Vilar se alzó con la estatuilla por conducción de informativo. Tampoco concurrió a la ceremonia porque, según dijo, le tenía miedo a los comentarios de los demás si no ganaba y a los suyos si ganaba. Lo curioso es que desde Canal 4 prácticamente ni lo mencionaron entre sus ganadores.

* En las filas de Canal 10 hubo varios representantes con desconsuelo porque se tenían mucha fe en más rubros de los que obtuvieron. Más allá de que Alberto Sonsol, uno de los suyos, se llevó un inapelable Iris de Oro, confiaban en que podían tener los Iris de Magazine, Testimonial, Noticiero y Humorístico. Todo no se puede.

* Del lado de Teledoce, también habían quienes no se convencían de la decisión de algunos premios, en especial por la estatuilla en el rubro entretenimientos que se la llevó Escape perfecto. Otro candidato como Yo me llamo competía por ella y el agente supo el que inclinó la balanza fue el voto del público. Revelación fue otro de los premios peleados y lo llevó Verónica Piñeyrúa también por los resultados de la encuesta.

* En el plano de las ausencias hubo algunas que llamaron la atención. El agente extrañó especialmente a Ana Inés Martínez. Según parece, la periodista deportiva estaría decepcionada porque solo una vez se contempló el rubro de los cronistas deportivos de TV. Ojalá vuelva esa categoría.

* Algunos nominados, como Rafa Villanueva, Luis A. Carballo, María Inés Obaldía, Álvaro Navia, Fernando Tetes. Guillermo Lockhart... tampoco se hicieron presentes. Algunos argumentaron que estaban de vacaciones, otros desaparecieron...

* La ubicación de los comunicadores en las mesas generó más de un dilema. Martín Sarthou y Victoria Zangaro terminaron en una mesa cercana a la de sus compañeros de Desayunos informales porque dos invitados también vinculados al magazine tomaron su lugar. Al final, todo se habría resuelto.

* También fue una gran noche de reconciliación. Rubia Mala de la Moda se amigó con Andrea Sheppard. Belén Marenales con Cami Rajchman. Y los últimos en irse fueron los chicos de Dosogas y los de Dosbros. Los youtubers estaban enfrentados y terminaron amigos.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Ballroom del Radisson en plena transmisión de los Premios Iris. Foto: Gerardo Pérez.

IRIS - AGENTE ENCUBIERTO

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