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Roxanne Machin, la modelo de la suerte: "Tuve muchos comentarios positivos sobre mi acento"

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Roxanne Machin. Foto: Ruben Chanquet

NOTA DE TAPA

Roxanne Machin, de 21 años, debutó en La ruleta de la suerte con Rafa Villanueva y se declara feliz con el estreno. Le dicen “Canadá”, un apodo que refiere a su país de nacimiento.

Roxanne Machin. Foto: Ruben Chanquet
Roxanne Machin. Foto: Ruben Chanquet

-¿Cómo nació el vínculo con Teledoce?

-Cuando se hizo Trato hecho fui parte del equipo. A través de una agencia de modelos quedé en la selección de chicos para el programa. Luego, cuando surgió el proyecto de La ruleta de la suerte, se hizo una preselección de los chicos de Trato hecho para luego hacer un casting para el nuevo programa. Fue un proceso de varias semanas y me terminaron eligiendo.

-¿Cómo fue el casting?

-Nos hicieron varias pruebas, desde caminar hasta que hiciéramos la presentación de un programa, apelando a la improvisación frente a cámara. Sabía que era para un programa de entretenimientos pero no tenía los detalles.

-¿Qué sentiste al quedar?

-Una gran satisfacción. Nunca fue algo pensado como un objetivo. Estudio comunicación pero no me había planteado estar en la coconducción de un programa de TV. En los estudios me iba a orientar hacia la publicidad pero ahora estoy dudando de no hacer periodismo que está más relacionado a la televisión.

Roxanne Machin. Foto: Ruben Chanquet
Roxanne Machin. Foto: Ruben Chanquet

-¿Cómo fue el proceso previo de la salida del aire de La ruleta de la suerte, con las primeras pruebas con Fernando Vilar en la conducción?

-Fernando estuvo poco tiempo pero aprendí muchísimo con él. Si fueron tres días, los tres días estaba aprendiendo porque es flor de comunicador. Luego hubo un cambio y me supe adaptar rápidamente.

-¿Tu rol cambió?

-No. Fue el mismo desde el principio.

-¿Te sorprendió la salida de Vilar?

-Sí, pero era una posibilidad. Como era una posibilidad que me hayan elegido a mí o no.

-¿Cómo definirías el vínculo con Rafa Villanueva?

-Excelente. Nos divertimos mucho en las jornadas de grabación. También aprendo mucho de él. Es un conductor con muchísima experiencia.

-¿Cómo te sentiste en el estreno?

-Me sentí nerviosa. Me hacía muchas preguntas. ¿Estaré a la altura o no? Más allá de que tengo experiencia en el modelaje, comunicar es otra cosa. Hablar para mí ya es un desafío. Entonces todas esas emociones las supe disfrutar en ese momento.

-¿Con quién viste el primer programa?

-En un momento, lo primero que decidí fue no verlo. “Me da vergüenza”. Luego me dije: “Tengo que enfrentarme a mí misma. Verme y aprender. Ajustar los detalles que pueda mejorar y valorarme a mí misma”. Lo vi y la verdad que me encantó. Tuve comentarios hermosos.

-¿Qué tipo de devolución tuviste?

-Recibí muchos mensajes afectuosos. También gran parte referidos al acento que llama la atención.

-Comentarios negativos...

-Por suerte, tuve muchísimo comentarios positivos en cuanto al acento. Mi lengua nativa es el francés, aunque mis padres son uruguayos. Pero el acento es parte de mí ya. Es lindo que la gente sepa apreciar. Si uno busca, encuentra comentarios negativos. Pero no busqué. Oí que alguien decía aquello de por qué no darle trabajo a conductoras uruguayas, por ejemplo. Fue lo único de lo que podían agarrarse. Aunque yo soy uruguaya. En el fondo, si nos ponemos analizar, somos todos de otros países. No lo tomé personal ni para nada.

-¿Cómo sigue tu carrera como modelo?

-Con la pandemia está complicado para todos. Pero el modelaje es algo que proyecto seguir porque más allá del trabajo, es una pasión. Me gustaría fusionar las dos cosas: el modelaje y la televisión. Estudio comunicación en la Udelar. Estoy en segundo año y por suerte me va bien.

-¿Conservás familiares en Canadá?

-Sí. Allá están mi padre y dos hermanos. Fui hace dos años de visita y este año proyectaba volver pero va a ser muy complicado. Entre el trabajo y la incertidumbre sobre cuándo reabren las fronteras, será difícil que pueda viajar. Quedará como proyecto para el año que viene.

-¿Amigos conservás allá?

-Sí muchas amigas. Hoy el contacto no es cotidiano pero siempre que podemos nos ponemos al día.

-¿Qué te resultó lo más difícil de adaptarte a vivir a Uruguay?

-El primer año fue muy difícil la adaptación a una cultura distinta. Más allá de que mis padres son uruguayos, el día a día es diferente en Canadá. Tenía pocos amigos y tuve que aprender a leer y a escribir en español porque no tenía ningún conocimiento. Fue como empezar de cero. Además vine a una edad de 16 años y la adolescencia no es fácil para nadie. Pero después de ese año supe disfrutar de Uruguay todos los días. Nunca podría elegir entre uno y el otro. Ambos países tienen sus pros y contras. Y por ahora siento que mi lugar está en Uruguay.

-¿Cómo fueron tus inicios como modelo?

-Se dio por casualidad. No es mi caso la historia de una niña que quisiera ser modelo. Lo veía como algo imposible y lejano. Pero un día, ya en Uruguay, surgió la posibilidad de un certamen de belleza. Me dije: “por qué no. Voy a probar”. Me fue súperbien porque en ese primer certamen salí reina. En el segundo y en el tercero también. Luego apunte más a la moda y no tanto al mundo de las miss.

-¿Por qué?

-Principalmente porque existe un gasto grande y en Uruguay hay poca posibilidades de conseguir sponsors. Hay un gasto en cuanto a la estética del cuerpo, el maquillaje, vestuario para los certámenes y todo lo tiene que costear cada candidata. En la moda, se trata de adaptarte a ciertas marcas y el nivel de ingresos es más altas. Además, en el mundo de la moda conocí personas geniales y quedé enganchada con ellos.

-En el ambiente de los certámenes y también de la moda se habla a veces de un “lado oscuro”, con personas que practican acoso o abuso. ¿Has tenido malas experiencias?

-Es una realidad. Creo que eso existe en todos los ámbitos pero en la moda estamos expuestas porque somos mujeres, a veces jóvenes o muy jóvenes con inexperiencia y muchos sueños. He oído historias pero nunca tuve una mala experiencia. Cada vez que conozco a alguien que recién está empezando le digo que se cuide y le hablo de lo importante que es involucrar a los padres. Yo tengo 21 años y lo sigo haciendo. Cada vez que me ofrecen un trabajo me gusta tener la visión de mi mamá. Aunque seas adulta, una opinión externa a ti nunca está de más.

-Desde hace un tiempo estás en pareja con el fotógrafo Ruben Chanquet, ¿cómo se conocieron?

-A Ruben lo conocí en una producción de fotos. Es muy graciosa nuestra historia porque esa primera producción el trato fue totalmente profesional y hasta distante te diría. Solo me daba indicaciones profesionales mientras con la maquilladora estábamos a la risa. Luego quedamos en contacto y comenzamos a hablar y a salir. Hoy, nos encanta trabajar juntos. La moda es una pasión que ambos compartimos.

-¿Cuáles son tus planes?

-En este momento estoy viviendo más el día a día. Disfruto del programa y si las oportunidades siguen surgiendo las tomo y las disfruto. Ojalá aparezcan más desafíos.

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