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Ramiro Bueno, el hijo de Rodrigo dice: "No quiero ser la sombra viviente de mi papá"

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Ramiro Bueno. Foto: Difusión

ENTREVISTA

El joven argentino habla de su carrera en la música, de su llegada al mundo del Hip Hop, su trabajo y las constantes comparaciones con su padre.

Ramiro Bueno. Foto: Difusión
Ramiro Bueno. Foto: Difusión

Se inicia el Zoom y a la hora acordada aparece Ramiro Bueno, el hijo del cantante Rodrigo en la pantalla. Se prende un cigarrillo y lo primero que se nota son sus uñas pintadas de negro. “Esto es impresentable, pero soy como muy tirado a hacerme cosas raras, los colores de pelo. Así como mi viejo se teñía el pelo de colores, a mí me pasa lo mismo, me da para hacerme cosas raras. Hace poco me dio por pintarme las uñas. Me quedaron horribles, pero fue porque estaba aburrido un día, tenía un esmalte negro y me las pinté”, dice Ramiro Bueno, quien se lanzó como cantante de Hip Hop y trabaja en su primer disco bajo el nombre artístico Rxpper Ram. Dice que le gusta la “vieja escuela” del Hip, y sobre su carrera, su padre y su vida habló con Sábado Show.

—¿Por qué lanzarte como cantante de hip hop?

—Me gusta el Hip Hop viejo y capaz que en un futuro haga algo de trap, pero me gusta la vieja escuela del Hip Hop. Desde chico me gustó la cultura del Hip Hop, siempre me llamaron la atención los encuentros, y veía 10 monos tirando rimas y me divertía, porque era una excusa para juntarse con amigos. Así lo veía de chico, empecé a seguir la movida y me crié escuchando esa música junto con mucha cumbia. Hace poco me dio por probar, inicié mi carrera artística porque había visto rapear a un amigo, Under MC que hoy es mi maestro y me encantó. Tiramos buena onda y de ahí me animé a hacerlo yo también. Siempre me gustó escribir pero nunca me gustaban mis letras, pero fui creciendo a los tumbasos y ahora me estoy desenvolviendo en eso. Pero tengo la música en un plano diferente porque también estudio y trabajo, entonces cuando puedo le doy a eso.

Ramiro Bueno. Foto: Difusión
Ramiro Bueno. Foto: Difusión

—¿Dónde trabajás?

—Trabajo en los vacunatorios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Trabajo en recepción y estoy hace un par de meses, mientras estudio Licenciatura en Comunicación Audiovisual, y ya me recibí de Periodista Deportivo, así que estoy haciendo la Licenciatura para complementar los estudios y también estoy con la música aparte. Estoy llevando las tres cosas a la vez, lo que a veces se me hace medio difícil, pero estoy a full.

—¿No se complica hacer tanta cosa junta?

—Y, los tiempos son a contratiempo. El trabajo es de siete de la mañana a una de la tarde, la Facultad es online pero en la tarde-noche, entonces para grabar tengo que irme hasta Caballito donde mi productor tiene su estudio. Y sino grabo en un estudio conocido en el Underground del Hip Hop que se llama El Triángulo Estudio y ahí tengo que tomarme el día, porque salgo de trabajar e ir para allá, porque es en Temperley, en Provincia de Buenos Aires. Entonces tengo un viajecito de una hora y media para ir, y otra para volver.

Ramiro Bueno. Foto: Difusión
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—¿No te dio por la cumbia o el cuarteto?

—No, pero porque como me crié en Buenos Aires consumí mucho esa música pero también sabía lo que implicaba tener una banda, es muy de la unión y tenés que conseguir músicos que estén en la movida, en cambio el Hip Hop es más individual y personal de cada uno. Entonces al criarme alejado de esa música, me tiré por otro lado, más de lo que a mí me llamaba y entusiasmó desde que era pibe. Ahora tengo 23 años, pero me siento viejo.

—Te preguntaba por el cuarteto por seguir los pasos de tu padre.

—Yo fui la oveja negra de la familia. Si bien seguí por el lado artístico, me fui por otro lado.

Ramiro Bueno. Foto: Difusión
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—¿No te han dicho que te parecés a tu padre?

—Me dijeron que soy un mix de mis padres. Tengo algunos rasgos de mi vieja, como los ojos, lamentablemente no heredé el color de ojos de mi papá, me hubiese encantado, pero sí saqué la barbilla y la postura al caminar que me han dicho que soy igual a mi papá.

—¿Y cómo es vivir bajo la sombra de lo que fue tu padre?

—Con orgullo, mucho orgullo porque tengo un viejo que fue, la verdad, un tipazo tanto como artista, como padre. Para mí fue un viejo impresionante, muy centrado, muy cuerdo y lo llevo con mucho orgullo, y a la hora de hacer mi camino eso también pesa porque mucha gente te cuestiona. Pero más allá de eso lo llevo bien porque también hay gente que me apoya en lo que hago tanto en el trabajo como en el estudio, como cuando encaminé mi camino para ser futbolista que después no se me dio pero también había gente que me bancaba. Es algo muy lindo porque tengo el cariño de la gente en el día a día, también tengo mis haters que no entienden el camino que elegí, pero es porque quieren que sea como mi padre. Me dicen: tenés que cantar los temas de tu papá y reunir a la banda, pero no es lo que quiero. No quiero ser la sombra viviente de mi papá, quiero hacer mi camino. Y eso es lo que me desafía en el día a día, hacer mi camino y forzar mi destino.

—Y si les hacés caso nunca vas a desarrollarte como artista.

—Y voy a estar en constante comparación. Hoy me pasa que mucha gente me dice que con el rap no llego a nada y que no me escucha mucha gente. Pero me comparan con el Rodrigo del 2000, el que movía masas en todos lados, no te comparan con el Rodrigo de los inicios. Yo tengo dos años de carrera musical, y mi padre con dos años de carrera estaba en la misma que yo. Y hay gente que no lo entiende porque te compara con el Rodrigo del final, o esperan que entres por la puerta fácil, por la que no tiene llave, pero yo no soy así. Para facturar decidí agarrar un empleo y pagarme los gastos de la música con eso. Así que me estoy financiando las cosas, como cualquier artista normal que empieza de abajo, sin colgarme de nadie y aprovechando la buena onda que me tira la gente del Hip Hop.

—Es una movida joven, como vos.

—Sí, pero los adultos de la vieja escuela me encanta escucharlos porque tienen una maestría particular, y me alegra el contar con ellos. Porque entro en un mundo nuevo y me reciben con mucho cariño por mi viejo. Me dicen: no podemos creer que estés con nosotros, en nuestra movida, y que me reciban con los brazos abiertos, es un orgullo.

—¿El plan es ir sacando canciones o pensás en un álbum?

—Ahora estoy preparando un álbum de 10 temas y lo estoy produciendo yo. Estoy armando esto para que mañana, cuando se termine la pandemia y si se permite, poder hacer presentaciones con un material ya armado con mis temas y mi esencia, y no esperar a que se termine la pandemia para empezar. Quiero ahorrar tiempo para que el día de mañana ya pueda hacer shows y moverme por otro lado. Porque si espero a que se levante todo para recién grabar el disco y después ir a hacer shows, es como que al pedo. Por eso estoy aprovechando este tiempo de encierro para seguir cosechando mis cosas.

—¿Cómo te afectó el tema de la pandemia?

—En Argentina está complejo el asunto, pero soy un pibe solitario. La soledad en mi espacio no me molesta, si bien en el día a día uno se encuentra con un conocido que tiene un caso, yo por trabajar en el vacunatorio dispongo de poder hisoparme bastante seguido. De hecho también me lo demanda el laburo y por suerte cuando me junto con alguien me hago un hisopado antes, así quedo tranquilo.

—¿No te reconoce la gente en la calle?

—A veces en el trabajo me reconoce la gente que atiendo, pero con el barbijo es más difícil. Igual hay gente que me sacan la ficha y no sé cómo hacen, pero siempre con la mejor disposición y si quieren una foto no pasa nada. Al principio estaba viendo qué pasaba con mi trabajo, pero cuando mi jefe se enteró que soy el hijo de Rodrigo y demás, están contentos de que esté ahí.

—¿Y qué dice la gente cuando te reconocen con una vida normal?

—Me dicen: “¿Qué hacés acá?”, eso es lo que me dice la gente. Pero yo trabajo como una persona normal, porque soy así. Y como Rodrigo tuvo sus trabajos para hoy ser quien fue, yo quiero hacer lo mismo. Así que también en ese sentido comparto un montón de mi padre, les hago videos de los Rodrigueros, comparto recuerdos y cosas que tengo con ellos. No soy una persona muy mediática, no me expongo fácilmente en la televisión, porque no me agrada estar exponiéndome. Pero el cariño de la gente es un motor para impulsarme y lo llevo con mucho orgullo.

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