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"El loco" la pica en TV

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Sebastián "Loco" Abreu. Foto: Leo Mainé

SEBASTIÁN ABREU

El nuevo rol de Sebastián Abreu: "Trato de analizar el fútbol sin traspasar el límite del respeto".

Sebastián "Loco" Abreu. Foto: Leo Mainé
Sebastián "Loco" Abreu. Foto: Leo Mainé

El futbolista de 41 años se sumó al equipo de Teledoce para El diario de la Copa (todos los días a las 20:00) y las previas de cada partido de Uruguay. En entrevista con Sábado Show, el popular “Loco” Abreu asegura que disfruta de su labor en los medios y aún dentro de la cancha se declara como un “analista” del juego y las condiciones propias y del rival. Si bien estuvo en la selección hasta 2012, asegura que no ha enviado ningún mensaje a sus colegas en Rusia. “No me gusta molestar”, explica. Rememora cuando dejó de ser citado y se muestra crítico con los juicios periodísticos que a menudo “manipulan” los dichos o hechos para generar polémica. También habla de su futuro y de un soñado regreso a Nacional.

—¿Cómo te estás sintiendo en el rol de analista en este caso para Teledoce?

—Muy bien. La primera vez que me tocó hacer comentarios fue para Radio Carve en un partido de Uruguay - Brasil, que ganamos 1 a 0 con gol de Diego Forlán, en 2005. Después estuve haciéndolo en torneos de relevancia, como el Mundial de Brasil 2014 o la Copa América 2015. Ahora me convocó Teledoce en una función diferente: no comentando los partidos directamente, pero sí analizando cada jornada del Mundial.

—¿Dentro de la cancha sos también analítico?

—Sí. Desde siempre me gustó analizar los equipos y los rivales. Es una característica que me ayuda a seguir jugando a pesar de mi edad. Trato de sacar provecho al máximo de las debilidades que pueda tener el oponente. Ayuda muchísimo en la práctica como jugador.

—¿Cómo nació esa característica tuya?

—Aprendí mucho de los compañeros que he tenido. Siendo un adolescente de 17 o 18 años, compartí planteles con Martín Lasarte o Santiago Ostolaza. En Argentina fui compañero de Óscar Ruggeri y en la selección estuve con Enzo Francescoli, Ruben Sosa... crecí en ese ambiente y con la obsesión futbolística. Cuando no estábamos jugando, hablábamos o mirábamos fútbol.

—¿Qué análisis hacés de la presentación de Uruguay en Rusia?

—Bien. Rompió la racha negativa en cuanto al debut en la Copa del Mundo, algo que se arrastraba de seis mundiales. También vi muy bien a varios jugadores y creo que van a mejorar para lo que se viene.

—Integraste este plantel hasta 2012, ¿qué mensajes te llegan desde Rusia?

—Ninguno porque no soy de romper los cocos. En este momento hay 800.000 moscas revoloteando a la delegación que no están nunca y aparecen ahora. "Mandame un saludo", "firmame esta camiseta", "grabame un video". Estuve de ese lado de las cosas y sé cómo es. Así que no me gusta molestar. Por mi personalidad, soy más de mandar mensajes o ir a visitar cuando las cosas no salen, cuando son criticados en un momento malo. Ahí aparezco para tratar de levantar un poco el ánimo.

—¿Al ser futbolista y estar ejerciendo el rol de comentarista, no te pone una situación más delicada a la hora de hacer una crítica por ejemplo?

—Depende del enfoque que le dé la prensa a lo que digo. Si yo hago un comentario táctico y los medios que recogen eso, ponen "criticó" a fulano o sultano, la gente va a tener esa lectura. Pasó ahora que Diego Forlán hizo un análisis y todos dicen que "criticó la fórmula" de Tabárez. Y en realidad, él hizo un análisis pero vivimos en un mundo en que se manipula permanentemente la información y los mensajes en un sentido u otro. En mi caso, estoy tratando de analizar y siempre cuidando la línea de no pasarme para el otro lado y mantener el respeto.

—Mencionaste a Forlán, quien en Teledoce dijo que en el primer partido se había intentado un camino que quedó "medio, medio". ¿Cuál es tu visión de ese análisis?

—Fue un análisis, no tuvo ninguna intención agresiva. Puede ser compartido en parte. Pero es un Mundial y todo se exagera. Desde nuestro lugar, nos consta que todo lo que decimos lo hacemos con responsabilidad y tratamos de no sobrepasar una línea que no nos corresponde.

—Como futbolista, ¿te afectan los comentarios negativos que se pueden hacer sobre vos?

—Lo que me afecta es la mala intención. El querer vender por vender. Si es un análisis futbolístico, uno lo escucha y lo toma para una mejora personal, sobre todo cuando proviene de un jugador o un entrenador que está trabajando en los medios. Pero cuando, por ejemplo, un equipo anda mal y se apunta a uno solo no hay análisis. Lo que sucede ahí es que uno vende y le pegan a ese. En esos casos, trato de no responder para no darle mayor trascendencia. Es una forma de trabajar de parte de los periodistas, que tienen hasta cierto punto una competencia entre ellos: el que haga comentarios más polémicos tiene más posibilidades de trascender. Desde mi humilde lugar, trato de hacer otra cosa, que es analizar el juego.

—Pero en otros países, como Argentina por ejemplo, es mucho más duro el escenario...

—Sí, sí. Esto no vale solo para el contexto uruguayo. Esto ocurre en todos los lugares donde el fútbol es una pasión: Argentina, México, Chile, España, Brasil... en todos lados donde estuve sucede lo mismo. En mi caso, recién a los 30 años pude entender el "juego" y supe que no es personal, ni para siempre. Hoy sos vos el que está en la mira. Si te toca hacer goles, hablarán bien y si no, te caen por más que el rendimiento del equipo completo sea bajo. Empiezan los comentarios: "Abreu tiene que salir" o "ya está viejo"... me costó un tiempo pero entiendo la dinámica y mientras no se falte el respeto, lo comprendo. Cuando veo que se pasan de la raya, prefiero no responder por los medios, sino levantar el teléfono y hablarlo directamente con la persona en cuestión. En mi carrera me ha tocado varias veces hacer esa llamada.

—Hasta noviembre de 2012 fuiste convocado por el DT Óscar Tabárez. ¿Qué sucede en esos casos de recambio generacional? ¿El entrenador da una explicación o simplemente deja de convocar?

—Normalmente el maestro apunta a la inteligencia del jugador para entender que existen ciertas situaciones que lo dejan afuera, por más que el jugador siempre se ve con condiciones de seguir aportando. Apela a que el futbolista haga su proceso y se vaya dando cuenta de que se optó por un recambio. Por más que yo no renuncié a la selección y siempre estoy y estaré disponible, uno entiende que la historia mía con Uruguay quedó ahí. Fueron 16 años hermosos y ahora, desde este lado, soy el hincha número 1 de este grupo.

—A veces se le critica a Tabárez que en la conferencias de prensa se toma a mal preguntas. ¿Por qué crees que sucede eso?

—En un Mundial hay muchas cosas lindas de fútbol para hablar y, sin embargo, muchas veces las preguntas van dirigidas a asuntos menores o fuera de contexto. El otro día le preguntaron a Diego Godín si hubo mala intención de otro jugador en la instancia que determinó la lesión de Salah. No tenía sentido. Creo que eso genera también la rispidez del entrenador. También opera la personalidad de cada uno y el maestro es un hombre de poca paciencia.

—¿Cuáles son tus planes para el futuro?

—Estoy definiendo entre tres propuestas para seguir jugando en la segunda mitad del año. A esta altura de mi carrera, quiero llegar a un club para disfrutar y no hacerme mala sangre. Hay propuestas en Uruguay y en el exterior.

—Y cuando dejes el fútbol, ¿qué va a pasar?

—Voy a ser entrenador. Me queda el último examen de la carrera, que estoy cursando en Argentina.

—¿Tu proyecto de vida implica vivir en Uruguay?

—En cuanto mis preferencias personales y familiares, sí. Pero en función de la carrera de entrenador, la residencia estará donde se presenten las oportunidades.

—¿Te gustaría volver a Nacional?

—Hay relaciones de las que nunca te vas. De Nacional yo nunca me fui. No estaré trabajando pero estás dentro del club, en un cuadro, en la foto, en la memoria del hincha y de los títulos. Laboralmente no estoy. Pero sentimentalmente sí. En el futuro pienso que por decantación en algún momento se va a abrir la posibilidad de volver como entrenador. El tema es tener paciencia y esperar el momento justo para que ese sueño se concrete.

—¿Qué análisis hacés de la lucha que lleva adelante el movimiento Más unidos que nunca?

—Muy bueno. Reivindicaron los derechos del jugadores, no solo en cuanto a la imagen, sino a otros aspectos, como las condiciones mínimas para entrenar. Estoy feliz con el movimiento y creo que el futuro de los futbolistas será mejor.

Cambio de rol y de look

Sebastián "Loco" Abreu estrenó nueva imagen para su función de comentarista para Teledoce. Barba y corte casco con jopo. "Fue idea mía. No tengo asesor. Mi mujer que me aconseja", asegura sobre su cambio de look.

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