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ANALÍA FILOSI

Este film iraní no es sólo un drama familiar, es un interesante drama judicial, religioso y moral en el que es imposible tomar partido por nadie. El director Asghar Farhadi tiene la habilidad de exponer a cada personaje con virtudes y flaquezas, momentos en que se entiende su accionar y otros que se lo condena. Una historia sólida, compleja, provocadora, muy bien actuada… imperdible. Sin duda la mejor de 2012.

Otro gran e impactante homenaje al cine y nada menos que de un maestro detrás de cámaras: Martin Scorsese. Una tierna historia llena de fantasía, personajes nobles, malos no tan malos, y mucho, mucho cine. Se explota el 3D de la mejor manera, llevándonos por los rincones de una estación de trenes y no descuidando detalle en la recreación de época. Un cuento que apunta a grandes y chicos, con mucho de la biografía de su responsable.

Un hombre de aparente vida idílica enfrenta un accidente familiar que devela que su existencia no era lo que creía. Sin dejar de lado un humor muy particular, Alexander Payne presenta una historia cargada de sentimientos, momentos duros, silencios reveladores, y situaciones en las que, mientras las palabras dicen una cosa, los gestos evidencian otras. Gran labor de George Clooney, mientras Shailene Woodley destaca como revelación.

¿Podía un film en blanco y negro y mudo atrapar al público del siglo XXI? Este gran homenaje al cine que construyó Michel Hazanavicius demostró que sí. Son pilares fundamentales sus actores, sin cuya habilidad para expresarse sólo con gestos, el film hubiera fracasado. Destacan la versatilidad y lenguaje corporal de Jean Dujardin (ganó Oscar) y la simpatía y luminosidad de Bérénice Bejo. Y el perro Uggie, tan funcional al relato como responsable de los momentos de humor y ternura.

Un millonario tetraplégico, amante del arte y la música clásica, desafía a un inmigrante negro, ex presidiario y que sólo quiere cobrar un seguro de desempleo, a que sea su asistente a tiempo completo. Este último logra hacerlo reír y, lo más importante, no le tiene pizca de piedad ni lástima. Hay mucho humor negro y nada de golpes bajos en la historia de dos polos opuestos que se unen por necesidad y que terminan construyendo una relación que los torna intocables.

El director Christopher Nolan y el actor Christian Bale cierran su trilogía de Batman por todo lo alto. Tanto desde el punto de vista de lo visual, como desde el sólido y atractivo guión, el film es perfecto. Además, no descuida a ninguno de sus personajes de siempre e introduce otros de gran peso, como la Gatúbela de Anne Hathaway, el villano de Tom Hardy o el policía de Joseph Gordon-Levitt, que podría tomar la posta de esta saga.

Ben Affleck vuelve a demostrar lo buen director que es al contar la crisis de rehenes en Irán (1979), un hecho real con mucho de cinematográfico. Para ello recurre a tres géneros: el thriller (vertiginoso y lleno de suspenso), la comedia (con John Goodman y Alan Arkin sacándose chispas como dos exponentes de Hollywood) y el drama (la relación del protagonista, encarnado por Affleck, con su hijo). Destacan la toma de la Embajada y la recreación de los años `70.

A pedido de su jefe, un camionero traslada a una joven paraguaya y su beba desde su país hasta Buenos Aires. Un largo viaje que los obligará a relacionarse y conocerse. Historia que se construye más en base a silencios, gestos y alguna lágrima, que a lo que estos dos seres que parecen tan solitarios se puedan decir. Los dos protagonistas se ajustan de forma muy sólida a sus personajes y llenan la pantalla de esperanza.

Un niño solitario realiza un experimento para revivir a su perro. Tim Burton eligió el blanco y negro para esta aventura que tiene muchos homenajes al cine, sobre todo al género del horror de otros tiempos. Sin su característica explosión de color, se lo reconoce en el físico de sus personajes y, sobre todo, en esa combinación de dulzura y truculencia que aplica para delinearlos y hacerlos entrañables. Un canto a la amistad y un rescate de quienes no son populares.

Inteligente y provocadora comedia, quizás no tanto desde lo visual -las escenas sexuales muestran lo necesario-, pero sí desde los diálogos y argumentos que usa para convencer al desconfiado del cuarteto (buen elenco) de revitalizar su pareja siendo swinger. Se le puede reprochar que en determinado momento vira hacia lo políticamente correcto, pero cabe preguntarse si el público hubiera aceptado otro final.