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Pa-Pa-Pa ¡Triple!

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Alberto Sonsol

Como el triple de su vida definió Alberto Sonsol los tres premios Iris que se llevó el pasado miércoles: Mejor Entretenimiento por Escape Perfecto; Mejor Conducción en TV y, la frutilla de la torta, el Iris de Oro. Fue su noche “Pa-Pa-Pa”, expresión sello de sus relatos basquetbolísticos para indicar que un jugador metió un tiro de tres.A la fiesta fue acompañado de su esposa y de uno de sus hijos, disfrutó con sus compañeros de televisión y radio, y se fue con el premio mayor de la noche.

“Chiquitito bumbum”, es otra de sus frases. La más reciente, la que dice cada vez que una pareja de participantes saca poco valor en premios de la jaula de Escape Perfecto. Es una de las tantas sentencias o giros que ha impuesto desde su rol de conductor en el entretenimiento de Canal 10. Su compañera, Annasofía Facello, también lo ha hecho bailar y lo ha “peleado” un poco mostrando que la química entre ambos funciona de maravillas. Son apenas algunas de las características que han terminado por confirmar que el showman le ha ganado al periodista deportivo. Ya lo era un poco como conductor de La hora de los deportes, un programa que tiene mucho de show y Sonsol conduce con gran habilidad.

También ha explotado esa característica como compañero de Roberto Moar en el segmento deportivo de Subrayado o coconduciendo Cortita y al pie con Sergio Gorzy. Allí recibe la opinión de la audiencia sobre el mundo del deporte, fundamentalmente del fútbol y el básquetbol, sus especialidades. Y él también opina, como lo haría cualquier ciudadano de a pie, algo que lo hace empatizar con el público.

Recibió el Oro de manos del Administrador General de El País, Dr. Guillermo Scheck.
Recibió el Oro de manos del Administrador General de El País, Dr. Guillermo Scheck.

Cada uno de esos roles ha contribuido al crecimiento como comunicador de quien en la pasada noche del miércoles se transformó en el nuevo Iris de Oro. La llave de acceso para aspirar a este premio se la dio el Iris a Mejor Conductor de TV, que ganó apenas unos minutos antes de recibir el máximo galardón de la noche. Varina De Césare se lo entregó y así lo incluyó en la lista de aspirantes al Oro.

“Haber ganado con Escape Perfecto ya realmente era una distinción. Lo curioso es que esto (Iris a la Conducción) no solo es por la conducción de Escape Perfecto, sino por La hora de los deportes, en Televisión Nacional Canal 5. Dos ámbitos completamente diferentes. En La hora de los deportes hace 25 años que estoy, en Escape Perfecto hace muy poco. Pero tratándose de públicos distintos, tópicos distintos, la sensación de poder compartir, entretener, calentarse, gozar, sufrir... es impagable y es incomparable”, expresó al recibir su segundo Iris de la noche.

Sin imaginar que aún le faltaba un premio más por recoger, se acordó de mencionar a todos sus afectos. “Agradecer a mi señora, a mis hijos, a mis padres, al resto de mi familia, a un grupo de amigos penales que me apoya permanentemente, se llama Penales y no hace falta decir más nada. Y especialmente quiero agradecer a Pedro Abuchalja, que es mi mentor, mi guía, el que me pega, el que me ayuda, el que me levanta, el que me hunde y el que me saca de esos momentos difíciles que tenemos todos en la vida”.

Selfie con la gente de <i>Escape Perfecto</i>, su esposa y su hijo.
Selfie con la gente de Escape Perfecto, su esposa y su hijo.

Así volvió a su mesa, junto a su esposa, Patricia Datz, y uno de sus hijos, Alejandro “Lali” Sonsol. Desde allí siguió los dos premios que faltaban para concluir las entregas en radio y televisión, y dar así a conocer el máximo galardón de la noche: el Iris de Oro.

Fue el Oro 2014, Maxi De la Cruz, el encargado de anunciar el triunfador. El humorista creó expectativa y finalmente dijo su nombre. Sonsol abrió la boca y los ojos, se fundió en un largo abrazo con su hijo y emprendió camino hacia el escenario con una sonrisa que no cabía en su cara.

“El primero, por Escape perfecto, me gustó, me llenó, me pareció justo. El segundo, la verdad, me pareció una cosa mayúscula. Y éste es el ‘Pa-Pa-Pa’ de mi vida, el triple de oro. Yo utilizo esa expresión desde hace poco menos de 30 años que tengo de relator, para el triple en el básquetbol. Escape, la conducción y ahora esto fueron absolutamente impensados”, dijo mientras todo el Radisson lo aplaudía con entusiasmo.

La lista de agradecimientos fue larga y justificada. Comenzó por el diario El País y su Administrador General, el Dr. Guillermo Scheck, quien le entregó la estatuilla. “Con Guillermo nos saludamos porque nos conocemos desde mucho antes de que yo empezara en esto del periodismo”, contó.

El momento en el que se entera de que ganó el máximo premio de la noche.
El momento en el que se entera de que ganó el máximo premio de la noche.

Siguió con sus compañeros, a los que quiso simbolizar en la figura de uno presente en la fiesta: Federico Buysan, “que me acompaña en el fútbol, en el básquetbol, en los programas, en las transmisiones. En el nombre de Federico agradezco a todos los que hacen posible que uno esté al aire. Yo creo que para que un equipo perdure tiene que haber buenos periodistas, pero para que perdure mucho tiempo tiene que haber buenas personas. Y por eso le agradezco a Federico y a todos”.

También tuvo palabras para los medios que le han dado lugar en la pantalla chica, como Canal 5 y Canal 10, y a sus compañeros en algunos de esos espacios. “A Blanca (Rodríguez), a Roberto Moar, mi compañero de Subrayado”. De la gente de Escape Perfecto ya se había acordado en el premio anterior.

Dueño de un particular estilo, en el que habla sin que parezca tener filtros, con palabras llanas y muy populares, tan populares como los conceptos que desliza ya sea en radio como en televisión. En los últimos dos años, esa característica lo ha hecho sumar programas, sumar propuestas.

En la mesa que ocupó en el Hotel Radisson, durante la ceremonia.
En la mesa que ocupó en el Hotel Radisson, durante la ceremonia.

“Como me dicen muchos: ‘¡hermano, tenés más programas que un lavarropas!’, bromeó. “En este país del multiempleo, lo hago, créanme, de corazón, lo disfruto como loco y ojalá Dios me dé salud para seguir cumpliendo con esto, que me fascina”, añadió provocando otra vez el aplauso de los presentes.

“Otra vez gracias, Pa-Pa-Pa”, fue su última frase, el triple de la vida con el que se despidió de una noche inolvidable de la que seguramente se seguirá hablando por mucho tiempo más.

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