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La nueva vida de Rufo Martínez en Punta del Este

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Rufo Martínez.

MUDANZA

El periodista abandonó su rutina de Montevideo y se fue a vivir al Este. "Me cambió la vida. Encontré mi lugar en el mundo", afirma entusiasmado.

Rufo Martínez.
Rufo Martínez conduce "Para tarde es temprano" en FM Aspen de Punta del Este.

Rufo Martínez dice que anda con menos preocupaciones: ya no se cruza con gente ofuscada en el tráfico, no sufre el ómnibus desbordado en hora pico y no está pendiente de la inseguridad cuando sale a la calle. El periodista se mudó a Punta del Este y le cambió la vida. Está dedicado a su programa Para tarde es temprano de la emisora FM Aspen. Es miembro de un club cannábico, colabora en un taller de muebles y se hace tiempo para la pesca y el surf. Antes de cumplir 50 años le dio un giro a su rutina y cuenta los detalles en Sábado Show.

—Estás viviendo en Punta del Este desde hace seis meses, ¿qué te llevó a tomar la decisión de mudarte?

—Vine a trabajar a Punta del Este para FM Aspen el verano pasado, me alojé frente a la playa y mi cabeza hizo un click. Me encantó estar dos meses trabajando pero viviendo con otro ritmo. Después a la radio le interesó que sigamos todo el año y se juntaron varias cosas que me daban la pauta de que podía estar bueno. Me metí en un proyecto de reciclaje de muebles y decoración. También tengo grandes amigos y eso me dio un empujón enorme a venir. Todo fue cuadrando y me mudé. Tengo ganas de quedarme por mucho tiempo. Capaz que también se viene mi hija a vivir conmigo, lo que me llenaría de emoción.

—¿Cómo fue el proceso de la mudanza?

—Alquilé mi casa de Montevideo y me vine para lo de un amigo. Tengo independencia, vivo aparte, pero estoy por buscar una casa propia. Voy paso a paso. La actividad económica de los medios en Maldonado es más limitada, en invierno tiene la actividad de cualquier capital departamental.

—¿Cómo es tu rutina ahí?

—De mañana colaboro en el taller de mi amigo Edgar Paolillo, de tarde voy a la radio y después preparo el programa que hago los domingos en Montevideo. Me hago tiempo para escuchar música, visitar amigos, pescar y surfear. Desde enero también voy a estar como corresponsal para Radio Uruguay.

—¿Cuál es el balance que hacés de tu estadía allí en este tiempo?

—Estoy enamorado del lugar, está divino. Fue un cambio notable, encontré mi lugar en el mundo. Yo siempre fui hombre de ciudad y no era de venir a veranear a esta zona, pero descubrí otro Punta del Este. Estoy viviendo en una zona muy agreste, que es El Tesoro en La Barra. Es un lugar hermoso, privilegiado. Me cambió la vida. Hay mucha gente de mi edad que en un momento de su vida optó por ver más verde, naturaleza, pajaritos...

—¿Te gusta el vértigo de la temporada esteña?

—¡Claro! Ya estoy deseando que llegue la próxima, con el agite, la movida, los eventos y las fiestas. Pero cuando se termina la temporada hay un ritmo más lento que es bárbaro. Los fernandinos son mucho más tranquilos. Van como con un cambio menos y eso lleva a que haya otra vibra en el aire.

—¿Has encontrado alguna compañía femenina en el Este?

—Estuve solo todo el invierno y se siente bien. Nunca busqué el amor. No me ha ido mal porque he amado mucho y me he sentido muy querido. Ahora yo no tengo muchas esperanzas, pero las puertas siempre están abiertas por si aparece esa persona especial que rompe los libretos.

—Con la decisión de instalarte en Punta del Este resignaste la llegada al público masivo de los medios capitalinos, ¿fue un factor a considerar cuando resolviste irte?

—No porque ese nunca fue mi objetivo. Cuando uno se entera que a través de un comentario o una canción en el momento justo le aporta algo a alguien, la misión está cumplida. No importa si son muchos o pocos. De todas maneras a nivel departamental nuestro programa Para tarde es temprano está muy bien: en la tarde pasamos a ser los más escuchados del departamento.

—Pero está lejos de la repercusión que te daba en su momento la televisión abierta, por ejemplo. ¿Extrañás esa exposición?

—No. No encuentro espacios de la televisión abierta en los que a mí me den unas ganas bárbaras de estar. La televisión nacional está bastante chata en sus propuestas artísticas, y especialmente en las periodísticas. Hay una tendencia a apuntalar a los equipos de los noticieros, y fuera de eso no existe periodismo en la televisión. Si hubiera una propuesta que me partiera la cabeza capaz que vuelvo, pero ya hice televisión...

—¿Hay alguno de los trabajos que hayas hecho en televisión que no te haga sentir orgulloso?

—No, yo reivindico todo lo que hice. Trabajé en periodísticos y en entretenimientos y no me pesa. Yo me considero muy afortunado porque he podido elegir donde trabajar. Nunca me metí en algo únicamente por dinero.

—¿Cómo hacés para organizarte y mantener el ciclo en Emisora del Sur?

—El programa en Emisora del Sur se llama La Canción es la misma y va en vivo los domingos. Hago al revés de todo el mundo: cuando vienen mis amigos a Punta del Este, yo estoy yendo para Montevideo a hacer el programa. Me encanta porque lo hago con una libertad absoluta, mezclo música, actualidad y arte.

—Semanas atrás Sergio Puglia abrió la polémica al criticar que las radios del Estado tienen un gran presupuesto pero no las escucha nadie y son oficialistas. ¿Qué te parecieron estas apreciaciones?

—No fueron expresiones felices de Sergio. Él ha trabajado mucho en los medios de comunicación del Estado, y tal vez cuando él estuvo no alcanzó los ratings de otras pantallas. De todos modos me consta que ahora está la idea en las radios estatales de crear programaciones más atractivas para llegar a más gente. Con respecto a que sean oficialistas, no es tan así. Hay de todo.

—Tu hermana Laura realiza trabajos en Punta del Este para Canal Once, ¿se ven allí?

—Sí, la veo semana por medio. Tiene un ciclo de entrevistas en Canal Once y otros proyectos. Se queda en su casa de Playa Verde, y también le encanta disfrutar de este ritmo más tranquilo.

—¿Son críticos entre ustedes?

—Los peores. Ella me critica cuando uso la muletilla "ehh", y yo le digo que deja muchas cosas libradas al azar.

—¿Qué te pareció el cortometraje Reencuentro Fatal que protagonizó en 2016 y se hizo viral?

—Me pareció bizarro, aunque fue divertido. Le dije que el corto lo habían visto miles de personas únicamente porque prometía ver a Laura Martínez haciendo el amor.

—Fuiste uno de los que en su momento llevó el debate de la marihuana a la televisión, ¿cómo has visto la aplicación de la ley de la regulación del cannabis?

—Celebro todos estos movimientos. El gran cambio que veo es la información. La marihuana no es lo que nos decían. No necesariamente va arruinar las vidas de las personas ni convertirlas en estúpidas. Uruguay se beneficia desde el momento en que la gente se da cuenta que puede cambiar una opinión que tuvo toda la vida porque se informó. Es un lindo proceso para vivir de cerca. Yo hace más de tres años que soy socio de un Club Cannábico y está bárbaro. Como miembro obtengo calidad y buen trato, todo dentro de la ley.

TRAYECTORIA

Hombre de medios

El periodista especializado en música tomó notoriedad como conductor del programa radial de culto Mundo Cañón. Su voz pasó por X FM, AM Libre, Radio Futura y Radio Cero. Alcanzó la masividad en los ciclos televisivos Mundo Cruel, Esta Boca es Mía, Bendita Tv y Verano Perfecto. Actualmente además de ser uno de los periodistas de FM Aspen y Emisora del Sur, es convocado año a año como conductor de los Premios Graffiti, donde se condecora a lo mejor de la música nacional. "Ahí despunto un poco el vicio de estar en la pantalla; es un honor que me llamen", señala.

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