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La novia de Amaral: "Rodrigo está sufriendo un bullying que no merece"

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Katherin Aquino

Tiene 20 años y lleva 8 de relación con Rodrigo Amaral. “Primer y único amor”, se tatuó en un brazo. Katherin Aquino está embarazada y junto al futbolista esperan en agosto a Delfina, su primera hija.

Ahora ella cruzó medio mundo para seguir de cerca el desempeño uruguayo y de su pareja en el Mundial de Corea. Katherin es modelo y aspira a afianzarse en esa profesión. Cuenta que vive los partidos con muchos nervios y que cada vez que Amaral entra en cancha, la pequeña Delfina se transforma en un terremoto de emociones en su vientre. La morocha cuenta los inicios de su historia de amor y también responde duramente a quienes critican a Amaral por su peso. “Se dicen muchas barbaridades”, asegura.

Katherin Aquino tenía 12 años cuando se mudó al complejo Euskalerría, en Malvín Alto. En el apartamento de enfrente vivía un niño especialmente habilidoso para el fútbol. Pero con su nueva vecina, el chico prefería jugar a las escondidas. La relación infantil se hizo cada vez más estrecha hasta que él le hizo la pregunta: "¿Te querés arreglar conmigo?"

Ocho años después, Katherin Aquino y Rodrigo Amaral esperan a Delfina, su primera hija. Ella, embarazada de siete meses, cruzó medio mundo y por estos días está en Corea donde acompaña al delantero y capitán de la selección uruguaya Sub 20, que se queda en el mundial hasta el final.

Desde allí, donde sufre de los nervios en cada partido y por el menú coreano, repleto de sospechosos ensopados, Katherin Aquino habla de su historia de amor con el futbolista, revela que ha sido hincha de Peñarol, cuenta de sus inicios como modelo y responde a quienes critican a Amaral por su peso.

Enamorados.

A los dos años del "noviazgo", Katherin Aquino se mudó nuevamente. Pero eso no fue impedimiento para Amaral. "Se iba en bicicleta hasta donde yo vivía, incluso bajo lluvia o tormenta. Hacía lo que sea para vernos", cuenta la joven, de 20 años.

Ella hoy tiene tatuada una frase en su brazo izquierdo: "Primer y único amor, Rodrigo".

"De él me enamoró todo, no sé cómo explicarlo pero es el hombre que toda mujer quisiera y yo fui la afortunada. Humilde, noble, compañero que siempre está pendiente de su familia. Estoy completamente enamorada", se derrite la joven en elogios.

Modelo.

Mientras Amaral comenzaba a prosperar en el fútbol e ingresó en las inferiores de Nacional, ella le seguía la carrera pero tenía otros intereses. Su sueño era (es) ser modelo. Ya ha protagonizado algunas producciones, hizo cursos, pasarela y espera afianzarse en ese rubro en el futuro.

"Siempre fue mi sueño. No tuve el gusto de empezar desde chica por problemas económicos, pero ahora tengo claro que deseo seguir en esa profesión", comenta.

El amor la hizo futbolera pero este deporte no ha sido en su vida una pasión. E incluso confiesa: "Soy del cuadro contrario al de Rodrigo, pero desde que estoy con él lo voy a ver y hoy, el fútbol es parte de mi vida".

En la cancha se pone muy tensa, algo no conveniente en estos días de tan avanzada gestación. Delfina tiene fecha de llegada prevista para el 18 de agosto y ella vive el embarazo con mucha naturalidad. Con una excepción.

"Solo me creció la panza. Después, vivo un embarazo tranquilo. La bebé se porta divina. Eso sí. Cuando estamos en la cancha, es un terremoto de patadas".

Celos.

Futbolista y modelo. Dos profesiones que cotizan alto en el mercado del romance. Ella se confiesa celosa de las "botineras" que merodean el ambiente, aunque cuando lo piensa dos veces, se despreocupa. "Los dos sabemos lo que queremos no me afectan ellas para nada. Confió plenamente".

A Rodrigo no le terminan de convencer las producciones de fotos de su compañera, pero lo entiende. "Nos apoyamos mutuamente".

Críticas.

Que está gordo o que no se cuida, que tiene que entrenar así o asá. Rodrigo Amaral es el futbolista uruguayo juvenil que despierta mayores polémicas en redes sociales o en cualquier conversación futbolera.

En los oídos de Katherin Aquino, tales comentarios le suenan sumamente irritantes. "Quienes dicen que no se cuida o entrena poco, no saben nada. Rodri tiene una enfermedad: él hace todo lo que le dicen pero hasta tomando agua aumenta. Es muy delicada su situación y está sufriendo un bullying que no merece".

Y continúa: "Hay una familia detrás y que se digan tantas barbaridades nos cansa, pero todo se va a arreglar en la cancha cerrando bocas. Gordo o no, es un crack y puedo decir que soy muy babosa de mi marido con argumentos".

Katherin Aquino
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