Cuatro famosos opinan.

Lo mejor que te puede pasar es quedarte los primeros días de enero en Montevideo. Vas tranquila, circulás, la calle está despejada; si te tenés que tomar un ómnibus va vacío, vas al cine y no tenés que hacer cola, pedís delivery y te lo traen enseguida; salís a comer y te atienden rápido. Y después, cuando todo el mundo se vuelve decís, "chau chau, me voy de vacaciones". Sumado a que si tenés que hacer un trámite en esta fecha todas las oficinas están vacías. Es fabuloso.

Para mí lo lindo de quedarse en Montevideo durante la primera quincena de enero es la paz que hay en la ciudad. Es la única época del año donde la mitad del país deja de estar amontonada en la capital (el departamento más chico que tiene nuestro país). Mejora el humor de la gente, el tránsito y por ende los tiempos para llegar a cualquier lado. En fin, se respira otro aire.

Montevideo en la primera quincena de enero se vive diferente. Menos tránsito, menos apuro y por lo tanto se la disfruta desde otro lugar. Encontrar para estacionar no se convierte en misión imposible y podés hacer paseos que en otro momento del año dan más pereza. Curiosamente son los fines de semana que uno se estresa un poco más, cuando parte a algún balneario con la saturación de los servicios. A la vuelta, en la capital, hay tranquilidad y hermosos espacios al aire libre para gozarla.

Hay dos asuntos. Capaz que lo mejor de quedarse la primera quincena de enero en Montevideo es no desfasar el presupuesto familiar para el que no puede hacerlo. Y la otra es que te ponés las pilas con el conjunto que te toque salir en carnaval. Es lo que me toca vivir a mí. Este año voy a salir en un conjunto de parodistas nuevos que se llaman No te comas los morrones.

YO DIGO