El coreógrafo y bailarín tiene su propia escuela en Arocena y Schroeder.
Hacía mucho tiempo que el bailarín y coreógrafo tenía ganas de crear un espacio para la danza y el entrenamiento físico. Mientras trabajaba con sus bailarines pensaba, ‘estoy rodeado de artistas talentosos’. Y se propuso compartir esa información.
Primero lo hizo como director de las escuelas del Sodre, pero le faltaba otra pata a su rol docente: quería acercarse a personas que quisieran aprender danza pero sin hacer de eso su profesión.
Dance Studio está orientado a aquellos que les gusta bailar pero no quieren hacer carrera en la danza. Es una oferta para gente de todas las edades (niños, adolescentes y adultos) que quieren moverse sin la presión que exige un conservatorio.
Hay para todos los gustos: danza y jazz contemporáneo, yoga, pilates, full dance. Martín se siente cómodo dando clases a no profesionales porque son más maleables y él aprende a entrenar la paciencia.
LA PRIMERA VEZ...