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María Noel Calcaterra triunfa en Los Ángeles

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Foto: José Zakany (Gentileza de Ángel Ray)

Se fue a vivir a Estados Unidos para cumplir su sueño y porque sentía que en Uruguay había hecho todo lo que podía a nivel artístico. Quiso superar su techo. La mudanza "es el paso más grande que podría haber dado y no me arrepiento porque en estos dos años y medio he cumplido un montón de metas y quiero seguir en ese camino", asegura la cantante, actriz y productora.

Mariel Varela

No para de formarse desde que descubrió su vocación artística. Hace cuatro años se tomó un avión para estudiar cine en The New York Film Academy. María Noel Calcaterra se relacionó con colegas y en uno de los tantos festivales a los que asistió se topó con la manager Isabel Echeverry. Ella le pidió que le mostrara su material, así que María Noel le arrimó un brief con segmentos de todos los trabajos que había hecho en Uruguay: Chicago, Robin Hood, El jorobado de Notre Dame y Brunette, el primer musical que armó y produjo.

A Isabel Echeverry le interesó representarla, tramitaron la visa de habilidades extraordinarias y a los dos meses se la aceptaron. María Noel siempre había tenido “el ojo afuera” porque sentía que las posibilidades en Uruguay eran limitadas. No podía dejar pasar estar oportunidad. Armó la valija y partió a Los Ángeles para cumplir su sueño.

—Antes de irte decías que tenías algo medio planificado y alguna oferta de trabajo, ¿con qué te encontraste en Los Ángeles?

—Me encontré con un montón de dificultades por el idioma y el acento. Hablo inglés pero tenía el problema del acento en español rioplatense. Acá funciona el neutro, así que empecé a tomar clases con un locutor muy conocido en México que se llama Ruben Trujillo. Intentaba hacer audiciones pero era complicado. Cantando no se me nota el acento y logré engancharme enseguida. Integré dos bandas de jazz e hicimos de todo: cantamos en restaurantes, bares, teatros y hasta nos fuimos de gira.

—Otra de tus motivaciones era experimentar en Los Ángeles, ¿lo lograste?

—Acá hay muchas posibilidades. Hace un tiempo grabé un trailer para un libro en imágenes. No sabía que existía ese campo y acá está súper desarrollado. Empecé a hacer cosas que nunca se me hubieran ocurrido, como comerciales para marcas de autos y casinos. También participé de locuciones donde interpreté el rol de madre, hija y esposa.

—Al año que llegaste hiciste el musical La noche del gato negro y en El hombre de la mancha te tocó el rol protagónico, ¿cómo llegaste a ser Dulcinea?

—Yo había escuchado hablar de la institución The Bilingual Foundation of the Arts creada por Margarita Galván, pero como tenía acento demoré en animarme a audicionar. Cuando me enteré de El hombre de la mancha no dudé en ir porque Paloma San Basilio es un referente para mí y ella fue el nexo para conseguir los derechos y hacerla en español por primera vez en Los Ángeles. Sabía que iba a estar el día del estreno y era una ilusión impresionante. Fui al casting y a la semana me llamaron para decirme que la protagonista iba a ser la hija de Paloma, pero como les había gustado mi audición querían sumarme en un proyecto futuro. Días después se volvieron a comunicar porque precisaban que la supliera por dos días. Dije que sí de ojos cerrados. Fui al primer ensayo súper preparada, me sabía las canciones de los demás. A los tres días me dieron el protagónico a mí.

—¿Cómo viviste el estreno en presencia de Paloma San Basilio?

—Fue un llanto de principio a fin. Mucha emoción porque a los siete años prendía las luces del auto de mi papá, ponía sus casetes y cantaba creyendo que era Paloma San Basilio. Imaginate encontrarla directamente. Cuando terminó la función se acercó y me dijo cosas hermosas sobre la actuación. Quedé dura.

—¿Qué te dijo?

—Recuerdo que me dijo cosas lindas, que había hecho un trabajo bárbaro. Me encantaría acordarme de las palabras exactas, pero no las retuve porque estaba muy impactada. Me da un poco de pena.

—Emigraste porque sentiste que en Uruguay no te quedaba nada por hacer, ¿cuánto lograste superarte estando en Los Ángeles?

—Mucho. Profesionalmente me he desarrollado un montón. El hecho de que no me llamen y tener que salir a audicionar para buscar las oportunidades me ha hecho crecer muchísimo. Se aprende mucho de estar en contacto con gente sabia que ha trabajado con actores de primer nivel y ha viajado muchísimo. Estar sola en Los Ángeles y armar una vida en un lugar donde no conocés a nadie es un desafío. Siento que si volviera a Uruguay podría dar muchísimo más de lo que di.

—¿Planeas quedarte?

—Mi visa está por vencer pero estoy haciendo la extensión, así que voy a intentar quedarme un tiempo más porque quiero seguir desarrollándome. Tengo en mente estrenar mi propio espectáculo acá y presentarlo en un teatro.

—¿Cómo viviste el triunfo de Donald Trump?

—No podía creer. Cuando empecé a ver los números me escribí con amigos hispanos y me decían, no te preocupes que esto va a cambiar. Pero seguía avanzando y el tipo estaba robando. Cuando sucedió, sentí un vacío en el estómago, un miedo profundo. Ni siquiera era tan consciente de que me podía llegar a suceder eso. Durante varias semanas tuve una sensación de disgusto. En California ganó Hillary Clinton y hay otro ambiente. Agradezco estar acá. Yo vi un montón de actos violentos por temas de raza, ahora la cosa se está calmando. Hay que esperar, tener fe en que todo va a marchar bien. No sabemos qué va a suceder, pero hay que pensar en positivo. Y si este país no da la oportunidad a los latinos de quedarnos será porque tenemos que partir a otro lado. De todas maneras, el problema es con los inmigrantes ilegales.

—En 2014 te fuiste persiguiendo un sueño, ¿lo cumpliste?

—Totalmente. Cuando me vine no sabía qué iba a pasar, pero siento que valió la pena el esfuerzo. Saltar de Uruguay a Los Ángeles es el paso más grande que podría haber dado y no me arrepiento porque en estos dos años y medio he cumplido un montón de metas y quiero seguir en ese camino.

NOEL, LA CANTANTE

Pronto se lanzará un disco que María Noel Calcaterra grabó en tributo a Los Delfines. Son canciones de esta banda uruguaya de los ‘70 versionadas en género jazz y bossa nova. Se trata de una co producción entre Uruguay y Los Ángeles, Raúl Medina es el responsable de los arreglos y en poco tiempo estará disponible en las disquerías.

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Foto: José Zakany (Gentileza de Ángel Ray)

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