La esposa mexicana de Egidio Arévalo Ríos confiesa que decidieron ser padres, tras casi 8 años juntos. “Es el momento”, dice en entrevista.

La esposa mexicana de Egidio Arévalo Ríos revela qué fue lo que la enamoró del volante celeste. El primer encuentro se dio en un supermercado de su ciudad (Monterrey), cuando “Cacha” jugaba para los “Rayados” de esa localidad. Ella lo llevó a conocer la ciudad y él le regaló flores. “Hicimos un click los dos, como si nos conociéramos de toda la vida”, dice. Hoy están casados y son inseparables. En cada partido de la selección, Karla lo acompaña desde la tribuna, nerviosa y sin comer en todo el día por la ansiedad. Gran adicta al mate, Karla también habla de sus planes con el volante celeste y hasta de los derechos de imagen de los futbolistas.

—¿Cómo se conocieron con Egidio Arévalo Ríos?

—Lo conocí un martes en un supermercado en mi ciudad (Monterrey, México). Todavía recuerdo ese día como si fuera ayer. Se me acercó con timidez pero desde entonces me di cuenta de que era buena gente. Nuestra primera salida fue al cine, aunque me quedo con el segundo día en que nos vimos. Fuimos a cenar al paseo Santa Lucía, uno de los lugares más bellos de Monterrey. Junto al lago platicamos muchas cosas y fue una linda noche. Me regaló un ramo de rosas que fue lo que terminó de conquistarme.

—¿Qué te enamoró de él?

—Su forma de ser. Lo maduro que es. Hicimos un click los dos, como si nos conociéramos de mucho tiempo atrás. Desde el comienzo me sentí muy a gusto a su lado. Siempre la pasamos bien: en aquellos días salíamos a caminar y lo llevé a conocer la ciudad. Si bien hacía ocho meses que estaba en Monterrey, no conocía prácticamente nada fuera de la cancha y las instalaciones de los "Rayados", donde jugaba. Como yo vengo de una familia muy unida era típico juntarnos todas las semanas, el se acopló a nuestra vida y pasamos súper bien.

—Hoy viven en Chiapas, ¿cómo es su rutina allí?

—Me levanto temprano siempre con Cacha. Lo despido cuando se va a entrenar y luego me pongo hacer un poco de ejercicio en casa. Cocinar me lleva por lo menos dos horas porque me encanta y siempre me esfuerzo para que todo esté impecable, hasta postre hago todos los días. Almorzamos cuando él llega y damos una siesta cuando se puede. Nos encanta conocer y disfrutar de cada ciudad en donde estamos y Chiapas es divino, un lugar muy tranquilo y también hay muchas atracciones turísticas.

—Sueles acompañar a Cacha a sus partidos de la selección, ¿Con qué intensidad lo vives desde la tribuna?

—Sí, siempre lo acompaño porque somos muy unidos. Para mí es un orgullo verlo jugar. Sé que él está feliz cada vez que viene con su selección y verlo contento es algo muy lindo para mí. En cuanto a cómo lo vivo, me pongo muy nerviosa: el día del partido no me da hambre y en el tribuna estoy muy ansiosa: me da temor que le pase algo o que pierda.

—¿¿Qué partidos de Uruguay recuerdas como los más emocionantes?

—Hay muchos... por suerte. Pero lo que viví con mayor alegría fue verlo saltar como titular en el mundial de Sudáfrica cuando seis meses antes estaba parado, sin equipo. Yo lloraba y le daba gracias a Dios. Y el día ante Ghana... fue increíble. Pero lo más hermoso que he vivido fue cuando salió campeón de América en Buenos Aires, en 2011.

—En la Copa América, Uruguay se enfrentó a México, ¿Tu corazón de qué lado estaba?

—Esos partidos son muy complicados. No me gusta que se enfrenten pero ya me ha tocado varias veces. Por un lado es una felicidad ver a mi selección y escuchar el himno pero te confieso yo soy la hincha número uno de mi esposo y siempre lo apoyo. Mi corazón estaba con mi esposo y con Uruguay.

—¿Hablan de fútbol con Cacha?

—Sí. Después de los partidos siempre lo espero en la camioneta y hablamos Todo depende del resultado: si ganan y si vi que jugó bien siempre lo felicito. Pero también soy muy objetiva y le digo cuando lo veo mal. "Amor, tú puedes dar más". Él sabe que siempre le diré todo: lo bueno y lo malo.

—Tomas mate, ¿qué otras costumbres uruguayas tienes?

—Me encanta el mate. Cuando Cacha va entrenar y regresa siempre tengo el mate listo. Yo me paso la mañana tomando: no puedo vivir sin él y mi esposo tiene la culpa. Me hizo adicta al mate. El asado a la manera uruguaya también me encanta.

—¿Qué tan celosa eres? ¿Y sobre él qué dirías?

—Soy muy celosa pero él también lo es. Nos tenemos mucha confianza y siempre nos contamos todo

—¿Qué impresión te genera Uruguay como país?

—Me gusta. Viví en 2008 cuando Cacha jugó en Danubio y también en 2010, el año en que estuvo en Peñarol. Montevideo me encanta, es una ciudad tranquila. Puedes salir a caminar a la rambla que es lo mejor de aquí. Lo peor es el invierno: no aguanto mucho por el frío. Yo estoy acostumbrada a vivir con 40 grados en México.

—Ahora Cacha se cambió el corte de pelo, ¿Tú lo asesoras en esa materia?

—¡Obvio! En realidad, me gusta de pelo largo pero también pelón. Ahora se lo está dejando crecer. Vamos a ver cuánto aguanta.

—¿Qué planes tienen a futuro? ¿Piensan vivir en Uruguay?

—Uno nunca sabe, pero nuestra idea es vivir en Monterrey.

—¿Han conversado de la posibilidad de tener hijos?

—Sí, Cacha ya quiere. Lo hemos hablado: vivimos muchas cosas juntos y ahora tenemos que pasar a la etapa de ser papás. Nos llena de alegría de pensar en el bebe y va llegar rodeado de mucho amor: esperamos que en el 2017 llegue el bebé. Yo le di muchas vueltas por soy muy miedosa pero ahora es el momento.

—Desde hace unos meses, los jugadores de la selección están unidos en lucha por sus derechos de imagen. ¿Qué opinas tú? ¿Por qué crees que es importante esta lucha?

—No soy mucho de opinar pero es admirable lo que ellos hacen, Todo es por el bien de la selección y del fútbol uruguayo. Esta selección es muy respetada por todo lo que a logrado en estos 10 años,

Entrevista