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Jorge Baillo: El bolichero que aguanta el mostrador

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Jorge Baillo. Foto: Francisco Flores

ENTREVISTA

El conductor de Rumbo a la cancha celebra 18 años al aire y critica la medida de los jugadores de no asistir a programas por la pantalla de VTV.

Jorge Baillo. Foto: Francisco Flores
Jorge Baillo. Foto: Francisco Flores

"Rumbo a la cancha” celebra la mayoría de edad: 18 años en la pantalla de VTV. El conductor del boliche televisivo está aguantando el mostrador en tiempos en que los futbolistas y algunos dirigentes optaron por no asistir a programas de Tenfield. Baillo critica la medida y aclara que el boliche es suyo y no de la empresa. Carga contra la intervención y contra Diego Lugano, quien lo dejó plantado en una mesa de boliche.
 

-¿Cómo nació Rumbo a la cancha?

-Siempre quise hacer un programa que fuese como Polémica en el bar, pero con los temas populares que más me gustan y que domino en mayor o menor medida: fútbol, básquetbol y carnaval. Cuando entré al canal para hacer Sin límite, propuse la idea y se armó. Es un programa bien de boliche, descontracturado y donde se habla con los invitados como si estuviéramos en un bar. Trato de que se sientan bien y se olviden de las cámaras. Yo no tengo cucaracha y armamos un guión pero muchas veces no lo llevo. Creo que el éxito de Rumbo a la cancha va por ese lado. Hemos tenido altibajos y ahora vivimos un momento complicado porque no vienen los que deberían venir.

-¿Por la medida de no dar notas a Tenfield de parte de los jugadores?

-Sí, los jugadores y algunos dirigentes tampoco vienen por ese problema que los enfrenta a la empresa. Pero yo tengo que aclarar que en Sin límite soy empleado de Tenfield pero en Rumbo a la cancha no. Es una producción mía: compro el espacio en la pantalla de VTV y la solvento yo vendiendo publicidad.

-Y aun con esa salvedad no vienen al programa...

-No. Inclusive hubo situaciones muy incómodas. Cuando Uruguay ganó el sudamericano Sub 20, estaban los pibes en el estudio. Pero a poco de salir al aire, uno de ellos recibió un llamado y nos dijo: “Lamentablemente no nos podemos quedar”. La remamos como pudimos con Cucuzú (Walter Brilka). Nunca pude hablar con los directivos actuales de la Mutual. Los invité, pero no vienen. La medida me parece irrisoria porque para empezar perjudica a los jugadores, a quienes con una nota podés promocionar indirectamente y en segundo término, a los laburantes de la empresa.

-También mencionó a dirigentes que no vienen, ¿quienes?

-Soy una persona que dice lo que siente y piensa. Muchas veces eso puede generar molestias. También está el valor de la palabra, que para mí es muy importante. Voy a ponerte un ejemplo: aquí vino el actual presidente de Peñarol, Jorge Barrera, cuando era candidato. Ahí en la mesa le dije: “Si ganás, ¿vas a volver?”. Me dijo que sí. Pero nunca vino, a pesar de que lo que invitamos varias veces. Cuando quería publicitar su candidatura, no tuvo problemas.

-¿Cuál es su posición sobre este momento político del fútbol?

-Estoy en desacuerdo total con la intervención. Me rechina que esta gente nos haga recordar aquellos tristes años del Uruguay en los que no había libertad. También creo que los muchachos de la selección uruguaya están todos muy bien. Viva la cara de ellos porque son excelentes deportistas. Pero quienes están acá pasan necesidades y no veo la ayuda que prometieron. Solo quieren poder y se olvidan de los muchachos de acá. El ejemplo más claro es lo que sucedió con el dinero recaudado en los partidos ante Japón y Corea. Iba a venir para Uruguay y al momento de esta nota, nunca vino. Cada uno sabrá como actúa. Hay conflicto de intereses por todos lados también: el exfutbolista Andrés Scotti, que integra la interventora, es socio de Mario Rebollo (uno de los ayudantes técnicos de la selección) en un complejo deportivos. Y esa interventora le renueva el contrato al técnico de la intervención, como yo le digo a Tabárez, con Rebollo incluido.

-¿No debería haber renovado Tabárez?

-No debería haber firmado con la intervención, que es una situación completamente anormal de la AUF. ¿Dónde está la lucha por los principios cuando se actúa así? Yo no levanto la izquierda y firmo con la derecha. Entiendo que todo esto es por plata. Yo también trabajo por plata, porque necesito vivir. Pero creo que mantengo algunos principios. No todos pueden decir lo mismo.

-¿Cómo cree que va a terminar el enfrentamiento entre los jugadores de la selección y Tenfield?

-No lo sé. Es obvio que todo tiene relación con el enfrentamiento comercial que tienen Alejandro Domínguez (presidente de Conmebol) con Paco Casal. Diego Lugano se asoció con Domínguez y parece que van por todo. ¿Quieren pagar la multa para quedarse con los derechos de TV? Que lo hagan. Pero en el medio están perjudicando a las personas que trabajan en Tenfield y no dan la cara.

-¿Lugano nunca fue al boliche?

-No. Cuando jugaba en Paraguay, viajé expresamente para hacerle una nota. La producción había arreglado con él la entrevista. Pero cuando llegamos allá, nos mandó decir que en ese momento no nos podía atender. Yo consulté cuándo podría darnos unos minutos y su respuesta fue que no sabía. Lo único que yo había hecho era dar mi opinión sobre la selección nacional. Yo aplaudo cuando hay que aplaudir, pero cuando me parece que se juega mal, soy crítico. Y la verdad que muy pocas veces vi jugar bien a Uruguay.

-¿Cree que está sobredimensionado el proceso de Tabárez?

-Creo que sí. Ir a los mundiales es un obligación para Uruguay en cuanto en América hay solo tres selecciones competitivas. Y luego, consiguió una Copa América. Muy bien, pero habrá que ver cómo se lograron las otras 14. Me han tildado de “contra”, pero yo creo que Uruguay, de haber jugado un poquito mejor, pudo ser campeón en Rusia. Tenemos a dos bestias como delanteros y teníamos a tres, cuando estaba Forlán, y no hicimos mucho más que lo mismo de siempre.

-Empezó en los medios con Víctor Hugo Morales, ¿cuál es su posición hoy sobre el rol de él en Argentina?

-Víctor Hugo siempre fue el mejor relator después de Carlos Solé. Cuando se fue a Argentina, llegó a ser líder. Pero después se metió en temas estrictamente políticos y no me parece bien que un comunicador milite con el micrófono. Yo le hice una nota y le pregunté de frente si se había llevado dinero de la política. Me dijo que no. Ahora no está en un buen momento y me sorprende que siga en Argentina. Alguna vez lo tentaron para volver. ¿Quién sabe? Capaz que lo traen para el futuro canal de Lugano.

-Es anfitrión de un boliche pero no toma, ¿verdad?

-Es verdad. No tomo por prescripción médica. Yo tengo un problema cardíaco y un riñón de menos. Así que en el programa solo me mojo los labios.

-¿Como está de salud?

-Bien. Me hago dos chequeos todos los años. Debería hacerme menos mala sangre de la que me hago.

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